Tu lo has querido

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La mañana empezó de la mejor manera que podría empezar, al abrir me encontré con un Charles con cara de niño mientras seguía durmiendo, al verle no pude evitar sonreír, como esa persona que tenía enfrente me podía llegar a hacer tan feliz, si alguien hace un par de años me lo hubiera dicho no le habría creado y me habría reído en ese momento.

Me levanto con cuidado de no despertar a Charles y me voy a duchar y vestir, al salir de la ducha me fui directa al vestidor y me puse un vaquero, un top azul y una camisa de franela azul, y unas Jordan 1, cuando salí del vestidor Charles seguía en la misma posición, seguía dormido abrazado a su almohada, por lo que decidí que sería mejor dejarle dormir.

Cogí el móvil y me puse las gafas y baje para empezar a preparar el desayuno, se me había ocurrido preparar unos bizcochos en el microondas y un bowl de frutas por lo que no tarde mucho en ponerme a ello, primero cogí los ingredientes del bizcocho y lo prepare, mientras el bizcocho estaba en el microondas fui cortando las diferentes frutas que había sacado y las fui poniendo en el bowl, al cabo de 5 minutos con el sonido del microondas sentí como alguien me abrazo por la cintura, inconscientemente sonreí al notar como dejaba un beso en mi hombro y apoyaba su cabeza en él.

- Buenos día princesa – dijo con la voz algo ronca – cuando me he despertado me ha faltado tenerte a mi lado – dijo dándome la vuelta para quedar cara a cara – te he dicho alguna vez que eres preciosa – dijo mirándome

- Buenos días cielo – dije sonriéndole – no estaba porque el desayuno no se hace solo y hemos quedado con tu familia para comer amor y creo que nunca me lo habías dicho que yo recuerde – dije dándole un pequeño beso

- Sinceramente cada día tengo mas claro que contigo me saque la lotería princesa – dijo mirándome – que has preparado para desayunar si puedo preguntar – dijo mirando a la isla donde estaba preparado el desayuno para los dos

- Unos bizcochitos y un bowl de fruta – dije sacando los bizcochos y sacándolos de la taza y colocándolos en unos pequeños platos para servirlos

- Tiene muy buena pinta todo, princesa – dijo sonriendo – luego hare ejercicio después de desayunar que este cuerpo no se mantiene solo – dijo riéndose

- Claro que no, este monumento no se cuida solo – dije pasando las manos por abdomen y delineando uno a uno sus abdominales

- Stella no juegues con fuego que te quemas – dijo mirándome mientras se mordía el labio y me acercaba más a él

- Veamos si es verdad – dije quitándole rápidamente la camiseta y tirándola hacia algún lugar de la cocina

- Tu lo has querido – dijo cogiéndome en brazos y subiéndonos a la habitación.

Pasado el tiempo estaba volviéndome a vestir que acababa de salir de nuevo de la ducha cuento escucho como estaba sonando mi móvil, al acercarme vi que era mi padre

Hola papa

Hola hija que tal lo estas pasando en Mónaco

Bien, hemos quedado ahora para comer con la familia de Charles

Espero que lo paséis bien hija

Necesitabas alguna que haga alguna cosa

La verdad que sí, necesito que mires unas cosas del coche sobre el posible comportamiento en el próximo gran premio

Vale papa, intentare tenerlo acabado antes de irme con Charles

Tu sin prisa hija, que no es de vida o muerte

El chico Ferrari | Charles LeclercDonde viven las historias. Descúbrelo ahora