༻𝘊𝘶𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘥𝘦 𝘏𝘢𝘥𝘢𝘴༺𝘠𝘰𝘰𝘯𝘮𝘪𝘯

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Después de un desayuno se podría decir que algo extraño, ahora la familia se encontraba dentro del auto junto a un pequeño más emocionado qué los demás con un padre Alfa algo receloso, siendo el hermano mayor y madre Omega quienes estaban tranquilos, todos rumbo hasta a la entrada de la escuela, cuando el menor de mejillas regordetas vio a tantos niños supo que habían llegado a su destino, empezo a dar saltitos de la emoción en el asiento, su padre bajando rodeó el auto hasta llegar a la puerta donde el se encontraba para abrirle, en el momento que su mamá desabrochó su cinturón la puerta se abrió haciendo que saliera de este con un salto riendo en el momento llamando un poco la atención, lo cuál no paso desapercibido por su padre quien lo cubrió un poco con su cuerpo para que no lo mirarán.

Sin embargo eso no evito que el cachorro se tapara su boquita con ambas manitas para continuar riendo, acción que dejó de lado al ver cómo su hermano mayor le extendía una de sus manos para que la tomará, pero se sorprendió cuando su manita que estaba justo por alcanzar la contraria fue reemplazada por una mucho más grande a sus ojitos, oyó como su mamá Omega parecía reírse un poco mientras sacaba un cámara digital para tomar una foto no entendía nada hasta que siento agua cayendo en su manita que alzó la mirada viendo a su papá Alfa llorar se espanto pensando que le dolía algo o tal vez un monstruo lo asustó antes de poder preguntar se escuchó un "click" el cual provenía de la cámara, confundido por no entender que ocurría miro nuevamente a su papá quien lo levanto en brazos y lo apreso entre ellos casi como un pulpo.

Jimin sin saber que hacer lo abrazo volviendo a oír el sonido de la cámara, separándose un poco del abrazo movió ambas manitas a los ojos de su papá limpiando el agüita que salió de ellos, quién le miraba feliz y triste una extraña combinación, una vez termino de apartarlas fue devuelto al suelo.

Nuevamente su manita fue apresada en esta ocasión por su hermano mayor quién le miraba sonriéndole para que viera que todo iba bien, no tan convencido miro a su mamá acercarse agachándose a su altura besó su frente, acarició sus mejillas, susurrando un suave:

–Tranquilo cariño, papá está bien solo está emocionado.–al terminar de oír esas palabras sonrió en grande a su papá Alfa nuevamente la emoción se apoderó de su pequeño cuerpo. Después de que ambos padres se despidieran de sus hijos, aunque el padre Alfa se encontraba recio a dejar ir a su cachorro, se resigno al verle entrar emocionado junto a su hijo mayor, soltando un suspiro rendido sintió un peso a su costado que le hizo sentir reconfortado.

–Hey...–llamo su Omega.

–No digas nada...–no terminó su frase por una carcajada estruendosa la cual le hizo avergonzar. Compartieron un pequeño beso para después subir al auto e ir a casa.

Jimin se aferraba a la mano de su hermano después de todo había varios niños a los cuáles no presto atención, sin embargo algo le hizo sobresaltar, la campana sonó avisando el inicio de clases pegándose un poco más al cuerpo ajeno miro que se detenían en un salón con flores adornando la puerta, su hermano se volteó animándole a entrar, sintió como soltaban su mano, asustado apretó la mano de su hermano quien le miró dulcemente.

–Vamos Minnie se hace tarde tengo que ir a mi salón.–habló tratando de tranquilizarlo.

–Vovelas vedad.–sus ojitos brillando por el agua que se acumuló en ellos.

–Si, no te asustes mi salón es el siguiente estaré cerca de acuerdo.–soltó lentamente la mano de su hermano.

–Ujum.–avanzó un poco mientras su hermano le miraba con una sonrisa.

–Soy tu príncipe y vendré si me necesitas.–esa frase lo ánimo para entrar al salón muchos niños jugaban algunos parecían haber llorado miro una mesa vacía se acercó para sentarse no sabía que hacer, decidió permanecer callado o ese era el objetivo hasta que oyó que alguien gritaba a su lado.

–¡¡¡Poito!!!.–abriendo sus ojitos en grandes tapando sus oídos miro al niño que acaba de gritar sonreírle.

–Eles um poito.–pronunció, Jimin sin entender se sonrojo cuando el otro tocó sus mejillas–poito,poito, boito.– canturreaba.

No sabiendo que hacer sonrió para preguntar.–¿Omo te amas?.–el pequeño dejo de tocar sus mejillas le miró un momento, el cual puso un poco temeroso a Jimin después una risa le hizo sentirse tranquilo otra vez.

–Osito.–respondió entre su risa el pequeño. Jimin solo frunció sus cejitas comenzando a reír junto al otro quien le hacía bizcos con los ojos.

<<El inicio de un cuento siempre empieza con hacer buenos amigos.>>

🎶DP🎶