Epilogo

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Algo desorientado veía como el pelinegro estaba sobre su pecho durmiendo, y el ya borracho se desabrocho un poco la corbata debido al calor que tenia, escucho un ronquido por parte de las mas bajo y lo único que pudo fue sonreír, para luego sin pensarlo tomar la cara de Yuuri y comenzar a besar su rostro con cuidado, empezando por sus cachetes que tanto le gustaba tocar y lo seguía haciendo, hasta que de repente el sueño lo invadió, y como si el japonés fuera un oso, lo abrazo fuertemente contra su cuerpo y al cerrar sus ojos, una sensación de plenitud creció dentro de el.

A la mañana siguiente, despertó con un gran dolor de cabeza, y a recordar todo lo que paso la noche anterior se levanto de un solo golpe, miro la cama del hotel y Yuuri ya no estaba ahí, la felicidad que habia sentido anoche se fue esfumando mientras se aseaba y cambiaba por otro cambio de ropa, busco algo que haya dejado Yuuri pero no encontró nada, ni una nota o un recado.

Soltó un suspiro cargado de decepción, ¿Por qué anoche no escucho su propia voz?, acaso ¿lo correcto era volver a Japón y recuperar la amistad que habia tenido con Yuuri?, espero que su voz interior le hablara, aunque fueran solo unas míseras palabras pero no escucho nada.

Se habia alejado por tanto tiempo solo por el miedo de sentir dolor otra vez, pero en vez de eso, la noche anterior todo fue diferente a lo que esperaba sentir, se sintió enamorado y feliz, como nunca después de tantos años se habia sentido. Cuando termine la temporada volverá a Japón, dejara de ser tan inmaduro y solo dejara que su corazón guie sus propias decisiones.

Pero sin darse cuenta, habia pasado un año desde que prometió eso, intento tantas veces viajar a Japón pero las competencias y entrenamientos se lo impedían, cerro la puerta de su departamento y con Mackachin se recostó en el sillón celeste claro, tiro su cabeza hacia atras y comenzó a pensar.

¿Yuuri se habrá sentido igual?, todo el tiempo pensó en lo que habia hecho, en como habia actuado por tener inseguridades y en como perdió la oportunidad de revelar sus sentimientos al pelinegro, pero hace tantos años no era el momento correcto pero estaba seguro de que ahora lo seria.

Paso tanto tiempo desde la ultima vez que vio a sus padres y no ha tenido ninguna amenaza por parte de desconocidos, su madre en verdad tenia razon al marcharse pero eso era parte del pasado ahora, y que por que le doliera, ya habia sido parte de el y aquello no lo podía cambiar.

Sacudió su cabeza para sacar esos pensamientos de sus cabeza y encendió su celular, entro al buscador pero al fijarse en las tendencias sus ojos se abrieron con sorpresa, ¿por que el nombre de Yuuri estaba en tendencias?, rápidamente entro y lo primero que le apareció fue un video del pelinegro, quien ahora estaba mas subido de peso pero eso no le molestaba, pues le hacia recordar a cuando era mas joven.

Mientras veía el video, sus ojos brillaron con intensidad al ver cada movimiento que hacia el japonés, como interpretaba tan bien su propia coreografía, una sonrisa estaba formándose en su rostro de forma inconsciente, continuo viendo y fue como si una melodía que jamás habia escuchado se reprodujera en su cabeza, como si el cuerpo de Yuuri fuera capaz de crear una melodía tan hermosa y que solo Victor era capaz de oír.

Al terminar de ver el video, llevo su mano a su pecho, asustado por escucharlo palpitar tan fuerte dentro de su pecho, ¿este era el amor que no habia sentido en tanto tiempo?, se levanto del sillón y corrió hasta su habitación desesperado por encontrar su maleta, metió cualquier ropa que fuera necesaria y en otra guardo las cosas de Mackachin, a este le puso su correo y salió corriendo al auto, y como si fuera un maniático, anejo lo mas rápido que pudo hasta el aeropuerto.

Llegaría de sorpresa, y le pediría disculpas por todo lo que hizo, en su mente creía que Yuuri también recordaba todo del día del banquete.

¿Por que no hizo esto antes?

Be Around me [Victuuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora