Kei había pasado la mayor parte de su infancia visitando la casa de su abuela que quedaba en el campo rodeado por frondosos árboles y bellas flores. Kei también había escuchado cada una de las historias que le contaba su adorada abuela sobre su infancia en aquel pueblo, las travesuras que hacía de pequeña, los lugares que visitaba o solía visitar cuando estaba aburrida, los lugares donde se escondía cuando su madre debía regañarla, entre tantas cosas más.
Existía una historia que su abuela contaba, y que solo al recordarla en los ojos de la anciana se reflejaba la tristeza y el anhelo; la historia de su mejor amigo, de su primer y gran amor.
La abuela solía contarles tanto a Akiteru como a Kei que con aquel muchacho había pasado la mayor parte de su vida, se habían conocido desde que tenían seis años y con el tiempo se habían vuelto inseparables, cuando el chico se subía a los árboles en busca de las manzanas más rojas y brillantes mientras que ella solo lo esperaba en tierra y rezando a los dioses que la rama que pisaba el muchacho no se rompiera; cuando cumplieron doce años y se escapaban del instituto para pasar el rato en un pequeño río sin importar que sea invierno o verano, aquel río era su lugar favorito para descansar; cuando ayudaban en la cosecha de verduras o frutas para ganar algo de dinero y gastarlo en dulces; las salidas nocturnas cerca de sus casas para admirar las estrellas y la luna en sus distintas etapas, mientras imaginaban y planeaban un futuro donde pudieran estar juntos, pero no en el sentido romántico. Pero todos los planes se fueron al carajo cuando ambos cumplieron dieciséis y ambos debían pasar una supuesta "prueba de valentía" cosa que también pasaban todos los chicos que también cumplían esa edad o que ya lo habían cumplido; las parejas eran escogidas por los mayores —que solo tenían dieciocho años— la abuela Tsukishima no le había tocado junto a su mejor amigo y estaba lista para quejarse e insultar a los mayores, pero una sonrisa algo nerviosa y un "no te preocupes, ¿sí?" fue lo suficiente para poder callar cualquier insulto. La prueba consistía en seguir una ruta por el bosque en mitad de la noche, cada pareja debía ir y buscar la salida, no importaba si te separabas de tu pareja, lo importante era volver.
Koko —nombre de la abuela de Kei— fue la primera en entrar junto a otra chica, ambas temerosas pero pudieron salir a salvo; y a medida que iban pasando entraba otro dúo al bosque, cuando el mejor amigo de Koko se había adentrado al bosque junto a su pareja, aún no salía la chica del lugar. Cuando le dijeron a la chica que su amigo había entrado ella solo espero y espero hasta que pudo ver a la pareja de su amigo, pero no había rastro de su mejor amigo, según el chico —que estaba bastante pálido en ese momento— habían escuchado sonidos raros y como las hojas de los arbustos se movían violentamente como si un animal estuviera listo para atacar, ambos chicos corrieron despavoridos del lugar para separarse.
Koko espero, espero y espero a que su amigo saliera del lugar, y la mayoría de los chicos que también habían entrado se retiran poco a poco; una de las tantas personas que quedan en el lugar le dijo que tal vez su amigo pudo encontrar otro camino y se fue a casa, la chica no muy convencida ante la idea, también se retira de su casa hasta su hogar, tratando de convencerse y no preocuparse por su amigo.
Grande fue la sorpresa de la rubia cuando ve a la madre de su primer amor parada en la puerta preguntando si su hijo había pasado la noche en aquella casa, usando la respuesta fue negativa, todos sintieron como el ambiente se volvía tenso de apoco y el pánico y miedo invadía la mente. Los padres de la chica se cambiaron rápidamente para ayudar a la madre desesperada en buscar al chico, mientras la chica relataba lo que hicieron durante el día y la supuesta "prueba de valentía" recorrieron cada calle y preguntaban en las pequeñas tiendas del sector, en cada persona que veían en la calle o granjero trabajando en sus tierras, pero nadie había visto al chico.
También había un rumor o leyenda en el sector, de una mujer ermitaña habitaba en el Gran bosque que rodeaba el pueblo; muchos temían encontrarse con la dama ya que las historias que giran entorno a ella no tenían un final feliz para los curiosos.
Cuando el chico desapareció muchos pensaban que fue por culpa de la mujer; mientras la madre buscaba en cielo y tierra a su hijo, incluso llegando a la conclusión de que había escapado de casa porque estaba aburrido de la vida del campo, la mujer espero y espero en su casa alguna carta de su hijo diciendo que estaba en tal parte del mundo, pero nunca llegó nada, la mujer vivió con la esperanza de ver a su hijo pero el tiempo y la tristeza fueron su enemigo.
Koko también espero y buscó a su primer amor, pero no había indicio de nada; la chica había ido a Tokio para comenzar la universidad para luego conocer a su ahora difunto esposo.
Todos en la familia Tsukishima sabían que el primer y más importante amor de Koko siempre sería y siempre fue su mejor amigo, Yamaguchi Tadashi.
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Holi! Nueva historia que está vez está completa mucho antes de publicarla.Para mí, es mejor publicar de una a publicar cada día, es por tema de comodidad.
Pues nos leemos en un ratito o minutos jajajja.
Bye bye.
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Mariposas // Tsukkiyama
FanfictionKei ama a las mariposas. Tadashi amaba a las mariposas.