Se aplicaba, sumido en la dicha de una caricia indescifrable.
Pero de pronto adiviné.
¿Cómo lo diría yo? ¿Cómo lo daría a entender? ¿De qué palabras me valdría para expresar aquella realidad infame e inexplicable?He aquí cómo fue el descubrirlo.
Una tarde, al volver de una larga rutina de ejercicios, se dejó caer en el suelo, justo delante de mí; tenía los pómulos encarnados, el pecho anhelante, las piernas flojas, los ojos amoratados.
¡No era la primera vez que yo lo había visto así!
¡El amaba a alguien!
¡Yo no podía equivocarme!
Sintiendo que perdía el juicio, para no seguir viendolo me volví hacia la ventana.
Un chico caminaba frente a la casa, me pareció conocido pero no le di importancia.
El seguía con la mirada a aquel chico, con un brillo particular en su mirada.
En cuanto lo perdió de vista, se quedó súbitamente dormido.
Toda la noche estuve dándole vueltas en mi cabeza; creía descifrar misterios jamás sospechados por mí.
¿Hay alguien que pueda llegar a sondear las perversiones de la sensualidad de él que no fuera yo?
¿Quién es capaz de comprender sus inverosímiles caprichos y sus extraños modos de saciar las más raras fantasías?
Todas las mañanas, en cuanto amanecía iba hacer ejercicio frente a la academia.
Siempre regresaba exhausto, como después de frenéticas expansiones de amor.
¡Había comprendido!Y sentí celos del único hombre que se aproximaba a el, nervioso y ligero; sonriendo como le sonreía a los niños, sonrojado como si fuese una chica en plena pubertad y era elogiada por un chico mayor.
Sentí celos de las conversaciones que no logré escuchar.
Sentí celos de los besos en las mejillas que los despedían.
Sentí celos de ese sonrojo que hace tanto tiempo no veía en el.
Su felicidad estaba en todo aquello, y era todo aquello lo que lo exaltaba, lo saciaba, lo agotaba y lo volvía insensible, como muerto, para mí.
Decidí tomar venganza.
Extremé mi cariño y mis atenciones con el. Al volver de sus desenfrenados ejercicios, le daba yo la mano para que comencemos un nuevo reto, y lo esperaba cada noche con una nueva forma de hacer el amor.