Capitulo 1

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Mientras los perros de Urss me arrastraban afuera maldecia por dentro en mi cabeza.

¡Maldita sea!

Como pudo pasarme esto a mi. Odio a mi padre y a mis hermanos por abandonarme y traicionarme.

Y sobre todo ...

Nunca me pude despedir de mi madre.

Estoy seguro que España le maltratará. Ese imbécil.

—¡Ey!

—¿Qué quieres?, No ves que es agotador sujetar al niño.

Dijeron aquellos señores que me sujetaban.

—Míralo esta llorando.

—¿Por qué será?

Se burló ese maldito.

—Es porque todos tus hermanos te traicionaron.

—O tal vez porque ya no tendrás esos lujos que tanto queria.

—¿Quizás dejaste a alguien atrás?

Odiaba saber que aquel hombre tuviera razón.

—Entonces es cierto ¿Quién podrá ser?

—¿Una chica?

—Pero no escuchaste los rumores sobre él.

—Dímelos.

—Los sirvientes decían que este chico bateaba para el otro lado.

Tal ves tenian razón sobre eso.

Pues no era un secreto que entre nuestra familia hubiera secretos, aunque sea lo más oscuros y siniestros que hayan escuchado por eso nunca se revelaban a la luz.
Como un romance con un sirviente, una noche de placer prohibida o incluso vástagos de mi padre.

Entre otras cosas se podría decir.

—Este chico nos salió gay, el comandante Urss tiene un cierto desagrado a esta gente. No le gustará al jefe.

—Es cierto. Entonces, ¿porque lloras, niño? Acaso será tu terrible final. O por tu querida madre Azteca.

Me quede inmóvil, quien se cree esta persona a decir el nombre de mi madre,estaba que ardía en furia.

—¿En serio quiere ver a su madre?, es un niño de mami.

—No te hagas esperanzas niño. España nos informó que tu madre ya no tenía valor asi que la sacara de su puesto como reina y la reemplazará con alguien más joven.

—Pobre de la señora pero tiene la culpa por haberse casado con un rey como España.

No es como si mi madre tuviese opción literalmente la obligó hacerlo.

—Tal vez lo hizo solo por el dinero ya sabes como son "esas mujeres bárbaras" son unas trepadoras.

Oh no no no, eso si ya no lo soportaré.

Me solté del agarre e inmediatamente me tumbe hacia ellos dos.

—Con mi madre no te metas hijo de la chingada.

Y le di un golpe en los huevos.

Me acordé que mi padre me prohibió decir groserías que él no conociera. Pero me vale madre lo que el piense, haré quiera a partir de ahora, ya nadie me daba órdenes.

Sostuve su espada que tenia aquel soldado en su cinturón y los apuñalé, tenía que desquitarme toda la furia que llevaba.
Nunca tuve miedo a la sangre ni remordimiento cada ves que asesinaba, cuando estaba con mi padre él me enseñó que no tenía que demostrar mi debilidad ni sentirme inferior a nadie.

Celos -EDITANDO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora