El Pecado del Alquimista 2 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 8

Aria

1 de Noviembre – 14:01 PM

Liyue - Lugar desconocido

Me dio tiempo a bajar de nuevo toda la montaña. Xiao no parecía querer irse de aquel templo, debían estar teniendo una profunda charla que, la verdad, me encantaría haber podido escuchar.

En aquel momento, de pie, observaba el fluir del río mientras me perdía en mis pensamientos. Venían a mi mente distintos sucesos de aquel místico ritual: la flor, el lazo y, sobre todo, aquel calor... Si no conociera el borderío de Xiao, cualquiera diría que era un ritual romántico.

Entonces, sentí una fuerte presión en mi espalda que, inexorablemente, me empujó hacia delante.

Sin nada que pudiera hacer y debido a la sorpresa, caí dentro del río.

-Xiao: te dije que te tiraría al agua por aquel frío mejunje –sonreía de una forma pícara.

Sin embargo, había algo distinto en su mirada. O, más bien, algo mejor: como si se hubiera liberado de un oscuro temor.

-Aria: ¡te odio, te odio! –gritaba, enfadada. El agua me llegaba por debajo del pecho, pero, antes de poder salir a la superficie, me había sumergido por completo debido al impacto.

Por supuesto, me vengaría. Esperaba que estuviese preparado.

Él también saltó al agua y nadó hasta mí.

-Xiao: también eres preciosa totalmente empapada –aquel tierno comentario me dejó boquiabierta. Incluso sus dorados ojos parecieron lanzarme una cálida mirada.

No había una segunda y negativa apreciación, o un tono irónico. Pareció un elogio de verdad, de aquellos que se pronunciaban... en un noviazgo.

En medio del agua, tomó mi rostro y me besó con ardiente deseo. Y, en aquel íntimo y fogoso gesto, sentí el vínculo que, antes simbolizado en tela, habíamos forjado aquel tiempo. Pocos habían sido los días que no hubiéramos compartido todas sus horas y, pese a ello, nunca se hicieron excesivas. Estaba lejos aún de llamar "hogar" a Xiao, pero, por primera vez, mientras sus labios me hipnotizaban, creí que algún día podría ser él... el lugar donde regresaría cada noche por la posteridad.

No éramos perfectos, habíamos errado y ni siquiera éramos similares. Y, sin embargo, como dos imanes, nuestras almas volvían a reencontrarse, como si el mismo destino nos hubiera seleccionado. Era una sensación que siempre tuve desde que Xiao abrió su corazón en el campamento, pero la perseverante imagen de mi hermano en la cabeza no me permitía aceptarlo.

***

Preservadora

3 de Noviembre – 13:22 PM

Liyue – Montaña Aozang

Antes de que Xiao tuviera que arriesgarse para entrar en el sueño de un humano, la idea de conocer en persona a Aria era motivo de alegría. Había hecho innegablemente feliz a nuestro último Yaksha y, por ende, yo estaba orgullosa de aquella relación. No obstante, al final, acabé temiendo un fatal desenlace.

Aria debía amar a otro hombre, el mismo que había salvado Xiao de una muerte segura para, con ello, salvarla también a ella. Si la intensidad de aquel amor cruzaba el límite de no poder seguir viviendo pese a la muerte del otro, ya era un asunto serio en el que no quería que mi amigo estuviese metido.

-Ganyu: ¡está riquísimo! –gritaba, más que complacida, aquella cornuda jovencita-. ¿Puedo probar también tu tofu? –preguntó, ya con su tenedor acercándose peligrosamente al plato de Xiao.