𝟎𝟐

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- John, por favor... - Susurra Paul suplicante, puede tener una erección pero se siente pequeño bajo John, tenían un concierto esta noche y no quería caminar como pingüino, sabía que John recargaría toda su rabia con él. - No hoy, bebé.

John gruñe con enojo.

- No me llames bebé - dice acomodándose ente las piernas de un Paul nervioso.

- Al menos deja que me pre... - Un grito rápido escapa de sus labios sin querer mientras John entra en él sin aviso alguno, el dolor le llena y arde como los mil infiernos, está mordiendo su labio, y sus ojos están llorosos resistiendo.

- Maldito seas, Lennon... - le mira a los ojos, y John está lo bastante concentrado en salir y entrar de nuevo en su primera embestida, que hace que Paul tenga que contener sus jadeos y pequeños sollozos que interrumpe. - No hay ni lubricante.

John sonríe, y entra en él rápidamente tocando su punto y haciéndole gemir, dolor haciendo su transformación.

- Siempre te sales... - Paul es interrumpido por un gemido propio, sus movimientos son rápidos, la cama cruje y su cabecera choca contra la pared - con la tuya, maldita sea, tan bueno...

Paul está desconcentrado y ha olvidado en problema anterior, John está arremetiendo contra él con fuerza.

- Retráctate... - Susurra John en su oído mientras se detiene y Paul clava las uñas en su espalda, se mueve buscando de nuevo el movimiento, pero John le toma las caderas inmovilizándole. - Sólo silo, maldita sea.

John está conteniéndose con los ojos cerrados, demasiado fuerza contenida para no mover sus caderas, a su alrededor se siente apretado y está volviéndose difícil para ambos.

- Maldición, no me importa... Sólo necesito que te muevas.

John ríe un poco, Paul está un poco desesperado y no puede evitar abrir sus ojos para observarle, sus mejillas están rojas, labios hinchados demasiado provocativos, y su respiración sale a través de su boca abierta con mucha rapidez, su cabello está despeinado y ojos llenos de deseo, el ama que el cabello de Paul también tenga mechones largos. Paul está gruñendo algo enojado, está apunto de bajar la guardia, y lo hará, John lo sabe.

- Bien, mierda, eres grande, puedo sentirte, solo brom...

De nuevo se interrumpe a sí mismo con un grito, John se mueve con más fuerza y profundidad, él grita en cada embestida, les importa una mierda quienes estén en la planta baja de la casa escuchando, o Stuart en la habitación siguiente, no les importa el ruido que hace la cama o el colchón, ellos no pueden evitar sus ruidos y sus movimientos frenéticos.

Paul gime con fuerza cuando se corre y deja marcas en la espalda de John, John aprieta sus dedos en las caderas de Paul al correrse escuchando a Paul, él deja la marca de ambas manos, incluyendo además los chupones crueles en el cuello de Paul.

John suelta una risita y sale del interior de Paul, éste se sienta de un tiro y eso le causa una corriente eléctrica de dolor por el sonido de queja que ha hecho.

- Maldito seas, eh - susurra Paul, trata de levantarse pero sus piernas tiemblan, y de nuevo cae a la cama.

Se recuesta en ella mientras John se sienta a un lado. Paul toma las delgadas sábanas y se limpia el estómago, gatea detrás de John para también limpiar su estómago.

- Pero aún me amas... - John dice, sosteniendo la mano de Paul que sostiene la tela.

Paul gruñe y esconde su rostro en su espalda, lo vuelve a maldecir en voz baja.

- Lleva esto abajo y deja de ser un cretino - dice en la espalda de John y se aleja dejando la tela en manos de éste, se recuesta sobre la sábana tratando de pensar menos en el dolor para poder recuperarse e ir a darse una ducha.

[...]

- Carajo, hasta que por fin - susurra Ringo desde el sofá, mientras que John está bajando por las escaleras en bóxers.

John le muestra su dedo medio. Camina hasta la cocina sin fijarse en George sobre las piernas de Ringo fumando, haciendo círculos con su boca muy entretenido, y Ringo disfrutando de la televisión en el sofá.

Un ruido contra la pared, un gemido, y eso se vuelve un patrón, viene desde arriba y John ríe mientras toma una cerveza de la nevera y se dirige con los chicos.

- No somos los únicos - dice John echándose en el sofá, George ríe. - Pues eso no se compara, maldición, voy a atener a Paul en mis sueños, es una mierda hecha de puro ruido, es como un muñeco apretable, ya sabes - dice Ringo, y John se encoge de hombros.

- No estará abajo en un buen rato.

George ríe y recuesta su cabeza en el pecho de Ringo, extiende la mano hacia John con el cigarrillo y éste lo toma. Los ruidos en el cuarto de Stuart no cesan, bastante extraño que traiga chicas a estas horas, siempre es luego de un evento, aí que probablemente hagan doble función hoy.

- ¿Quién es esta vez? - dice John, y George levanta el rostro para mirarle.

- Es pelirroja, creo que estaba borracha porque al llegar sólo reía - responde y está jugando con el cuello de la camisa de Ringo, todos siempre pedían a John y a Paul que fueran como ellos, pero en realidad es bastante difícil si miras más a fondo en su complicada relación, no funcionaban sin peleas.

- Cuándo será el día... - John suspira.

Ringo se ríe mientras George hurga con su nariz por el cuello de Ringo.

- Ustedes deberían pensar en eso, y sabes que me importa muy poco, pero de lo poco que me importa es que eso arruina nuestro día también, hasta nuestros shows, ¿recuerdas la vez que Paul se fue del concierto porque tú alegremente decidiste subir a una fan y besarla porque ella te lo pidió?

John gruñe.

- ¿Estás dándome sermones, Ringo Starr?

Ringo asiente y George lo empuja levemente.

- Déjalos, ya verás que sabrán algún día lo cabrones que están siendo el uno con el otro.

John se encoge de hombros y bebe de su cerveza, escucha pasos en las escaleras, son lentos y cuidadosos, Paul siempre se duchaba rápidamente luego del sexo, él dice que odia el olor y John sólo ríe diciéndole comentarios sarcásticos, John no puede recordar la vez que se dijeron "te amo" y si alguna vez se comprometieron realmente como una relación, la verdad ni le importa, no recordaba su aniversario, ¿unos dos años podrían ser? ¿Septiembre? ¿O tal vez Febrero?

- Paul - canturrea, y éste le mira con desprecio -. Trae un cigarrillo y compártelo con Johnny, ¿sí?

John está poniendo un puchero falso.

Paul menea su mano moviendo el mecho de su frente a un lado y termina girando hacia la cocina, que por cierto, estaba hecha un desastre. Paul camina un poco abierto, puede ver como reste fruncir su rostro por la sensación punzante, la conoce.

Paul no tarda mucho y camina más rápido yendo hasta John, quizás no quiere que él lo note, lleva una camisa holgada blanca, unos jeans igual de holgados pero que no dejaban de mostrar sus curvas y unos tenis que hacían juego con la camisa.

Se echa sobre John y le arrebata la botella, le ofrece el cigarrillo y el encendedor mientras bebe de su botella una gran porción.

John lo enciende en su boca y absorbe el humo, Paul a dejado la botella en la mesa a un lado, su rostro es extraño cuando se mueve para poner una pierna de cada lado de John, un pequeño dolor le atraviesa.

John le ofrece el cigarro, pero antes de soltar su mano entregándoselo por completo con la otra acerca su rostro y sus labios, deja salir el humo sobre la boca de Paul. La verdad es que John tampoco recuerda cómo era su vida antes de Paul, ellos estaban equivocados, en su cabeza aunque no lo aceptara, John quería esto para siempre.

𝐏𝐚𝐫𝐚𝐥𝐞𝐥𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora