O3.

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Martes por la noche, y era la primera vez en mi vida que me atrevería a salir a un lado distinto que no tuviera que ver con reuniones y cenas formales.

Miro el guardarropa indecisa de saber que vestir. James nos había advertido que el lugar sería casual, y bastante informal. Por lo que el 90% de mi guardarropa quedaba descartado.

Decido buscar apoyo en internet basándome en outfits casuales y a su vez, elegantes. Lo más sencillo que puedo recrear es un jean de mezclilla de corte recto a la cintura, una camisa blanca de botones fajada y una mascada blanca con azul marino. Elijo unos flats blancos a juego y me pongo mis accesorios usuales, dos pulseras cartier y mis anillos de tiffany.

Veo el resultado frente al espejo, me agradaba el estilo. Aunque me sentía insegura con el outfit.

Termino desvistiéndome de nuevo. Aquel outfit me agradaba para un plan un poco más casual aún. Me visto unas medias negras y un vestido beige con textura y mangas anchas. Elijo unas botas negras de tacón y una bolsa YSL de mano, a juego.

Me agradaba más el nuevo outfit.

Termino de perfumarme y guardar mis tarjetas en la bolsa antes de bajar al lobby de la casona. Miro mi reloj, apenas serían las ocho pm.

James aparece en mi campo de visión, vestía incluso mucho más casual de lo que pensé. Llevaba un jean de corte relaxed, y una camisa básica negra. No había más.

— ¡Lo intenté! —me excuso. James sonríe.

— Nada mal —se encoge de hombros—. Vamos, lady Le.

Salimos de la casa y nos montamos en la range. James conduce hasta la casa de mi amiga Sho, quién sale enseguida después de escuchar el claxon.

Shaunee vestía una falda de mezclilla a la cintura, una camisa blanca con escote en v de botones y unas zapatillas altas del mismo color de la camisa.

Sube a la camioneta, y James emprende la marcha.

— ¿Lena, eso es casual para ti? —pregunta ella mientras me mira con el ceño fruncido.

— Fue lo mejor que pude hacer con lo que tenía —me encojo de hombros.

— Definitivamente mañana iremos de compras. Necesitas tener otro estilo diferente al que usas siempre —asiento.

James parquea la camioneta en la acera, y todos bajamos. Sho y yo nos quedamos quietas esperando a que James nos guíe a donde quiera que íbamos.

— Por aquí —indica.

Los tres cruzamos la calle y caminamos al menos una cuadra, en la esquina, se encontraba el bar, del que pude percibir que había música en vivo. James saluda al tipo grande de seguridad que se encontraba en la entrada del lugar y enseguida nos permiten el acceso. El lugar estaba a un 60% de ocupación, entre personal y clientes.

Decidimos tomar asiento en una mesa de madera casi frente al escenario donde tocaba un grupo de rock. Frunzo el ceño.

— ¿No te ha gustado? —pregunta James en tono alto.

Mis mejillas se sonrojan.

Algo que tenía era la maldición de tener un rostro que se leía perfectamente.

— No es mucho de mi agrado el rock —le respondo en un grito.

— ¡No seas aburrida Le! —exclama Sho a mi lado con un sonrisa ancha. El mesero se acerca a tomar la orden, pero Shaunee se adelanta—. ¡Queremos una yarda de cerveza oscura y un plato de papas gajo y a la francesa! —el chico asiente, y se va. Miro a Sho con sorpresa, James solo se limita a reír.

Mi hermano perdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora