Seúl, Corea del Sur. Diciembre 15, 2035. 8:30pm.
Con la luna en su máximo esplendor, un castaño androide paseaba por los jardines de la gran mansión de los Jeon.
Su trabajo ahí consistía en ayudar a los quehaceres del hogar, hacer la comida y la última pero menos importante, complacer todas las órdenes que tanto los señores Jeon como su primogénito le ordenaban.
Después de un largo día de trabajo, aquel androide, siempre salía por las noches para disfrutar de la brisa nocturna y poder contemplar del precioso lago que se encontraba frente a la mansión de los Jeon, este recorrido, haciéndose ya un hábito que por 2 años, se había hecho repetitivo.
Amaba su trabajo, pues la familia Jeon siempre había sido tan amable y considerado con él, aún cuando sabían que no era humano.
Perdido en sus pensamientos, no escucho a la persona que había llegado y se encontraba situada tras él.
No fue hasta que unos fuertes brazos se posaron en su cintura, que se dio cuenta que alguien más estaba con él.
Dando un pequeño salto en su lugar, lentamente giró su cuerpo para poder ver a aquella persona que lo sujetaba tan delicadamente como una flor de su cintura.
—Jungkook, ¿qué haces despierto a esta hora? —acariciando su rostro delicadamente, una hermosa sonrisa adornó los labios de aquel hermoso androide
—Te extrañaba y no podía conciliar el sueño —hundiendo su rostro en la curvatura del cuello del chico frente a él, depositó un delicado beso
—Sabes que no puedo dormir junto a ti Kookie, eso pondría tú vida en peligro
—No me importa estar en peligro si no puedo estar junto a la persona que amo, esa estúpida ley jamás debió de existir
—No te enojes, que te parece si te acompaño y me quedó a tú lado hasta que puedas dormir, ¿te agrada la idea? —sujetando el rostro de su novio, acarició este mientras depositaba un beso en sus labios
—Lo tomaré, pero mañana pasarás todo el día conmigo
—Está bien Kookie
Tomándose de sus manos, ambos recorrieron una vez más el extenso y bello jardín de aquella mansión, acompañados de algunas risas y besos robados.
El androide castaño no podía definir muy bien la emoción que sentía cada vez que su adorable humanito hacía un berrinche al no poder dormir junto a él o al no estar de acuerdo en cómo se regía el mundo actualmente.
Lo único en lo que podía pensar era en lo adorable que era al siempre actuar de esa forma con la edad que tenía, era como un bebé.
Su lindo y adorable humanito enfurruñado.
Acariciando los sedosos y suaves cabellos azabaches, comenzó a cantar la canción favorita de Jungkook, con cada toque podía sentir como aquel hermoso chico iba relajadandise cada vez más.
"When the rain is blowing in your face
And the whole world is on your case
I could offer you a warm embrace
To make you feel my love
When the evening shadows and the stars appearAnd there is no one there to dry your tears,
I could hold you for a million years,
To make you feel my love."Con la luz de la luna alumbrando aquella espaciosa habitación, Taehyung pudo apreciar el semblante relajado de Jungkook, una de las cosas favoritas del castaño, era ver cómo Jungkook dormía tan relajadamente.
Depositando un delicado beso en los acolchonados y suaves labios del azabache, Taehyung se dispuso a salir de aquella habitación para dirigirse a la suya, más una mano se lo impidió.
—¿Qué sucede Kook? —preguntó el androide tomando su mano
—Toma las flores y nota que está en la mesita de noche, es un regalo para ti —con su voz ronca y adormilada, el azabache musito con hermoso puchero en sus labios
—Muchas gracias Kookie~
Tomando aquellas flores y la carta, Taehyung beso una última vez los labios de Jungkook y salió de aquel lugar.
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Android Love ᵏᵒᵒᵏᵗᵃᵉ
FanfictionUna simple regla tenían que seguir, una única regla que fue rota por el más puro sentimiento que es el amor. Kim Taehyung, un androide que trabajaba para la familia más poderosa de Seúl, es envuelto en un romance con el hijo primogénito de la famili...