Capítulo 74

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Aria

7 de Diciembre – 20:36 PM

Mondstadt – Taberna de Diluc

Después de agradecer, personalmente, a cada uno de los invitados, corrí a por mi hermano. Pensé que, tras lo ocurrido hacía unas horas, no iba a venir, ¡pero ahí lo tenía de nuevo! Se lo agradecía inmensamente.

-Aria: ¡Al! –me fue imposible no abrazarlo. Salté a su cintura como una niña, una vez más-. ¡Me alegra tanto que estés aquí!

Y el pelirrubio, un poco avergonzado dado el carácter público actual de aquel gesto afectivo, se sonrojó un ápice.

-Albedo: A-Aria –musitó, nervioso.

Timaeus suspiró.

-Timaeus: me seguís dando una horrible envidia, señor Albedo –comentó, mientras observaba mi gran sonrisa-. ¡Yo también quiero una hermana así!

Mi hermano fingió reírse.

-Aria: ¿qué tal estás, Timaeus? –era la pregunta protocolaria-. No te veo desde Espinadragón.

-Timaeus: regresé a mi puesto alquímico, donde fantaseo con ir a investigar Liyue algún día –contó, nostálgico-. Ojalá pudiera llevarme conmigo a alguno de vosotros dos –bromeaba.

Pero a Al no le gustó mucho la broma.

-Albedo: Aria está ocupada con mis propias investigaciones –lo miró con cierto recelo.

-Timaeus: sigue siendo el hermano sobreprotector, ¿eh? –soltó varias carcajadas, y se le cayó parte del líquido de su copa debido a las sacudidas de su risa-. Bueno, será mejor que os deje un rato a solas.

Ambos asentimos con la cabeza, y su antiguo compañero de alquimia fue a bailar con otros la alegre música del bardo.

-Aria: muy escasas veces te he visto portando una gran jarra de cerveza –me sorprendió incluso que fuera por la mitad de la bebida. No le agradaba mucho el alcohol.

-Albedo: tu amigo me obligó –suspiró, refiriéndose, muy probablemente, a Venti.

Me separé de su cuerpo al fin y lo miré directamente:

-Aria: gracias por venir, Al.

De pronto, agarró mi oreja y tiró de ella el número de años que había cumplido. ¡Aún me trataba como una niña! Traté de zafarme de él durante los constantes tirones, pero me había cogido bien.

-Albedo: te estás haciendo mayor –sonrió, al terminar la tortura.

Y se llevó la jarra a la boca, tomando un largo sorbo.

Entonces, supe que no estaba bien. Fingía como un perfecto actor, pero... había aún un profundo pesar en su corazón. Tras tantos años a su lado, no podría ocultármelo a mí, por mucho que se esforzara.

-Aria: quizá debería pedir esta vez un zumo para ti –comenzó a preocuparme que pudiera beber de más, aunque fuese una idea casi imposible de relacionar con mi hermano.

-Albedo: ¿es acaso una revancha? –bromeó, aunque no con muchas fuerzas.

-Aria: puede –expresé, sacándole la lengua en un gesto divertido.

-Albedo: yo puedo controlar el alcohol –aseguró, serio.

***

Aria

7 de Diciembre – 23:51 PM

Mondstadt – Taberna de Diluc

Fue una fiesta genial, ¡y ya era decir en mí! Tras devorar entre todos la tarta y soplar unas velas que había adquirido mi hermano, incluso yo bailé, aunque de forma humillante. No obstante, debido a todo el alcohol que se había servido, sabía que pocos iban a recordar mi ridículo.

-Venti: será mejor que lo lleves a casa –comentó el bardo, sorprendido por el estado al que había llegado mi hermano al final de la fiesta-. Mira –tocó su sonrojada mejilla y ni se inmutó-, está completamente vulnerable –reía.

"Yo puedo controlar el alcohol, ¿eh?", pensaba ahora, mientras observaba a mi hermano dormido sobre la barra. Había bebido más de tres jarras, lo cual, para él que no bebía mucho habitualmente, fue más que implacable para su cuerpo.

Debí imaginar que su baja tolerancia y su pesar actual no iban a ser una buena combinación.

Agarré su brazo y me lo pasé por encima de los hombros.

-Albedo: déjame, Aria... -su voz estaba adormilada-. Yo puedo regresar solo a casa.

-Aria: ¿solo? –inquirí, ofendida-. Cualquiera podría asaltar a mi hermanito ahora, y no pienso permitirlo –fui tajante.

-Venti: sí, hasta yo me lo plantearía –comentó, también bastante borracho. Y yo le tiré de una de sus trenzas-. ¿Qué? –se quejó, un poco dolorido por el tirón de pelos-. Era para darte más argumentos –bromeaba.

Prácticamente, forcé a Al a salir de la barra y a apoyarse encima de mí.

-Aria: gracias por todo, Diluc –expresé al pelirrojo tabernero antes de salir por la puerta.

Él agachó la cabeza levemente.

El Pecado del Alquimista 2 [+18] (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora