cap 4

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trate de tareas aprobadas por el Estado. En Durante unos instantes, kyuhyun y yo asimilamos la escena de nuestro caso se limita básicamente al

transporte de carbón, aunque no estamos en un tren de mercancías normal, sino

en uno de los modelos de alta velocidad del Capitolio, que alcanza una media de

cuatrocientos kilómetros por hora. Nuestro viaje nos llevará menos de un día.

En el colegio nos dicen que el Capitolio se construy ó en un lugar que antes se

llamaba las Rocosas. El Distrito 12 estaba en una región conocida como los

Apalaches; incluso entonces, hace cientos de años, y a extraían carbón de la zona.

Por eso nuestros mineros tienen que trabajar a tanta profundidad.

Por algún motivo, en el colegio todo acaba reduciéndose al carbón. Además

de comprensión lectora y matemáticas básicas, casi toda la formación tiene que

ver con eso, salvo por la clase semanal de historia de Panem. Se trata

principalmente de tonterías sobre lo que le debemos al Capitolio, aunque sé que

tiene que haber mucho más de lo que nos cuentan, una explicación real de lo que

pasó durante la rebelión. Sin embargo, no pienso mucho en ello; sea cual sea la

verdad, no veo cómo me va a ay udar a poner comida en la mesa.

El tren de los tributos es aún más elegante que la habitación del Edificio de

Justicia. Cada uno tenemos nuestro propio alojamiento, compuesto por un

dormitorio, un vestidor y un baño privado con agua corriente caliente y fría. En

casa no tenemos agua caliente, a no ser que la hirvamos.

Hay cajones llenos de ropa bonita, y Effie Trinket me dice que haga lo que

quiera, que me ponga lo que quiera, que todo está a mi disposición. Mi única

obligación es estar lista para la cena en una hora. Me quito el vestido azul de mi

madre y me doy una ducha caliente, cosa que nunca había hecho antes. Es como

estar bajo una lluvia de verano, sólo que menos fría. Me pongo una camisa y

unos pantalones de color verde oscuro.

En el último segundo me acuerdo de la pequeña insignia de oro de Madge y

le echo un buen vistazo por primera vez: es como si alguien hubiese creado un

pajarito dorado y después lo hubiese rodeado con un anillo. El pájaro sólo está

unido al anillo por la punta de las alas. De repente, lo reconozco: es un sinsajo.

Son unos pájaros curiosos, además de una especie de bofetón en la cara para

el Capitolio. Durante la rebelión, el Capitolio creó una serie de animales

modificados genéticamente y los utilizó como armas; el término común para

denominarlos era mutaciones, o mutos, para abreviar. Uno de ellos era un pájaro

especial llamado charlajo que tenía la habilidad de memorizar y repetir

conversaciones humanas completas. Eran unas aves mensajeras, todas ellas

machos, que se soltaron en las regiones en las que se escondían los enemigos del

los juegos del hambre (kyumin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora