Capitulo Seis

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Okey, esto no es lo que esperaba.

Definitivamente ella no lo esperaba.

Después de lo que pasó el día anterior, ella no creía que se la podía encontrar otra vez, que ella iba a estar en el mismo colegio, en el mismo tren, y que el único compartimiento vacío era con ella.

No tenía nada en contra de ella, pero ella era una Slytherin, y Cassie era una Hufflepuff, por ende, Cassie no tendría que tener nada en contra de la Slytherin.

— Antonella D'angelo.—

— Cassiopeia Potter. ¿Que te trae por mi compartimiento?.— Preguntó la rubia

La semi pelinegra hizo una mueca.

— Dejé a mi hermano menor con unos niños de su edad en un compartimento, James debe de estar por ahí con su grupo de estúpidos, y no hay más compartimientos vacíos. Este es el único compartimiento en el que no había preguntado. No voy a ir con James, y quiero que mi hermano haga amigos, así que, ¿Me aceptas en tu compartimiento?.—

La chica D'angelo retuvo una pequeña sonrisa, por lo que había dicho de su hermano adoptivo y sus amigos, pero al instante, se borró, colocando su máscara de Sangre Pura.

La chica Potter le caía bien a la D'angelo, por eso la dejó pasar.

Una vez instalada, la chica Potter se sentó en el asiento en frente de ella, apoyada en la ventana, intentó dormirse, pero el pequeño erizo que estaba en su jaula estaba pidiendo salir a gritos.

La puerta fue golpeada. Alguien quería abrirla.

— Pase.—

Una chica, de cabello entre color borgoña y rojo cereza, tal vez un rojo oscuro, atado en dos trenzas, ojos color chocolate y pálida, asomó la cabeza.

— Quería preguntar si podría estar en este compartimiento, es que no hay otros vacíos. — dijo la chica, al final, con una mueca.

La rubia miró a la Potter, para ver qué decía, y ella asintió.

— Si, claro, puedes entrar. —

Una vez que entró y se acomodó, pudieron verla bien.

Era bajita, de 1,50 como mucho. Cabello de un tono entre el rojo y el violeta, pero más tirando a rojo. Sus ojos eran del color del chocolate, pero eran muy bonitos. Sus dientes eran un poco chuecos, pero nada que la magia no pueda arreglar, también los brackets le ayudaban muchísimo. Usaba lentes de marco grueso. Su cabello atado en dos simples trenzas, que la hacían ver cómo la típica nerd del colegio muggle. Su piel era blanca, como su fuera de porcelana.

A la chica Potter le gustaba su cabello, y le daba ganas de hacer unas preciosas trenzas cascada, o cualquier trenza, al igual que con el cabello de la D'angelo, por los colores llamativos. Casi al instante, mechones de su cabello se tornaron celeste cian, amarillo y su violeta pastel que acostumbraba a cargar.  Sus ojos estaban de los mismos colores.

Esta acción hizo que las otras dos adolescentes mirarán con curiosidad y asombro su cabello y sus ojos.

*Esa chica sin dudas es rara, pero yo soy la menos indicada para hablar de rarezas, solo basta con mirar a mi familia y ya está* Pensó la pelirroja.

*Es....... ¿Metamorfomaga?.... Pero solo son unos mechones de colores y sus ojos. Y se supone que los metamorfomagos es en la totalidad de su cabello, el que se torna de un color, no unos mechones, tampoco sus ojos se tendrían que cambiar de color. Solo tendría que cambiar su cabello del color de sus emociones.* Pensaba la Slytherin

Tocaron la puerta, interrumpiendo todo tipo de pensamiento en la cabeza de las tres chicas.

Era la señora del carrito de dulces.

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