The one and only

Capítulo II

-Entonces, ¿Cuál es tu historia, rizos? - Se atrevió a preguntar Zayn.

3 días antes

Mamá, Papá. - Harry estaba nervioso, estaba a punto de tomar la decisión más difícil de su vida. Iba a decirle a sus padres algo que sabía desde pequeño, desde que se enamoró por primera vez.

Fue a la edad de once años cuando conoció a Conan. Este era todo lo contrario a Harry; animado, hiperactivo (y hetero). Con el paso del tiempo, Harry y Conan se hicieron mejores amigos, pasaban la mayoría del tiempo juntos y sabía todo del otro. Si no fuera porque todos conocían a la familia Styles y sabían sobre sus creencias, cualquiera pensaría que eran pareja.
Conan y Harry eran inseparables se notaba que se querían mucho, eso hizo que Harry confundiera sus sentimientos; Harry se enamoró de Conan.

- ¿Qué pasa, Harry? ¿Estás bien, hijo? - pregunto Anne preocupada.

-Harry, si vas a decir algo dilo ya, no tengo todo el tiempo del mun...- Des ni siquiera termino de hablar, fue interrumpido por Harry.

-S-soy gay. - Se armó de valor. Por fin lo hizo. Salió del clóset.

Los padres de Harry, Anne y Desmond Styles, siempre fueron conservadores y cerrados. Eso le causaba conflicto a Harry, ya que, por el contrario, él siempre fue una persona liberal, abierta. Aunque es cierto que Anne no aceptaba ciertas actitudes y pensamientos, siempre hizo lo posible para comprender lo que su esposo nunca aceptaría. El problema siempre fue Des, a diferencia de Anne (que por lo menos trataba de entender lo que pasaba), él siempre había sido muy tradicional, le parecía una tontería todo lo que no entrara en sus creencias. Era el tipo de personas que, si no estás de acuerdo con él, tu opinión no cuenta. Eso último hizo que Harry se volviera más tímido y callado de lo que ya era, le daba miedo el rechazo por parte de sus padres. Nunca pudo hablar con Anne sobre diversos temas, ya que si Des se enteraba, les iría mal a ambos.

Odiaba tener que “salir del closet”, odiaba las etiquetas. Pero sabía que para sus padres las etiquetas eran algo necesario, crecieron en épocas diferentes, necesitaban ponerle un nombre a todo para poder procesarlo y entenderlo mejor. Harry entendía eso, pero no significa que le gustara.

- ¿C-cómo? - Su madre parecía querer desmayarse. Realmente parecía sorprendida, su mirada era fría mirando a un punto fijo. Su reacción rompió a Harry, lo destrozó, no podía ver a su madre así y menos por su culpa.

Su padre se acomodó en su asiento, mudo. Harry lo vio cruzar los brazos con una mirada observadora, juzgadora y por supuesto, con un nivel de decepción que nunca había visto en sus ojos.

-Sube a tu habitación. – A pesar de verse calmado, por dentro Des realmente estaba furioso, nunca había estado tan enojado.

-Pero, papá yo...

- ¡Sube a tu habitación, Harry! - Este último grito, lleno de odio, hizo que Harry rompiera en llanto. Obedeció a su padre y subió a su habitación, ya sabía lo que pasaría.

Dos horas después, Des decidió subir a darle una lección a su hijo menor. El rizado estaba acostado llorando; sus padres lo rechazaron. Ese pensamiento se mantenía en su cabeza, estaba destrozado, nunca se había sentido peor, trataba de olvidarse de todo y dormir. Un golpe lo interrumpió.

- ¡Abre la puerta! - Gritaba Desmond mientras se quitaba el cinturón.

Harry asustado, abrió la puerta lentamente. Él sabía lo que pasaría, no sería la primera vez.

-Papá, p-por favor, no. - Suplicaba Harry a la vez que lloraba.

- ¡Cierra la maldita boca y voltéate!