Carlos tomo los cabellos de Audrey haciendo que ella llorara cada vez más, con unas tijeras comenzó a cortar el liso cabello frente a ellos se encontraba un espejo de cuerpo completo.
—Siempre me han gustado tus hermosas hebras Audrey,¿A ti también te gustan?—
Con las tijeras acarició el oído de la chica mirando con desprecio esa parte.
—¿Pero sabes que no me gustan de ti querida Audrey?,¿No?, Nunca me han gustado tus oidos, talvez si fueran más pequeños...— abriendo las tijeras las acerco al lóbulo de la oreja.
(En la habitación de Chad)
El rubio hundió su rostro en el cabello negro de su acompañante deleitándose con la fragancia de té y fresas que emana.
El pelinegro acercó más su cuerpo apoyando sus piernas a los lados del cuerpo contrario disfrutando el aroma masculino del deportista. Inconscientemente comenzó a frotarse sobre la entrepierna.
Chad llevo sus manos sobre la delgada cintura soltando bajos gemidos hasta despertar por la sensación, al encontrarse con el pelinegro sobre el removiendo su cuerpo sobre su entrepierna creando esa fricción por la que despertó, decidido tomo con más fuerza la pequeña cintura para luego empujarlo a un lado al tener libertad se fue al baño.
Alex al no sentir la comodidad del cuerpo contrario despertó poco a poco hasta darse cuenta de su alrededor los recuerdos del día anterior llegaron a el haciendo que despertara de golpe dejando cuelquier rastro de sueño atrás, con prisa se colocó de pie en la cama para luego bajar de un salto y buscar sus zapatos por el cuarto encontrando estos al lado de la puerta de baño al ir por ellos y agacharse la puerta se abrió mostrando a Chad el cual se encontraba con solo una toalla en su cabello secandolo el silencio prevaleció por un rato hasta que ambos se dieron cuenta de la situación, Alex apartó la mirada del miembro de Chad seguidamente de que este quitará la toalla de su cuello para ponerla en su cintura.
—Lo siento olvide que estabas aquí —
—N-No hay problema yo ya me iba solo necesitaba mis zapatos— Un incómodo silencio se instalo en el cuarto Chad se fue a la cama sin saber que más hacer, Alex termino de colocar sus zapatos para salir.
—Oye, antes de que te vallas quiero que me expliques lo que sucedió ayer—
—E-Es complicado— Chad pegó su espalda a la cabecera de la cama cruzandoze de brazos y piernas.
—Entonces siéntate y habla— Álex acato la orden siendo imposible para el desobedecer con quién lo ayudo, le debía una explicación.
—Audrey q-quiere lastimar a Carlos— Chad puso total atención.
—Ella está molesta por qué Ben no quiere nada con ella por Carlos y ella está molesta tiene el libro de hechizos de Mal y yo iba a detenerla pero no pude— Las preguntas llenaron la mente de Chad el cual no estaba dispuesto a quedarse con alguna duda.
—¿Como sabes eso?—
—Yo estaba con Audrey ella tenía el libro en sus manos y le pregunté que hacia con eso por qué mal lo estaba buscando,ella dijo que no me metiera en sus asuntos yo trate de quitárselo y ella me grito lo que quería hacer— Chad no dudaba ni una palabra de lo que el menor decia no cuando lo hacía de forma tan vivida. El también noto la obsesión de Audrey por Ben.
—¿Qué hacías en el claro?—
—Yo y Carlos íbamos a vernos ahí íbamos a acampar en un lugar y ese era el punto de encuentro antes de ir yo le dije a Audrey dónde lo veria, f-fue mi c-culpa—
Chad se sintió mal por el pelinegro que volvía a llorar.
(La cabaña)
La sangre se esparcía por el piso la piel de Audrey se veía enfermiza por la perdida de sangre, Carlos limpiaba el rostro de la joven aunque de nada servía por qué la sangre volvía a salir de su boca junto a la saliva.
Rindiendose lanzó el trapo lejos la ropa de Carlos se encontraba manchada en gran parte, su rostro mostraba satisfacción por la deplorable forma en que dejó a su víctima.
—Mi querida Audrey debes de estar arrepentida por lo que pensabas hacer,¿No?, Debiste pensarlo mejor mi linda Audrey, ¿Secuestrar a un villano,en serio pensaste que era una buena idea?,esto es Karma linda solo eso— El libro de hechizos apareció en la visión de Audrey, Carlos jugaba con el mientras cantaba una canción.
—Hace unos días Mal mencionó que podía encontrar un hechizo para desaparecer a la gente, ¡ay ay ay aquí está!, Vamos a probarlo— La sonrisa de Carlos se agrando al ver el terror en Audrey.
Al terminar de decir el hechizo la tierra comenzó a tragar el cuerpo de Audrey triturando de a poco cada parte que era tragada, con sus pocas fuerza soltó un grito cargado de dolor un grito dónde quería ayuda, un grito que era difícil de entender después de todo no es fácil hablar sin lengua y dientes.