EL ARTE DE DEJAR IR

A veces me dicen que no supero las cosas, otras veces me preguntan cómo hago para olvidarme tan rápido. Para ser sinceros ni yo me entiendo, solo dejo que todo fluya y trato de ver el lado bueno sin caer en la "positividad tóxica". Si lloré, y mucho; dejé que ese sentimiento me atrapara e hiciera lo que deseara en mí. Pero también pasaron los dias y la felicidad llegó por si sola.

Aumenté el tiempo que pasaba haciendo las cosas que me hacían sentir bien: pasé de correr 30 minutos diarios a hacerlo por 1 hora, en vez de escuchar 1 album de Taylor Swift diariamente, me disfrutaba 3 seguidos... Y así fui enfocándome en mi y en mi bienestar, ya los sad feelings habían causado suficientes estragos, era hora de centrar mi atención en lo que era bueno para mí.

Fue ahí cuando decidí publicar mis más profundas palabras producto de los lugares más oscuros de mi mente y corazón. Definitivamente ahí supe que el control lo tenía yo, que podía seguir con mi vida e incluso cumplir mis sueños a pesar de estar en días grises.

¿Todavía pienso en ello? Por supuesto, cada día, pero lo veo desde otra perspectiva, desde el aprendizaje, desde el poder que no sabía que tenía. ¿Cambiaría lo que sucedió? Me gustaría, aunque no es posible. ¿Lo extraño? Claramente, sin embargo también acepté que la vida continúa, y se siente súper cuando por fin logras salir de donde estabas estancado.

Agradezco por todas las cosas que han sucedido a lo largo de mi camino, las cuales me hicieron ser la gran persona que soy ahora.