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Helena penso muchas cosas ese día, incluso penso en ir mañana al prado para dibujar algo. Pero lo que nunca ni en sus mas aventureros sueños se imaginó era estar en un viejo chevy junto a un chico su primo y una de las herederas mas grande despues de ella de toda la élite.

Se sabía los cinco distritos de New York pero estar pasando por alli de noche, ver las luces y las personas riendo mientras hablaban con otras era algo mágico. Miro las calles y uno que otro cartel y supo donde iba; Brooklyn.

Noah manejaba concentrado en la calle mientras que Elsa y Kali estaban hablando de una serie. Esto era algo irreal ellos hablaban como si llevaran años conociéndose. El auto se detuvo en frente de un edificio el cual a simple vista parecía abandonado.

-¿Donde estamos? - pregunto Helena un poco nerviosa.

- Tranquila, estamos en mi casa - Las palabras de Noah la pusieron más nerviosa - Oye tranquila, no te hare daño.

- ¿Como lo se? - dijo mirando por la ventana en busca de  indicios que la animarán a irse de allí.

- Sería hombre muerto dentro de unas horas - dijo como si fuera lo mas obvio

Helena sonrió ante su respuesta, Noah la miro y no dudo en decir lo hermosa que se veía sonriendo. Ella obviamente se puso roja de la vergüenza nadie le había dicho aquello antes y se obligo a si misma a mantener la cordura.

- Entremos - Helena dio gracias internamente a su hermano por decirle que lleve un abrigo.

El edificio debia de tener como mínimo unos 10 pisos. Se sorprendio al ver a alguien en la entrada, un señor ya entrado en edad estaba sentado mirando unas pantallas las cuales reconoció como camaras de seguridad. El ascensor no era muy grande pero cambian los cuatro perfectamente.

Se detuvo en el último piso. Donde un pasillo bien iluminado los recibió.

Caminaron hacia la puerta al final de este y Noah saco sus llaves.

Un espacio amplio se iluminó ante ellos, Helena quedo maravillada por el ático. Quitando las barras de hierro que atraviesan el techo y el piso, penso en que era un lugar muy acojedor.

- Tomen asiento - les indicó Noah mientras iba a la cocina seguido por Kali.

- Es muy lindo - dijo Elsa mirando el piano.

Helena se detuvo a mirar el departamento y en cierto modo añoro un lugar asi, se sentia tan calido y su casa tan fria y llena de apariencias que se tuvo pena asi misma.

- ¿Que piensas? - Helena miro a Elsa.

- Lo calido que se siente este lugar.

- Tienes razón no es un lugar al cual estamos acostumbradas.

- Es raro hablar contigo así - dijo Helena - En las reuniones siempre te veo a lo lejos.

- Yo siempre te veo con tu hermano, ojalá el mío fuera un poco más como el tuyo.

- Siento mucho por lo que estás pasando - Elsa asintió - Es triste ver que nuestro círculo está lleno de gente sin corazón sin piedad.

- Lo mismo pienso tener tanto dinero para nada,estan llenos de apariencias y falsedad.

Helena miro por encima del hombro de Elsa y se sorprendio al ver unas pinturas, eran muy buenas. Sin duda alguna quien quiera que las haya hecho tiene talento.

- Son muy buenas - admiro al ver una replica de la ciudad dibujada en lápiz.

- Noah es muy buen artista - dijo Kali entregandole una taza con chocolate - La termino ayer.

EsenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora