Somewhere to Belong

22 ~ Reunidos

Sabo tembló mientras se sacaba la camisa nueva por la cabeza y alrededor del cuello, haciendo una mueca de dolor cuando la acción tiró de las heridas de su espalda. Sabo tragó saliva al sentir la seda púrpura contra su piel. A su amo no le gustó la idea de sus esclavos en nada más que lo mejor y como muestra de generosidad les permitió usar la fina tela.

Sabo respiró profundo y tembloroso para calmarse. Ahora era un esclavo.

Tendría que acostumbrarse a ese pensamiento.

Lo habían comprado.

De hecho, alguien había pagado dinero para que pudieran poseerlo y eso lo enfermó.

Lo único que le impidió abandonar el barco y dejar que el collar bomba hiciera su trabajo fue la promesa que le habían hecho él y sus hermanos. Continuaría mientras pudiera soportarlo.

Por ellos.

Necesitaba volver a ver a sus hermanos. Él iba a ver a sus hermanos de nuevo. Solo tenía que esperar el momento oportuno.

"Te sugiero que borres esa mirada de horror de tu rostro, muchacho" le gruñó un anciano que vestía el mismo uniforme de seda púrpura. "No te gustará lo que sucede si tienes algo más que una sonrisa en tu rostro. Estos nobles quieren que estés feliz de servirles, así que te sugiero que actúes como tal"

Sabo sintió ganas de gritar. Después de que todo estuvo dicho y hecho, regresó con los nobles. Después de haber luchado tanto para escapar. Oh, bueno, al menos ellos. Prefiere ser un esclavo que un noble.

Esta familia era más alta que la suya. No podía recordar el nombre de su nuevo... dueño, pero lo reconoció cuando lo escuchó, lo que significaba que probablemente eran una familia prominente.

No tan alto como los Dragones Celestiales, pero aún eran bastante poderosos.

Sabía que esto vendría desde hace un tiempo. Darius lo había sacado a rastras de su celda un par de días después de obligarlos a subir a su barco. Le había dado una paliza a Sabo y lo había azotado para asegurarse de que se portara bien antes de tener una videoconferencia con el noble. Habían examinado a Sabo por la transmisión de video, dijo que tenía características agradables y se veía lo suficientemente limpio. Había hecho una oferta y desde ese momento Sabo le había pertenecido.

No tuvo el corazón para decirle a Ace o Luffy, avergonzado de no haber podido defenderse o detener la transacción. Ace probablemente pensó que le había pasado algo realmente horrible porque no le había contado lo que pasó. En ese momento solo estaba negando que hubiera sucedido. El rubio pensó que tal vez si no decía lo sucedido lo haría desaparecer.

Era estúpido esperar que todo el asunto fuera solo una pesadilla. Ahora estaba en un barco que pertenecía a una estúpida familia noble. Todo era del mismo horrible color púrpura y lo odiaba.

El anciano ahora se quejaba de él por algo u otro "Si no actúas bien, no vas a durar" Sabo escuchó lo último de lo que dijo el anciano.

Él puso los ojos en blanco.

"Cállate" le dijo al anciano.

"No puedes hablarme así. ¿Nadie te ha dicho quién soy?"

"¿Por qué debería importarme quién eres?"

"Soy el amo de esclavos. En otras palabras, soy tu jefe"

"Entonces, todavía eres solo un esclavo. Como yo"

El rostro del hombre se puso rojo. "Si no cuidas tu tono, chico, recibirás una paliza"

"Tráelo, viejo"