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˙·٠•●♥ Taehyung ♥●•٠·˙
"¿Y quién no tiene un amor? ¿Y quién no goza entre amapolas? ¿Y quién no posee un fuego, una muerte, un miedo, algo horrible, aunque fuere con plumas, aunque fuere con sonrisas?
Siniestro delirio amar a una sombra."
Recitó la profesora mientras, se suponía, debían escribir el nombre del autor.
La poesía debía ser la cosa más complicada del mundo; era difícil de leer, de entender y ¿por qué demonios tenían que contar?
—Jimin, pásame la respuesta.
Al no recibir respuesta, se asomó a ver el cuaderno de su compañero y se dio cuenta que en la esquina derecha decía: Min YoonGi.
—¡Es de Alejandra Pizarnik, idiota! —Jimin se sonrojo y se giró haciendo a un lado el cuaderno— Deja de copiarme, ya te las pasé todas.
—¿Es enserio que escribiste en nombre de hyung al lado de un supercursi poema de amor? —apenas podía contener la risa.
—No sé de qué hablas.
—Dame tu cuaderno y te muestro de qué hablo.
—Kim Taehyung, Park Jimin —interrumpió la profesora— no recuerdo haber dado la indicación de que el trabajo se hiciera en parejas.
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Sentados en el pasillo, esperando el castigo, Jimin movía nerviosamente la punta del pie contra el piso mientras jugaba con sus dedos.
—Tae... Por favor no le digas a nadie. —rogó mientras lo veía con ojos brillantes y afligidos— Es una tontería, es un amor platónico y se me pasará en dos días. —Se veía tan preocupado que incluso se le quitaron las ganas de burlarse.
—Es extraño que te guste alguien que básicamente duerme a un lado nuestro. Ahora entiendo muchas cosas.
JiMin comenzó a morderse las uñas mientras lo veía expectante.
—¿Eh? ¿Qué cosas? ¿Soy muy obvio?
—No, sólo olvídalo.
—Por favor, Tae, no le digas a nadie.
—Está bien, no le contaré a nadie.
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Ese secreto los había unido de una extraña forma; los había vuelto cómplices.
Ahora él era el único que sabía porque Jimin se sonrojaba así y sonreía como idiota cuando Suga Hyung lo volteaba a ver. Él era el único que sabía porque buscaba pretextos para abrazarlo.
Y también sabía que el enamorado no le había durado sólo dos días.
Analizando sus actitudes, comenzó a sospechar que a YoonGi también le gustaba Jimin. Lo trataba diferente. Incluso cuando no era nada cariñoso, y en general no le gustaba el contacto físico, también buscaba pretextos para abrazar o tomar de la mano a Jimin y también sonreía cada vez que sus miradas se encontraban.
Intentaba que pareciera casual lo ansioso que estaba por la atención de su amigo, molestándolo más que el resto.
¿En serio crees que puedes engañar a alguien con eso? ¿Cuántos años tienes, hyung?
Pero había algo que no podía ocultar, y eso era lo oscura e intimidante que se volvía su mirada cada vez que alguien se acercaba a Jimin.
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Lamentablemente, cada vez que intentaba hablar con su amigo del tema, él le respondía:
"¡Sólo fue un enamoramiento exprés! Deja de mencionarlo. Qué pena me da recordar eso".
Decidió que debía esperar. Supuso que cuando crecieran, Jimin en cualquier momento llegaría a contarle que YoonGi le había pedido que salieran.
Siempre los veía actuar tan cercanos. Jimin siempre abrazaba a todo el mundo, era amoroso con todos y no se cortaba en demostrar su cariño, en cambio, cada vez que se acercaba a Suga se convertía en alguien tímido.
Ellos hablaban del otro como quien habla de sí mismo, con completa seguridad. Hablaban, como presumiendo lo mucho que se conocían, aunque no se conocieran más de lo que se conocían entre todos. Ambos se comportaban con una complicidad que no tenían con nadie más, como si supieran todo el uno del otro, aunque realmente no lo sabían.
Y si Jimin saliera a comer un helado con Jungkook, lo mencionaría sólo si alguien le preguntaba que había hecho el fin de semana. Mientras que si salía con YoonGi no haría más que hablar de eso cada vez que tuviera oportunidad y si no la tenía, encontraría la forma de crearla.
En ese momento creyó, equivocadamente, que su hyung no se le declaraba debido a que eran muy jóvenes. Aún eran menores de edad y a los 17 salir con un chico de 20, parecía mucha diferencia de edad.
Esperó... Esperó y esperó, pero habían pasado casi dos putos años desde entonces.
No podía soportar ser el único que sabía lo que sentían el uno por el otro... decidió que poner manos a la obra.
Su primer plan fue un completo fracaso, aunque al menos fue divertido.
—¿Te sigue gustando Suga hyung? —preguntó a Jimin.
—Deberías superar eso de una vez por todas.
—No lo digo por eso, tonto. Lo digo porque me pidió el número de una amiga. —comentó tranquilamente mientras jugaban videojuegos.
—¿Qué amiga?... Es Hana ¿Verdad? —Bufó mientras rodaba lo ojos— Típico de YoonGi.
—Supongo que no te importa que salgan.
—Para nada. —se encogió de hombros.
Esa pequeña mentira fue suficiente para que Jimin dejara de hablarle a YoonGi por una semana. Le parecía gracioso. El pobre hyung se la pasaba tras él preguntándole qué le pasaba y si estaba molesto. Mientras, Jimin, intentaba negar lo innegable.
Afortunadamente nunca lo atraparon en la mentira.
—Suga hyung me dijo que lo de Hana no funcionó. —mencionó casual mientras tomaban café por desayuno.
—¿En serio? —Jimin, no pudo evitar sonreír y voltear con los ojos brillando— No sé porque me lo cuentas, digo, no es como si las relaciones le duraran más de tres días.
—Lo digo por si ya le quieres levantar la ley del hielo. —dijo mientras abandonaba la mesa.
—¡No le tengo ninguna ley del hielo!.
Ese día en la filmación Jimin se la pasó abrazando a su hyung durante todo el rodaje y éste se la pasó sonriendo por el cambio de actitud.
¿Porqué son tan idiotas? ¿Cómo es que no se dan cuenta que están siendo correspondidos?. El amor de verdad te vuelve idiota e inseguro.
Él era una tercera persona y estaba seguro que sólo faltaba que uno de los dos diera el primer paso.
