♢01♢

32 6 0
                                    

Ese lunes al final de día, Todoroki sostenía su hoja de calificaciones y supo en ese momento que era un mal inicio de semana. Había bajado en prácticamente todos los aspectos. Estaba petrificado, no podía pensar en otra cosa que no fueran sus notas. ¿Cómo le explicaría a su padre sobre esto?

Sintió una pequeña gota de sudor recorrer su frente, veía como sus manos temblaban ligeramente y su respiración intentaba descontrolarse. Tenía que mantenerse calmado, si llegaba a casa en ese estado sospecharían rápidamente de él. Inhalo y exhalo lo mejor que pudo para relajarse.

Levanto ligeramente la vista al no oír a nadie comentar nada. Había estado tan preocupado por el contenido de las hojas que sostenían sus manos, que no se percató que estaba solo él en el salón. Si el profesor Aizawa pasaba por ahí y lo veía, seguramente lo reprendería. No quería más problemas a parte de los que ya tenía, así que decidió guardar todo rápidamente en su maleta con descuido (a excepción de las calificaciones) mientras salía del salón.

Recorriendo los pasillos una idea cruzo su mente. Si tomaba un camino más largo, podría evitar lo que le esperaría en casa un poco más de tiempo. Realmente sonaba tentador y sin que tuviera que pasar nuevamente por su mente, camino hacia un lado totalmente opuesto al que quedaba su "hogar".

Hacia mucho que Todoroki no caminaba por algunas partes de la ciudad, se sentía relajante tener su mente lejos de los problemas durante algunas horas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hacia mucho que Todoroki no caminaba por algunas partes de la ciudad, se sentía relajante tener su mente lejos de los problemas durante algunas horas. La sensación del viento golpear su cara y revolver sus cabellos, ver a los niños pequeños correr de un lado a otros por los parques sin ninguna preocupación.

Tiempos olvidados volvieron a su mente. Su madre. Sus hermanos. Las risas y los raspones. Todo se le hacia tan lejano y, sin embargo, tal lucido al mismo tiempo. Sus labios se curvearon hacia arriba. Solo faltaba un cono de helado para volver al pasado.

Ese día había recorrido varios parques, después de todo, la ciudad estaba llenos de ellos. No se había fijado que rutas tomaba o por donde pasaba. Simplemente caminaba sin rumbo y una vez encontraba una zona verde le daba una vuelta y luego se iba hasta encontrar la siguiente.

En el momento que las primeras farolas se fueron encendieron, supo que tal vez se había entretenido demasiado. Mas le valía volver a casa pronto. Dio media vuelta para devolverse y fue en ese instante cuando se percató de algo.

-Mierda, ¿en dónde estoy? - No tenía ni la más mínima idea en donde estaba, tampoco reconocía nada de alrededor.

En una idea afanada de evitar a su padre, se le había olvidado el casi nulo reconocimiento que poseía de las calles en su ciudad. No hay problema, solo tenía que pedir un taxi y todo se solucionaría.

Confiado en que encontraría el dinero en el bolsillo derecho, dirigió su mano hasta ahí. No estaba. Ok, tenía más lugares en donde guardarlo, sin presión. Uno por uno fue revisado, incluso a la maleta le hecho un vistazo más de una vez.

- Vamos, no puedo tener tan mala suerte en un día - iba por la tercera ronda en la que revisaba todos los lugares en donde pudo haber metido la plata. Un recuerdo fugaz cruzo su mente. Lo había dejado encima de su mesa de noche aquella mañana en su cuarto.

Plan b, podía llamar a Natsuo o Fuyumi para que lo fueran a recoger. Al menos hubiera sido una opción si su teléfono no estuviera descargado. Miro las calles una vez más. Si tal vez se devolvía por donde recordaba que camino, podría encontrar el camino de vuelta. Un largo suspiro salió de sus labios. Realmente estaba en problemas, en este punto estaba pensando en esconder sus notas.

La noche estaba prácticamente sobre su cabeza, un manto de un azul casi negro se extendía sobre la infinidad del horizonte y las calles ya estaban totalmente iluminas por las farolas. Todo parecía diferente ante las sombras que cubrían las cosas.

El dolor en sus pies se hacía notar cada vez más y rendido entro a un pequeño local de comida. Eran aproximadamente las 7:30 de la noche según el reloj en una de las paredes. La persona que estaba detrás del mostrador parecía ser u a anciana bastante amable. No falto mucho para que su presencia se hiciera notar dentro del local.

- buenas noches ¿Qué desea pedir jovencito?

Todoroki se acercó hasta el mostrador y negó con la cabeza - buenas noches ¿sabe dónde puedo encontrar la UA? - Si podía llegar hasta allí, el camino de vuelta a su casa seria fácil.

- Estas cerca, solo tienes que caminar derecho unas 3 cuadras más y doblar a la izquierda, unos minutos después encontraras la escuela.

- Muchas gracias, en serio - la anciana le sonrió amigablemente. Todoroki le devolvió el gesto haciendo una pequeña reverencia y saliendo del local. El frio lo golpeo de frente provocándole un pequeño escalofrió. Reguló su temperatura gracias a su lado izquierdo y con pasos rápidos siguió las indicaciones de mujer.

 Reguló su temperatura gracias a su lado izquierdo y con pasos rápidos siguió las indicaciones de mujer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sus manos temblaban levemente por el nerviosismo que le recorría todo el cuerpo. Respiro profundo cerrando los ojos y tras estar seguro de que había reunido la valentía suficiente, incrusto la llave y abrió la puerta.

Todo parecía estar en total silencio e inmerso en la oscuridad. Se negaba a prender la luz para alertar a alguien de que él había llegado. Por lo tanto, camino a oscuras por los pasillos hasta llegar a su cuarto.

Una vez allí tras cerrar la puerta. se permitió relajarse, recostándose en ella y deslizándose suavemente hasta llegar al piso. Estaba realmente exhausto, pero al menos parecía que su padre no había llegado todavía.

Abrazo sus piernas contra su pecho y cerró los ojos, sin embargo, el sonido de pisadas dirigiéndose hacia su habitación provocó que lo abriera abruptamente. Alguien venia, pero no era su padre. Los pasos se escuchaban livianos. Pronto, unos leves toques en su puerta escucharon. Con pesadez se levantó y al abrir la puerta se encontró de frente con su hermana. 

- llegas un poco tarde.

- Tuve unos pequeños percances.

- ya veo... ¿Vas a bajar a cenar?

- ¿Todavía no lo han hecho?

- Natsuo y yo te esperamos, estábamos algo preocupados.

- lo siento.

- Tranquilo, ya estas aquí. - Con un asentimiento avergonzado de parte de Todoroki, este pregunto nerviosamente.

- ¿el viejo ya llego?

- Tal vez vuelva un poco más tar-

como si por arte de magia lo hubiesen invocado, un fuerte portazo en el piso de abajo interrumpió las palabras de Fuyumi y el bien conocido nombre del hijo menor de los Todoroki resonó por la casa con un todo que indicaba todo, menos felicidad.

- SHOTOOOOO.

Lo llevaba la mierda.

Memories [ Bakutodo / Todobaku ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora