༻28༺

23 4 0
                                    


En la entrada de la casa Park eran recibidos con un alivio notable en ambas caras de los padres de Jimin junto a abrazos de por medio a ambos adultos mayores quiénes les sonreían y lucian a gusto con tal gesto.

–Papá que bueno que han llegado no sabes lo desesperado e inquieto que me siento.– Se Gi aprieta los brazos alrededor de su viejo padre Alfa quien le corresponde, riendo un poco.

–Se Gi... pareces otra vez ese pequeño lobezno que corría a mis brazos después de revolcarse en lodo y con lágrimas en los ojos siendo regañado por tu padre Omega hay hijo...– El sonido de un golpe seco hace al viejo callar abruptamente mientras ese olor del que lleva tanto tiempo enamorado y sigue ahí consigo, haciendole suspirar como su vida misma, hace tensar a tanto a padre como a hijo por la ligera molestia que se percibía.

–Cómo se atreven ustedes dos lobos pulgosos,– ante tal insulto la suave risa del Omega se oye antes los pequeños gruñidos de protesta de ambos hombres mientras continúa hablando– yo quien cocinaba esas galletas cada que querían o los cuidaba cada que enfermaban y ni hablar de la veces que los mimaba cada que no podrían cazar nada – un gimoteo de indignación agranda la si risa de Kuyng –hacen que mis acciones suenen hechas por un monstruo.– La dramática charla hace reír a Hye quién aparece de repente llamar la atención –Mira querido a esta dulce Omega...– Suspira de nostalgia al recordar algo –No comprendo como fue que te enamoraste de mi hijo.– está vez una carcajada hace sentir más indignados a ambos alfas.

–Pero dejando ese tema de lado... Dónde estás?– El momento hogareño se pierde entre el tenso y ansioso ambiente.

–En su habitación...,– comenta la Omega perdiendo de a poco su sonrisa –no sé que hacer... Hye se nota afligida por no saber cómo ayudar a su hijo, –Es como si hubiera algo que me impidiera llegar a él– las lágrimas se acumulan en los ojos de la Omega siendo rodeada inmediatamente por los brazos de su esposo.

–Tranquila Hye,– el viejo Alfa le habla delicadamente para que le mire –se que es complicado hace un tiempo no presenciaba un caso así, solo que en esta ocasión se han encontrado siendo cachorros y antes de siquiera ser mayores pero te aseguro que todo esto tiene solución.– termina de decir con una sonrisa cálida que le es devuelta.

–El tiene razón, así como lo que nos  comentaste  por llamada el posiblemente está molesto, aunque seguramente también está demasiado confundido es un niño todavía, déjanos verlo, ¿bien?– ambos padres estaban confundidos pero asintieron no dudando en llevarlos a la habitación del implicado.































































–Jimin, mi preciso pedazo de nube no vendrás a saludar a este viejo.– La voz ronca del mayor lleno la habitación que parecía desolada de no ser por lo que parecían pequeños lloriqueos que se escuchaban y los cuales se detuvieron para escuchar atentamente o eso creían los adultos.

–¡Oh!, quien dijo abrazos olorosos yo también quiero algunos de mi dulce nieto– esas palabras funcionaron ya que un cuerpo desnudo corrió hacia ambos –Mi pedazo de nube esponjosa, no llores– limpiando las pequeñas mejillas de su querido nieto el  abuelo Omega trata de calmarle con su olor que se extiende dulcemente por la habitación haciendo suspirar al pequeño cuerpo que se aferraba a su cintura.

–Jimin mira a este anciano.– el llamado hizo al peliazul sentirse un poco indignado quien volteo a mirar a su abuelo Alfa.

–No eres tan viejo abuelito– esa pequeña frase junto a la mirada ceñuda de su nieto sorprendido e hizo reír a ambos mayores y también un poco a Jimin.

༻𝘊𝘶𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘥𝘦 𝘏𝘢𝘥𝘢𝘴༺𝘠𝘰𝘰𝘯𝘮𝘪𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora