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Noah miró con respeto a Andrés, el buscaba lo mismo que el. Miró por encima del hombro de Andrés y vio a su abuela, se disculpo con Andrés y fue hasta ella.

- ¿Está todo bien? - Luz miró a su nieto y sonrió - ¿Abuela? - volvió a insistir

- Todo esta bien, Flip me llamo para hacer unas cosas, he entrado y he sentido algo y he comprobado a que se debe - Noah la miro sin entender - Ese chico tiene un aura tan limpia.

- Es el hermano de Helena - aclaró Noah - Ha venido a hablar conmigo.

- Ah... el alma enjaulada - así se refería A Helena desde que le contó de ella - Ve, no te quito más el tiempo. Solo te digo que tengas mucho cuidado.

Noah asintió, desde que tenía memoria su abuela siempre ha tenido el don para esas cosas. Se despidió de su abuela.

-¿Quieres hablar con ella? - preguntó de pronto.

- ¿Me darás su numero? - quiso saber.

- No, mucho mejor te llevare con ella. - dijo sonriendo.

Noah lo miró confundido.

- Pe...

- Eres un aliado - sonrió - Te ayudare.

Dejando a sus amigos sorprendidos, Noah se subió al auto, miro por donde iban, la zona que sin duda era una de la más caras y exclusivas de NY, Él mejor que nadie la conocía. Cuando llegaron Andrés salio y luego de unos minutos le hizo una señal.

- Tercera ventana a la izquierda - Noah lo miro sin entender - La habitación de mi hermana.

- ¿Pero es que tengo que escalar? - preguntó sin poder creerlo.

- Oye, te he traído a mi casa pon de tu parte. - «quiero saber de que serás capaz por ella» se dijo mentalmente.

Noah lo miro y luego miro la gran casa frente a sus ojos, si caía de allí sabía que sería una fractura como mínimo. Penso bien porque estaba allí y asintió y fue hacía donde Andrés le había dicho.

Andrés lo miro marcharse y miro a su chofer.

- ¿No dirás nada de lo que haz visto?

- Claro que no joven.

- De ahora en más serás mi chofer es de matarse ser chofer de Hillary.

- Como usted diga joven - expresó feliz y contento de no tener que aguantar a esa señora.

- Deja lo de usted hombre, esas formalidades úsala con la plástica que gasto por madre - Le dio unas palmadas en la espalda - De ahora en más soy Andrés.

El hombre asintió feliz a las peticiones del chico.

Mientras tanto Noah miraba las ramas pegadas a la pared cerca de la ventana de Helena.

- Se que me voy a matar - susurró pensativo - Pero mejor eso a que siga enojada conmigo.

De un salto agarro la rama y con mucho cuidado tomó la próxima, luego de unos dos minutos estaba a solo dos pasos de la ventana, respiro profundo y salto al balcón.

Respiro con dificultad debido al esfuerzo físico, tenía que hacer más ejercicio eso estaba claro. Miró al frente y con cuidado abrió la ventana.

Una habitación muy femenina color púrpura estaba frente a sus ojos, miró por unas de las puertas y escucho unos ruidos, se acerco y comprobó que ella estaba allí. Miro alrededor de la habitación y vio un banco y decidió sentarse allí a esperarla.

Helena se miró al espejo, su hermano hacía más de una hora que había salido y como no tenía nada que hacer decidió ir al central park aunque con los paparazzi no estaba segura de ir, En el peor de los casos iría al prado, tenía mucho que pensar. Aunque también sentía la necesidad de pintar y así  plasmar sus sentimientos y sus dudas en el lienzo.

Cuando salió del baño creyo estar delirando, se preguntó mentalmente si había comido algo aquella mañana.

- Fueron los chocolates con licor... - susurró mirando el resultado de aquellos chocolates - Debieron de estar pasados o algo así...

Noah la miro confundido ella lo miraba como su el tuviese un tercer ojo o algo así, suspiro y se levanto.

- Lo siento mucho Helena - Ella aún le  miraba raro - ¿Helena estás bien?

- Estas aquí- dijo en susurros - Los chocolates no me hicieron daño.

Noah sonrio y negó, se acerco a ella y la miro.

- Te debo una disculpa por el comentario de hace unos días - ella lo miraba sin poder creer aún que él estaba allí - ¿Aún crees que soy un producto de tu imaginación?

- No, me estoy preguntando como es que estas aquí.

- Tengo un aliado - ella lo miro sin entender - olvidalo.

- Acepto tus disculpas - dijo aún insegura - Y aunque se que la mayoría piensa como tú te agradezco que me hayas dicho, eso te hace muy honesto.

Noah se sentía un poco incomodo ante aquellas palabras, si bien sabía todo sobre ella o por lo menos lo que las paginas amarillas dicen eso no lo hacía sentir mejor. Helena es una chica que puede dar mucho, lo único que necesita es un empujoncito.

- Ibas a pintar? - dijo al ver el pequeño bolso cerca de la puerta.

- Si, de hecho me estaba preparando para ir al prado - dijo incomoda - Pero ahora...

- Vamos a un sitio - dijo el de pronto

-¿Donde? - quiso saber.

- Vamos Helena te divertiras.

Ella tomó su bolso las llaves de su auto, salieron por la puerta aunque Noah pudo ver a Andrés sonriendoles a lo lejos no le mencionó a Helena nada. Su prioridad era ella nada más.

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Elsa tomo lo necesario de su habitación y salió por su ventana, cuando estaba abajo pido ver el jardín inundado de bebidas alcohólicas y personas besándose por todo el lugar. Camino hasta salir de la propiedad, A unas esquinas de la casa se detuvo ya que no quería ir muy lejos.

A los pocos minutos vio el mismo auto que la había pasado A buscar a sus clases de natación, Al entrar al auto Elsa miro a Kali el cual la miraba de forma preocupada.

Kali arrancó el auto sin decir nada, No sabia que decir. Dos días sin verla debido A unos asuntos personales y fue un caos, cada minuto la tenía en sus pensamientos, su sonrisa su mirada llena de ese brillo que lo atraía cada vez más.

Era muy diferente a la que estaba a su lado en aquellos momentos, Estaba ida mirando por la ventana. Sus ojos estaban empañados de lágrimas, Se estaciono frente a su edificio y la miro.

- ¿ Estas bien? - pregunto estudiando sus fracciones, la vio suspirar y al mirarlo su corazón se llenó de preocupación.

- ¿ Puedes abrazarme por favor? - preguntó con voz estrangulada.

Él la miro con asombro y luego con tristeza.

- Claro que si, ven aquí.

La puso a horcadas arriba de sus piernas con el volante golpeando su espalda y la abrazó. La abrazo como nadie la había abrazado antes, Sentía su calor reconfortante. Kali acariciaba su cabello lentamente mientras el rostro de ella estaba enterrado en su pecho. Kali apoyo su mentón sobre su cabeza y la abrazo más fuerte aun.

Era todo lo que quería, lo que necesitaba, y lo que había pedido por años silenciosamente. Alguien que en un abrazo le diera toda la seguridad que anhelaba.

- Todo estará bien - dijo luego de un largo rato en silencio.

Elsa levantó su rostro y junto sus labios el beso era lento, calmado pero con algo que hiso que ambos sintieran sus corazones latir de forma descontrolada. Aquel beso marcaba el comienzo de su historia y ambos lo sabían.

EsenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora