Sucesos previos (3/4)

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Con esa señal Hitoshi se recuperó lo suficiente para moverse e intentar cargar a su hermano en su espalda e Hisui se posicionó a su lado para protegerlos lo más que pudiera. Se fueron corriendo a la tienda y cuando estaban a unos cuantos metros vieron hacia atrás como el nomu tenía al mayor de los Kirishima agarrado del cuello mientras pedazos de su endurecimiento caían de su cuerpo exponiéndolo a cualquier ataque que pudiera recibir. Hisui analizó la situación y solo pudo pensar una cosa que podía hacer para ayudarlo.

Hitoshi ya había entrado a la tienda con su hermano inconsciente sobre su espalda pero no pudo ver que el otro entrara por la puerta, en eso una energía de alerta recorrió por todo su cuerpo y se preocupó de la sensación de peligro que podía sentir en ese momento.

— ¡¡Mamá agarra a Taro, Hisui está en peligro!! —no esperó el comentario de su madre cuando ya estaba corriendo fuera de la tienda tras su hermano que había ido en ayuda del héroe.

Hisui fue lo más rápido que pudo para encontrar al nomu que tenía atrapado a su "tío" Kirishima, no iba a permitir que un monstruo asesinara a alguien que apreciaba tanto. Siguió un rastro de huecos entre las paredes de los edificios para al fin encontrarlos en un callejón y poder apreciar al héroe Red Riot en el suelo mal herido y al nomu parado a un costado con un pie aplastando el abdomen del moribundo héroe.

Antes de que pudiera asfixiarlo hasta la muerte, el nomu sintió un golpe de viento en su espalda, cosa que lo mandó directo a estrellarse contra una pared de un edificio atravesándolo al instante.

— ¡¿Qué estás haciendo, Hisui?! Debes de huir inmediatamente lo más lejos que puedas —formuló como pudo esas palabras de advertencia, no quería que alguien más sufriera por estos seres vacíos.

— No puedo permitir que mueras tío Eijun, intentaré alejarlo lo más que pueda para que estés a salvo —le respondió el chico con una sonrisa— Eso es lo que un hombre haría —fue lo último que escuchó el pelirrojo antes de desmayarse por las heridas recibidas.

El nomu salió del agujero por donde fue lanzado con la mirada fija en su siguiente objetivo y empezó a correr hacia el joven ojiambar, éste tuvo que esquivar agachándose un ataque que iba directamente a su cabeza y empezó a correr en zigzag por los estrechos callejones esquivando los rápidos golpes que le lanzaban constantemente.

— «Rayos, pensé que iba a ser más lento debido el tamaño que tiene pero apenas puedo evitar que me golpeé » —pensó algo preocupado, no estaba acostumbrado a recibir una lluvia de golpes en los entrenamientos— Lo bueno que papá me ayudó con la defensiva —luego debía de agradecerle a su padre si es que salía de esta situación en una sola pieza.

Estuvo esquivando durante unos cuantos minutos hasta que se vio obligado a disminuir la velocidad por el cansancio que estaba sintiendo su cuerpo al estar corriendo todo el rato, esquivando ataques y cuando podía, atacar. No era novedad que uno de sus puntos débiles es su resistencia física y aún más al emplear su quirk de manera más prolongada al atacar a mediana distancia.

En un momento tuvo que parar para tomar un segundo aire pero el nomu no desaprovechó esa pausa para darle un golpe a un costado de su cuerpo mandandolo a estrellarse contra un auto que estaba estacionado en la calle. El fuerte golpe que recibió lo había herido de manera grave a tal punto de romper uno de sus brazos en donde se dió el contacto, se mantenía apenas despierto a pesar del gran dolor que sentía solo para ver al nomu acercarse cada vez más a dónde se encontraba estampado en el auto. Solo era capaz de ver acercarse el peligro cada vez más, recortando la distancia entre él y su inevitable muerte. Cuando la criatura con el cerebro visible se preparaba para dar el golpe final, en cámara lenta pudo observar cómo aparecía un puño a un costado de la cara del nomu y que lo mandaba a volar varios metros de ese punto.

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