El miedo nos convierte a todos en monstruos

Alarma

Harry lamentó haber borrado las líneas del placer de Voldemort de su espalda. Si hubiera sido por él, se habría dormido con la evidencia de cómo se había portado tan bien, tan complacido con su Maestro. Había hecho algo que Bellatrix nunca podría hacer. No tenía el equipo adecuado.

Ella puede hacer otras cosas, sugirió una voz traidora. Tiene otros placeres que ofrecer al Señor Oscuro. Otros talentos.

Él podría agarrar su cabello mientras montaba su coño con fuerza.

Podría succionar sus pechos firmes y redondos.

Podría saborear la dulzura entre sus piernas.

Podría bombear uno, dos, tres agujeros llenos de su semilla.

Harry no se engañaba de que su Maestro pudiera arrodillarse ante sus muslos. Las manos solas serían su placer.

Se preguntó cómo se sentiría estar jodido. Había pasado suficiente tiempo observando a los hombres del Kama Sutra para saber que el que lo recibía también debía sentir placer, aunque no podía imaginar cómo. No había vuelto a intentar provocar su apertura, y no lo haría sin un incentivo. Se imaginó que le dolería que algo grande lo golpeara.

¿Voldemort se mantendría en su boca? Imaginó que la gruesa polla de su Amo querría, eventualmente, encontrar un calor más apretado.

Y si no encontraba eso con Harry, había una bruja dispuesta cerca.

La piel de Harry estaba enrojecida cuando terminó en la bañera. No había tenido la intención de ser tan cruel consigo mismo. Se secó con una toalla y se lavó los dientes, lamentablemente, la menta reemplazó el recuerdo de su Maestro. Pero pronto volverían a utilizar su boca, se recordó a sí mismo.

Sabía que esto iba a suceder. Lo sabía desde hacía más de dos meses. Todo lo que fue sorprendente fue la reserva de su Amo al esperar tanto tiempo, pensó Harry mientras se arrastraba bajo sus sábanas.

Luchó con la vigilia. Saber que se levantaría más temprano de lo normal para sus nuevas tareas hizo que fuera aún más difícil encontrar sus sueños. Después de dar vueltas por lo que parecieron horas, de repente se sorprendió cuando Nagini se subió a la cama con él.

" Nagini no puede dormir ", se quejó. " Hermano es demasiado ruidoso. ¿El Maestro te lastimó cuando jugaba? "

Harry había pensado que ella se había quedado dormida a través de eso. ¿Entendió lo que habían estado haciendo? No estaba seguro de cómo se sentía por un testigo. Voldemort había sido lo suficientemente voyeur (y Harry nunca pensó que ser observado sería tan excitante).

" No estábamos jugando ", le dijo. De todos modos, ¿qué sabía una serpiente del placer? Aunque ahora que lo pensaba, probablemente había presenciado a su Maestro complaciéndose en una larga lista de ... ¿cuál sería la palabra para ellos? No son 'amantes', ciertamente. ¿Socios? Harry no se sentía en absoluto como si estuviera en algún tipo de asociación, aunque su estado era único. Él era una posesión. No tenía derechos (¿aunque su Maestro no le había dado la opción de tomar esta nueva asignación?).

¿Qué hay de Bellatrix? Ella tenía una opción, o eso suponía.

¿Qué pasaría si ella dijera 'no' una noche cuando el Señor Oscuro exigía su compañía? ¿Sobreviviría a la negativa? ¿Cuánto le importaba a Voldemort el consentimiento?

¿Y por qué estaba pensando en esto ahora cuando necesitaba dormir desesperadamente? La enorme cabeza de Nagini ahora ocupaba toda su almohada. Ella nunca lo siguió a la cama, y ​​ahora estaba acaparando todo justo cuando él necesitaba descansar lo antes posible.