Gate: Así luchó el Daelaam allí

Capitulo 20

Descargo de responsabilidad: Starcraft es propiedad de Blizzard y Gate es propiedad de Takumi Yanai. No soy dueño de ninguno.

N / A: Subo los sábados porque me conviene y no tiene nada que ver con otros fics. También me gustaría reiterar que el Flame Dragon está muerto. Además, los terran llegarán eventualmente, no te preocupes.

Tal'darim

"¿Pero por qué debemos luchar?"

"¡La Cadena de la Ascensión es la columna vertebral de la sociedad Tal'darim! Exige sangre, ¿Y quién crees que eres para desafiarla?"

"¡No deseo ser parte de ese sistema bárbaro! ¡Nunca lo hice y nunca lo haré!"

"¿Te atreves a insultar la cadena?"

"¡No soy tal'darim!"

"Esa no es tu elección. ¡Trae la Terrazine!"

"¡No puedes imponerme esto!"

"Oh, puedo mucho. ¡Lucharás, Orkir, o morirás!"

"¡No!"

Orkir se despertó de golpe. El recuerdo permaneció como un mal sabor de boca en su boca (figurativa). Sin embargo, la bestia gruñona que lo atacaba no desapareció. El cerebro manipulado de Orkir tardó un segundo en darse cuenta de la amenaza. Su atacante, una criatura parecida a un lobo, estaba tratando de comérselo, sus largos dientes colocados sobre su garganta y aplastando. El siempre presente campo de fuerza de los Tal'darim estaba haciendo su trabajo, por supuesto, pero Orkir no estaba contento. Su guardia había bajado a un nivel en el que un simple animal podría acercarse sigilosamente a él. ¡Inaceptable!

Con una mano poderosa, Orkir agarró al depredador y lo apartó violentamente. Chilló cuando fue arrojado, volteando y cayendo. Cuando se enderezó, Orkir se puso de pie. Los dos se miraron el uno al otro por un momento antes de que los Tal'darim terminaran el duelo con un rayo psiónico.

Después de una rápida mirada al cadáver humeante, Orkir comenzó a observar su entorno. Árboles por todas partes, la luz del sol comienza a fluir a través de los huecos ocasionales en el dosel. Nada remotamente tecnológico a la vista. ¿Cómo había llegado allí?

Correcto. Ese maldito elfo.

Frunciendo el ceño, Orkir trató de comprender las circunstancias que lo habían traído aquí, en medio de la nada.

Había discutido con Praetor Umurul, su comandante directo. Cuando era parte de los Tal'darim, tal delito se castigaba con la muerte. Ahora, como parte del Daelaam, simplemente estaba exiliado, e incluso eso no era oficial. Al menos podría generar sustento a partir de la luz, o tendría mucho más trabajo por hacer.

Pero, ¿por qué estaban discutiendo? Pensando en retrospectiva, había comenzado cuando Orkir había decidido resolver el problema de los delirios de Tuka al estilo Tal'darim. El método de curación por fuego fue eficaz contra una variedad de problemas, desde alborotadores hasta enjambres de zerg. Era completamente Tal'darim, y Orkir se odiaba a sí mismo por hacerlo.

¿No ha pasado los últimos dos años alejándose de los Tal'darim? ¿Distanciarse de su maldito Aliento de Creación y su estilo de vida guerrero?

Un gran jabalí salió de la maleza, gruñendo. Orkir dio un paso hacia un lado, activando sus espadas de perdición. Un solo tajo dividió al jabalí en dos y desactivó sus armas. Ignorando el cadáver carbonizado, Orkir siguió caminando.

La Terrazine lo había cambiado. Trajo consigo poder, una sensación de invencibilidad. Cuando lo usó, se sintió imparable, capaz de destruir cualquier cosa y a cualquiera en su camino. Para su horror, le dio ganas de hacerlo. Matar, crear ríos de sangre. Pero ¿y si no quería?