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La tarde en la que puso "manos a la obra", salieron a festejar el premio de "I Need U" en SBS que nadie se lo esperaba y una parte de ellos aún no lo creía.
En cuarto a Jimin se le subió un poco el alcohol, se había puesto a llorar y a dar un discurso sobre su debut, lo mucho que los quería, lo unidos que debían estar y lo feliz que era por debutar con ellos seis y bla bla bla. Cuando ya no podía sostenerse Yoongi se ofreció a llevarlo hasta su cama y Taehyung los siguió con la intención de aprovechar que estaban ebrios para hacerlos confesar que sus sentimientos eran mutuos.
Entreabrió la puerta y vió a JiMin inerte, casi a punto de llegar a un coma etílico. Yoongi, le separó el cabello de la cara y con sumo cuidado lo dejó sobre la cama.
Vio con sorpresa a JiMin lanzarse a besar con a su hyung, y no un beso cualquiera, parecía que le quería comer la boca, dejando múltiples mordidas mientras jalaba con sus dientes los delgados labios, tan salvaje como nunca se imaginó a su tímido e inocente amigo.
El nivel de sorpresa fue aumentado cuando vió a YoonGi separarlo con cuidado y con cara de completa indiferencia.
—Me gustas mucho, hyung. ¿Porqué yo no te gusto?—dijo Jimin volviendo a cerrar los ojos adormilados.
—Descansa.
Yoongi sonrió y lo arropó mientras Jimin se daba la vuelta sobre el colchón.
—Ya sabías, siempre lo supiste. —afirmó Taeyung, esperando ser desmentido.
Yoongi asintió sin voltear a verlo.
—Esto es estúpido —contestó burlón— ¿Cuánto le va a durar el capricho? Ustedes son sólo unos niños, me va a olvidar mañana.
—Jimin no es esa clase de persona.
—Entonces... ¿Vale la pena destruir lo que hemos logrado por lo que un niño cree sentir por mí? Todo lo que he sufrido para llegar hasta aquí, no lo voy a tirar a la basura por un amor de dos días.
Recordó ese día en el instituto cuando Jimin utilizó esa misma expresión. El enamoramiento, definitivamente, no le había durado dos días.
—Sí lo vale, él vale más de lo que podrás conseguir en toda tu vida. Y él tambien te gusta, lo sé, te he visto.
—No me gusta. Es un niño, sólo no quiero lastimar sus sentimientos.
—Mentiroso, eres un mentiroso y un cobarde.
— Déjalo, Tae, tiene razón. No vale la pena arriesgar todo lo que hemos logrado por una tontería que se me va a pasar mañana.
Se le bajó la sangre a los pies. Volteo hacia abajo, Jimin tenía las mejillas mojadas de lágrimas. ¿Cuánto tiempo llevaba despierto? ¿Cuánto había escuchado?
—No, no la tiene. Sólo es demasiado cobarde. —Mencionó Taehyung mientras veía a su hyung con rencor.
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Aunque Jimin actuaba como si todo estuviera bien, Tae lo escuchó llorar por las noches, ahogando sus sollozos contra la almohada.
Y eso lo llenó de sed de venganza.
Desde entonces se la había pasado evitando que Suga se acercara a su amigo. Cada vez que los veía juntos formaba un plan para separarlos.
Jimin, últimamente estaba más cariñoso con todos, buscando consuelo, tal vez.
—¿Sabes lo que le pasa a Jimin? —preguntó Jungkook.
Su mirada se iluminó y una sonrisa adornó su cara. Le pegaría donde más le duele.
—Ah, ¿No te lo contó? —preguntó Taehyung— Su tía abuela lejana falleció. Pobre, está muy afectado.
—¿Una tía abuela lejana? —, Taehyung dudó por un momento. Lamentándose por haber dicho esa expresión sin sentido —Pobre Jiminnie.
A veces era un beneficio cuando Jungkook procesaba... Un poco lento.
—Sí, es por eso que debes darle mucho, mucho, mucho cariño, todo el que puedas. Él está buscando consuelo, sobre todo contigo porque eres su bebé.
—Entiendo, hyung, haré todo lo que pueda.
—Jimin está pasando por un duelo. Es completamente indispensable que por nada del mundo menciones a su tía abuela.
—Entiendo.
Desde ese momento Jungkook se la había pasado consintiendo a Jimin, tanto que en ocasiones lo hacía sonrojar con sus detalles.
Todo el mundo se daba cuenta de lo unidos que se habían vuelto y a todos les parecía tierno. Menos a YoonGi, quien se la pasaba apretando los puños y haciendo malas caras cada vez que los veía juntos...
A penas y podía aguantar la risa cada que ocurrían esas escenas. Tal vez Jimin era demasiado inseguro para darse cuenta, pero él no y lo estaba disfrutando.
