Asesina de las flores

𝐂𝐀𝐏 𝟑

El rojo es tan dramático y significativo que diría que es poético. Rojo como la sirena de una ambulancia, la sangre... Siempre es algo muy dramático para captar la atención del receptor.

En primera plana empezó a aparecer la cara de una tal Victoria– lo que llamaba más la atención en aquellos titulares no era lo que ella esperaría después de meses de secuestro.

—¿Signos vitales?
—Está muy mal.
—¡ Muévete, la perderemos!
—Tenemos que mantenerla con vida, podría morir en cualquier momento.
—¡La perdemos! ¡Hijo de puta!
—¡Cálmense y concéntrense, carajo!

Los enfermos no lo sabían, pero Victoria tenía cierto grado de conciencia. se sentía como un sueño lúcido algo confuso. Todo era borroso a su vista y sentía que ya estaba muerta.

Podía ver una luz algo borrosa, ella no sabía distinguir si era una linterna perteneciente a los enfermos, o la luz al final del camino. Sentía un frío recorrer de el centro de su cuerpo hasta sus extremidades. no podía distinguir bien donde estaba, aunque estaba segura de que estaba junto a enfermos ya que podía escuchar sus conversaciones.

—¡Bájenla, rápido!

A partir de allí, las voces se distorsionaron para ella, hasta que finalmente cerró sus ojos.

Estuvo aproximadamente 2 horas inconsciente, mientras los doctores sospechaban que moriría. En un momento, su estado mejoró notablemente.

De repente, despertó.

—tubo suerte, pero perdió mucha sangre, Tiene que reposar lo más que pueda.— le explicaba su doctor a Rebecca, la mejor amiga de Victoria, quien se había enterado de su estado y fue a visitarla.

—¡Victoria! ¿Dónde estabas todo este tiempo?— le preguntaba Rebecca a Victoria.

—... ¿Recuerdas a Nathan? me secuestró. Está completamente loco.

—¡¿Enserio?! El imbécil me saludaba todo los días sonriendo, no puedo creer que haya echo eso, pero...

—¿Pasa algo?— cuestionó Victoria.

—Uhm, nada. Solo no enciendas el televisor.

—...No pudo haberlo hecho.

—Lo siento.

Victoria extiende su brazo con algo de trabajo para alcanzar el control remoto. Con algo de incertidumbre, encendió el televisor del cuarto de hospital.

—Así cómo lo escucha, una chica irrumpió en la casa de el reconocido actor, Nathan Berrycloth...—Comunicaba la reportera.

—¿irrumpir? ¿De qué demoni... Espera, ¿actor?— Decía Victoria, totalmente desconcertada.

—...Testigos que se encontraban en el hogar al momento de lo ocurrido afirman que la chica supuestamente entró al lugar con un arma, con la intención de disparar. Nathan, tomando valentía, le arrebató el arma y disparó tres balas; una no llegó a su destino, chocando con la pared, y las otras dos penetraron en el cuerpo de la chica.

en ese momento, Victoria recordó como pasó todo. después de unos 30 segundos de forcejeo, 

—¡¿De qué demonios está hablando esa loca?! ¡El idiota me tenía secuestrada! ¡Debe haber pruebas!— Decía victoria, entrando en desesperación.

—Ya sabes como es todo, le prestan más atención a las personas reconocidas.—respondió Rebecca.

Victoria tomó su celular, con la intención de buscar a "Nathan Berrycloth" en Internet.

—Es cierto, Tiene poder sobre mi, convenció a todos de que soy la mala.— se lamentaba Victoria.

—Siempre voy a estar ahí para ti, lo sabes ¿cierto?— Le dijo Rebecca.

Rebecca siempre a estado junto a Victoria. Son muy unidas, o por lo menos así era hace unos 4 meses. Ambas se sentían desconcertadas acerca de muchas cosas en sus vidas, así que pasó lo inevitable. Después de "el inconveniente", las cosas se volvieron complicadas y algo incomodas entre ellas dos. Pero, aunque ya no sea la misma amistad de antes, siguen cuidándose la una a la otra.

—Lo se.— Respondió Victoria.

Llegó la noche. Rebecca dormía en el sofá de el cuarto de hospital mientras que Victoria la veía, sin poder dormir. 

Su cabeza estaba en muchos lugares, lo que más pasaba por su cabeza era "Asesina a Nathan" repetidas veces como un disco rayado. pensó en todo tipo de métodos para terminar con su vida, incluso pensó en aparecerse en su casa y envestirlo. Su rabia era tal que ya no le importaba nada, solo quería darle su merecido y hacerle sentir lo que ella sintió estando encerrada y ahora lo que siente siendo acusada públicamente.

Mientras observaba un jarrón de flores que se ubicaba en su mesita de noche, se le ocurrió la idea perfecta; enviare unas flores. No parece el plan perfecto para matar a alguien dicho sin contexto, pero la idea es acompañar las flores con un ramo de deliciosas bayas, las cuales estarían envenenadas con cianuro. 

Victoria empezó a anotar todo esto en una pequeña libreta que traía con ella. Decidió que sería un ramo de claveles amarillos.

Y así, Nathan despertó a la la asesina mas vengativa.

-Beatriz Urbano