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Aquel castaño miraba orgulloso a su amigo mientras escribía su nombre para el próximo concurso de piano, uno que se realizaría en su escuela dentro de pocas semanas.

Taehyung siempre estuvo al lado de Park.

Dando un vistazo al pasado, la manera en que se conocieron fue muy divertida, los dos pequeños con tan solo unos siete años vivían en dos países distintos y acababan de mudarse a Seúl, ninguno conocía el lugar, y no habían logrado encajar completamente en ese mundo completamente nuevo, no habían logrado hacer amistades.
Como si fuese el destino o un puñado de casualidad terminaron en la misma heladería, a la misma hora, el mismo día. ¡Vaya suerte!

Tae fue quien rompió el hielo y le preguntó cuál era su sabor de helado favorito, Jimin quien desde pequeño poseía un temperamento muy malo, sólo lo miró con cara de pocos amigos y eso hizo que el castaño riera, aquella reacción le había parecido divertida, para el rubio eso era nuevo.
Al final del día los dos terminaron siendo buenos amigos.

Para Kim, aquel chico de rubios cabellos siempre fue su modelo a seguir, aquel joven que siempre decía lo que pensaba sin miedo alguno, preparado a abrirse paso para cumplir sus sueños y por supuesto él estaba dispuesto a permanecer a su lado cuando lo hiciese. Sin embargo, las cosas cambiaron un poco cuando el padre de Jimin murió, como si aquella persona que admiraba tanto fuese una pequeña llama, la cuál de repente se agranda quemando todo a su paso sin ninguna clase de piedad o remordimiento. Para el, eso era Jimin ahora.

—Ya no hay marcha atrás, ¿De acuerdo?—le dijo tomándolo por los hombros divertido, lo suficientemente feliz.

—Lo sé—le contestó correspondiendo esa felicidad.

—Por cierto, ¿Qué fue lo que te hizo cambiar de opinión?

—Sonará algo raro viniendo de mi, pero...—divago rodando los ojos y suspiró con pesadez—El novio de mi madre me terminó de convencer por completo.

—¡¿Qué!? ¡¿Desde cuándo tu mamá tiene novio!?—cuestionó sorprendido e indignado.

—Desde—pensó unos segundos—¡Ni siquiera yo lo sé! Un día simplemente llego a casa con ese señor.

—Debió ser realmente una sorpresa. Seguro quisiste golpearlo.

—Como sea, no sólo lo hago porque él me lo haya sugerido—continúo—Es solo que, quiero re conectarme de alguna manera con papá, el piano es la única forma de sentirlo.

El castaño sonrió con dulzura y envolvió a su amigo en un cálido y apretado abrazo.

—¿Cómo está Hobi? ¿Aún se siente mal?—preguntó el rubio cambiando de tema.

—Vomito durante la noche, fue... ¡Asqueroso!—expreso con disgusto al recordar tal escena mientras se separaba con lentitud de su amigo—Era una especie de baba azul fosforescente, ¡Estuvo loco!

—¡Ah! ¡Yo tenía que haber visto eso!—exclamo.

—En fin, decidí que lo mejor era dejarlo descansar en casa, aprovechando que mamá fue a visitar a mi tía en Jeju.

—Es un alivio, espero que esté mejor—mencionó siendo sincero—La verdad es que, lo extraño un poco.

Por más que Jimin quisiera, no podía negar el hecho de que poco a poco se acostumbraba a la presencia de aquel extraterrestre, poco a poco comenzaba a encariñarse con el, comenzaba a considerarlo uno de sus mejores amigos.
Ya no podía negarlo.

Mientras tanto en la casa de Taehyung, se encontraba un extraterrestre algo inquieto y curioso

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Mientras tanto en la casa de Taehyung, se encontraba un extraterrestre algo inquieto y curioso.
Aquel mareo se había ido y solo aparecía poco tiempo después con una menor intensidad, una más soportable.
La verdad era que...estaba aburrido, extrañaba el mal carácter de Jimin, las preguntas extrañas de Tae, incluso ahora podía extrañar la seriedad de ese chico peli negro de nombre Min Yoongi que conocía hace poco. Cuando estaba con ellos todo era divertido, cuando estaba con ellos se sentía como en casa.
Algo triste salió de la cama y bajó por las escaleras en busca de comida, sin embargo, no encontró nada que abriera más su apetito, así que una idea loca cruzó por su cabeza: Salir.
El alíen tomó unas cuantas prendas sin combinar del armario y salió en busca de diversión.

¿Recuerdas la primera vez que observaste el mar? ¿La primera vez que miraste un bello atardecer? O ¿Quizá la primera vez que sentiste la lluvia?

Cuándo miras un mundo nuevo por primera vez, todo te parece maravilloso, mágico, como si estuviese dentro de una fotografía, quieres quedarte a vivir dentro de ella, pues la sensación es gratificante.
Así era todo para Hobi, la tierra le parecía hermosa sin lugar a duda.

Caminó unas cuantas cuadras hasta llegar al súper donde acompañó por primera vez a su amigo rubio, rápidamente se fue a la zona donde se encontraban los refrigeradores, su ojos se iluminaron al ver aquella bebida, la cual se había vuelto su favorita desde que llegó a ese lugar. Tomó dos y con tranquilidad caminó hasta la salida, iba a irse sin pagar, pero antes de poder llegar, algo lo hizo detenerse.

Las dos bebidas cayeron al suelo, pues las había soltado por tal sorpresa, los ojos casi se le salen, su respiración se volvió acelerada y su grande sonrisa desapareció a los segundos.

En el estacionamiento, estaba aquel subordinado de Rugan. Lo habían encontrado.
Y el pánico se apoderó de él.

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