casada con mi jefe (naruhina)

capitulo 38

— ¡Hinata apresúrate o llegaremos tarde! — le dijo Naruto por tercera vez.

—No quiero ir. — Se lamentó desde el closet — Parezco una ballena— dijo saliendo del closet con un vestido color café y sus zapatos en la mano.

Hinata estaba de ocho meses y medio y dentro de dos semanas nacería el bebé.

—No pareces una ballena, solo embarazada— dijo Naruto encogiéndose de hombros.

Hinata tomo uno de sus zapatos y se lo tiro antes de girar y regresar al ropero.

— ¡Idiota! — le dijo antes de cerrar la puerta. Últimamente Hinata andaba muy sensible y a Naruto le encantaba enojarla. Ver a su dulce esposa sacar su mal carácter era excitante.

—Ya cariño, era una broma. Te verás perfecta con cualquier cosa que te pongas.

Ese día tenía programada una cena con Sasuke y Shikamaru Era 9 de Octubre y el día siguiente seria el cumpleaños de Naruto.

Pero sus amigos siempre lo invitaban a comer un día antes ya que el día siguiente lo pasaba con sus padres.

Era una especie de tradición y por primera vez lo pasaría con su esposa.

— ¡Listo! — Hinata salió del ropero con un vestido negro de manga larga. Era un vestido para embarazadas, con una tira bajo el busto y dejando la falda caer — vámonos.

—Te ves hermosa cariño— declaro Naruto con una sonrisa.

—A ti no te creo nada —Dijo Hinata enojada— ahora vamos, que se nos hará tarde— dejo a Naruto parado y comenzó a caminar hacia la puerta, pero unos brazos la rodearon por la espalda mientras sentía la cabeza de su esposo enterrarse en su cuello

Ella odiaba que hiciera eso porque le quitaba el enojo y ella quería seguir furiosa con él.

—No te enfades cariño.

— ¡Suéltame Naruto!

Pero él no la soltó y coloco sus manos sobre el vientre de ella donde él bebe se comenzó a mover.

—A nuestra hija le gusta que las tenga abrazadas. Amore della mia vita.

Hinata lucho para separarse, pero no logro evitar una sonrisa en su rostro. El muy tonto sabía que le encantaba cuando hablaba italiano. Era tan dulce que la dejaba sin fuerzas y ella que era una blandengue...

—Le gusta a nuestro ¡Hijo! Naruto

—Dentro de dos semanas lo sabremos, amor.

El la tomo de la mano y juntos salieron de la habitación. Esa noche Hima se quedaría con sus abuelos y al día siguiente todos se reunirían para celebrar el cumpleaños de Naruto.

Hinata estaba ansiosa por compartir ese día con Naruto, pero se sentía triste porque el regalo que le tenía preparado no le gustaba a ella.

No había encontrado que comprarle, porque... ¿Qué le compras a alguien que lo tiene todo el dinero que necesita?

Al final le compro una corbata, una corbata muy fea con flores y purpurina. Sabía que nunca se la pondría, pero quería ver su cara tratando de agradecerle el regalo. Además, el verdadero regalo se lo daría después de tener a su bebe.

Llegaron al Lincoln Square Steak, donde sus amigos los estaban esperando.

—Aquí viene el abuelo— dijo Sasuke parándose para abrazar a su amigo— Felicidades hermano.

—Gracias Teme—Él se apartó para que Shikamaru tomaras su lugar.

— Felicidades amigo.

Mientras ellos se saludaban, Hinata se acercó a Karin y Shion.