Una Nueva Generación

Sucesos previos (4/4)

De repente Hisui sintió como si el tiempo se detuviese y al pestañear se encontraba en un lugar desconocido para él, estaba en la orilla de un lago durante el cielo nocturno y solo podía ver un hermoso y desconocido paisaje. Quizá había muerto tan rápido que ni se dio cuenta cuando había dejado escapar su último suspiro.

— Aún no lo estás, pero contra ese enemigo muy probablemente lo estés muy pronto —se escuchó una voz sentenciando lo que sucedería dentro de unos momentos.

— ¿Quién dijo eso? —pregunto el peliverde mirando a todos lados en busca de la persona que le correspondía la voz.

— Ven acércate al final del muelle, allí podrás verme claramente —respondió la misteriosa voz en un tono algo susurrante pero entendible.

Hisui decidió hacer lo dicho pero siempre teniendo la guardia alta por si era alguna trampa del enemigo y algo en relación con un quirk. Caminó un poco lento esperando que la voz dijera otra cosa para comprender dónde es que se encontraba y porqué apareció en ese lugar. Pero ya estando en el lugar correspondiente no pudo observar a ninguna persona.

— Ya estoy aquí, exijo que te muestres —habló fuerte el joven para que aquella voz lo escuchara.

— Impaciente el muchacho —se rió el extraño poniendo nervioso al mencionado.

— Yo hice lo que me pediste, así que ahora tú cumple tu parte del trato —le reclamó con una voz que denotaba frustración al no saber nada de lo que está pasando pues hace unos momentos estaba peleando contra un enemigo y de repente había aparecido en ese lugar.

— Pero yo si cumplí, solo que no eres lo suficientemente listo para verme —se burló un poco del peliverde— Estoy aquí, mira hacia abajo mocoso —le dijo para que al fin pudiera verlo.

Eso tomó desprevenido al Midoriya pues nunca había pensado en mirar hacia el lago. Pero fue mayor su sorpresa fue al mirar, el sujeto estaba en donde debía de estar su reflejo y era un tipo con lo que parece ser una máscara de exorcismo de la región folclórica Nou, una máscara que tenía los ojos desorbitados, una boca con unos tenebrosos colmillos y unos cuernos que sobresalen de la máscara, juraría que todo eso transmitía angustia y pavor a todo aquel que la mira pues esa máscara imponía enserio. También contaba con una vestimenta algo tradicional y tenía uno de sus brazos con tatuajes.

— Vaya, no te orinaste encima como muchos otros. Admito que cuentas con agallas para no salir corriendo cuando me viste —le comentó el sujeto de la máscara sin ningún tipo de sorpresa más que lo dicho por él.

— ¿Quién eres? ¿A cuáles otros te refieres? —se había hecho esas preguntas con lo dicho por el reflejo en el agua— ¿Y por qué no te quitas esa máscara? —dijo con un poco de curiosidad que rondaba por su cabeza.

— Haces muchas preguntas, ¿Te lo han dicho? —espetó el sujeto con una frustración en su voz.

— Solo cuando procuro ser cuidadoso, así que te invito a responder toda pregunta ahora —le sentenció de manera rotunda mientras que desde la máscara solo se escuchaba una pequeña risa.

— Me caes muy bien mocoso, te lo contaré. No importa a quien me refería, solo han sido visitantes que han venido buscando algo en específico; no puedo quitarme la máscara aunque así lo quisiera; y quien soy... pues digamos que soy un amigo que viene a ayudarte —le dijo firmemente.

Eso dejó a Hisui con más preguntas que respuestas pero debía de pensar muy bien la situación que estaba pasando en ese momento. Tuvo la necesidad de realizar otra pregunta para calmar sus inseguridades que iban creciendo cada vez más.

— ¿En dónde estoy? —habló el joven.

— Sigues donde te habías quedado, en un callejón de Musutafu con un nomu acercándose cada vez más a ustedes, realmente que estás envuelto en un gran lío —respondió la figura misteriosa e inmóvil.