𝐂𝐀𝐏 𝟐

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La vista de la ventana se nubla cada minuto de encierro. Victoria puede ver como su vida para por delante de sus ojos mientras se encuentra encerrada, cautiva, lejos del mundo y de su familia.

¿La razón? No eligió bien con quien estar en su pasado y ahora le persigue como un chicle pegado a la suela de su zapato.

Realmente, ella nunca amó a Nathan. El era como un último intento, un intento de salir de algo que realmente nunca fue algo de lo cual avergonzarse, pero es algo que la carcomía por dentro. Ella no sabía que no tenía que ser así.

Ya han pasado 3 días desde los eventos anteriores, Victoria está mirando el televisor–lo único tecnológico que Nathan le permitía  poseer en aquel cuarto–para olvidar los problemas, cuando se da cuenta de algo curioso; los cables del televisor estan ligeramente descubiertos, así que Victoria tiene un plan.

En este momento, Nathan se encontraba trabajando. Por lo tanto, tenía por lo menos una hora para planear su estrategia de escape. Victoria corta el cable desde el lado más cercano al conector que va conectado al televisor. De esta forma, puede aprovechar que el cable es extenso y mantenerlo conectado mientras acerca el cable a su cuello. Si, ya sabe que hacer, y talvez sea su única salida.

Faltan 22 minutos, Victoria nunca ha estado tan nerviosa. El cable está desconectado mientras ella está sentada, preparada por si llega anticipadamente.

Pero Victoria antes de esta decisión tenía varias opciones; por ejemplo, trató de destruir la puerta, pero la puerta, la cual estaba hecha en forma de un enrejado, era muy sólida como para ser rota con un cuchillo de mesa.

También tenía la opción de romper la ventana, pero esto representaba un problema enorme ya que al igual que la puerta, detrás de aquel cristal había un enrejado. También porque debido a la altitud de el cuarto en aquella casa (Victoria se ubicaba en el tercer piso), sería suicida tratar de saltar de allí.

Gritar hasta ser escuchada sería una opción si aquella casa estuviese ubicada entre mucha gente, lo cual no es el caso. Victoria amaba este tipo de construcciones grandes y solitarias, aunque después de esto tal vez su opinión cambie.

Así, en principio, su única salida es el asesinato. La puerta en el primer piso empieza a escucharse rechinar, en muestra de que alguien se aproxima. Victoria se queda esperando a que Nathan suba a ver como está.

Los pasos se escuchan acercarse lentamente por las escaleras mientras ella espera nerviosa y aún con dudas.

Algo no anda bien.

De repente, se escuchan más pasos, más personas hablando. Esto dificulta el plan de Victoria; matar a un hombre es difícil, más aún a un grupo completo.

Se escucha una conversación proveniente del segundo piso entre Nathan y una de las personas, quien parece ser una mujer joven.

—Uff, esta casa es enorme. ¿Vives solo?—pregunta la mujer sorprendida a Nathan.

—Pues si.—responde Nathan.— ¿Te gusta?

—Me encanta. Quiero ver el tercer piso.

Mientras se escuchan los pasos rápidos de aquella mujer aproximándose arriba, Nathan interviene para detenerla.

—¡No! ¡No subas!—Le gritaba Nathan.

—Por dios, calmate. ¿Hay algún problema?

—Pues... Te tengo una sorpresa, no puedes subir aún porque arruinaría la sorpresa.

Esto es suficiente para persuadirla de no subir. Mientras tanto, Victoria no sabe qué hacer, piensa empezar a gritar para ser escuchada, aunque Nathan siempre carga consigo un arma, con la cual podría neutralizar a la chica inocente, pero de repente escucha pasos subir a su cuarto.

El piso frente a la puerta empieza a rechinar. Ella conecta el cable con la esperanza de que sea Nathan.

Tras la puerta, se puede ver a la chica.

—... ¡¿Que mier- ¡Nathan me dijo que vivía solo!

—Me a tenido secuestrada aquí durante meses.—dice Victoria mientras empieza a soltar pequeñas lágrimas.

La puerta, finalmente, abre.

—Te voy a sacar de aquí, levan— Aquella chica pausa repentinamente junto con el sonido de una bala y se desploma en el suelo, para dejar ver a Nathan apuntando directamente a Victoria.

—Le dije que no subiera.

Victoria cambia rápidamente de plan y se abalanza sobre Nathan Sujetando su arma, entonces empiezan a forcejear fuertemente.

—¡¿Quieres morir?! ¡suelta el arma!— le gritaba Nathan a Victoria, pero esta hacía caso omiso.

Poom

...Poom

...Poom.









-DoyJoy

Asesina de las floresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora