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Entre a la cueva y a lo lejos de esta se podía ver una especie de cortina hecha de una especie de lianas. Sin pensarlo me dirigí a aquella cortina y la cruce.

Al otro lado había un especie de invernadero circular y detrás de este se encontraba una gran casa abandonada, podía jurar que la última mencionada si estuviera en mejores condiciones se podría hacer pasar por un castillo. Sin más tiempo que perder me dirigí al invernadero, la naturaleza lo había cubierto todo, las paredes estaban llenas de plantas colgantes y a penas dejaban entrar la luz del sol. A lo lejos se podía observar una puerta cubierta por las ramas y lianas, me costó quitarlas, pero cuando lo conseguí, llegué hasta el jardín de aquella misteriosa casa. Me replantee seriamente lo de entrar a la casa, pero ya que había llegado hasta allí no podía echarme hacía atrás en ese momento. Con el miedo en vena, entre a la casa, estaba llena de polvo, los muebles estaban cubiertos por las plantas y las escaleras que subían a los demás pisos parecían estar rotas.

La casa tenía como mínimo cuatro plantas de alto y era bastante ancha, sinceramente la casa parecía la casa de la película de Casper, eran muy parecidas, solo que esta no estaba habitada por un fantasma, aunque claro yo no lo había comprobado. Cuando tuve un poco más de valor subí al piso de arriba, parecían habitaciones, solo que claro, con tanta planta poco se podía ver ahí. Las camas parecían estar rotas menos una en concreto, la que se encontraba en la habitación del final. Esa habitación parece que ha tenido inmunidad a el paso del tiempo, ya que, estaba todo limpio, no había ni una sola planta y además estaba hasta la cama hecha, la verdad es que me gustó esa habitación, estaba completamente ordenada y además contenía un montón de libros en unas grandes estanterías pegadas a la pared. Parecía la habitación de ensueño de cualquier lector.
No pasó mucho tiempo cuando decidí poner rumbo a otra habitación, esta parecía la biblioteca aunque cabe destacar que en la otra habitación ya había muchos libros.
Después de registrar todo ese piso decidí subir uno más, este estaba lleno de estrellas pegadas por todas las paredes, había libros de constelaciones y un telescopio bastante limpio, hay que añadir que al igual que la biblioteca está sala se mantenía en muy buenas condiciones.
Poco tiempo pasaría hasta que escuchara un ruido proveniente del piso de abajo, como si estuviera en la biblioteca, los pasos fueron subiendo por la escalera hasta que llegaron al piso que yo me encontraba.
Mi mirada se conectó con la de aquel encapuchado, bestia una túnica roja larga, era negra por dentro, su cara no era visible ya que llevaba una máscara negra que le cubría toda la cara. Sin tiempo de pensarlo mis pies empezaron automáticamente a correr hacia la puerta de esa casa, el enmascarado había cogido una especie de palo de metal y intentaba darme con el. Una vez estábamos ambos en el invernadero, derrepente una bala atravesó la sien del enmascarado y lo dejó tirado en el suelo inmóvil.
El causante de este disparo llegaría a ser demasiado para mi, pero yo claro estaba no lo sabía. Era un chico joven, alto aproximadamente un metro ochenta ojos y pelo café, era robusto y imponía sólo su presencia.
El me agarro del brazo y me hizo entrar a la casa con el, una vez dentro me sentó en una silla y empezó a hablarme.