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Nie Mingjue no sabía exactamente lo que sentía cuando Wei Ying no sonreía, en especial porque lo conocía con anterioridad, lo conocía como alguien juguetón y con un alma libre.

Le recordaba demasiado a su hermano, teniendo que esconderse detrás de él para no llamar la atención, aunque Wei Ying era su propia sombra.

Usaba el cultivo demoníaco para esconder la falta de su núcleo dorado.

El mismo que estaba ahora en Jiang Cheng, a quien continuamente miraba alcanzar su energía espiritual, con una expresión de dolor crudo.

En ese momento seguían en muelle de loto, Wei Ying estaba sentado bajo la sombra de un árbol observando a los discípulos mayores entrenar con sus espadas, mientras que los más pequeños sé encontraban tomando clases, entre ellos su hijo, a quien Jiang Cheng había insistido en enseñar.

—Líder de Secta Nie —saludó, asintiendo con la cabeza cuando estuvo sentado a su lado.

—¿Cómo estás?

Wei Ying se tomó un instante para pensarlo.

—Bien, estoy en casa. Todos nosotros, estamos en casa.

»Por fin.

***
N/A: no, Mingjue no está enamorado de Wei Ying. Lo mira como a su hermano 🤨

Una vida sin ti [finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora