𝗻𝘂𝗲𝘃𝗲

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yoongi rió ante la escena: jeongguk se encontraba de rodillas en el suelo juntando sus manos y pidiéndole perdón.

—¿de qué te ríes?

—nada, nada. —soltó otra carcajada—levántate de ahí, no tienes porqué disculparte, no estaba enfadado ni nada.

—¡pero me sentía mal! —se levantó y cortó las palabras de yoongi— tu madre me ha contado todo lo que tuviste que pasar, y me sentí mucho peor que antes. no sabía nada de eso.

el corazón de yoongi se ablandó al mirar los ojos del más alto. jeongguk parecía realmente preocupado y triste, y es que si hasta el mismísimo yoongi escuchara su pasado contado por otra persona, también sentiría lástima.

—perdón. —dijo yoongi arrepentido.

—¿qué? ¿por qué? —preguntó el contrario preocupado— soy yo el que debería disculparse.

—no importa, ni siquiera me molesté. —aclaró— pero, de todas formas, gracias por haber tenido en cuenta como me sentía. nadie lo había hecho antes.

jeongguk abrazó al contrario, tomándolo por sorpresa, y posicionando una de sus manos sobre el cabello de yoongi y acariciándolo. el rostro del más bajo encajaba en la curvatura del hombro de jeon al mismo tiempo que sus brazos rodeaban la cintura de éste.

—lo que importa es que hemos solucionado esto y ahora somos amigos, ¿no?

yoongi asintió tímidamente. llevaba tiempo sin ser abrazado por alguien ya que raramente era capaz de expresar afecto, y aún menos afecto físico. además esta era la primera vez que abrazaba de esa manera a jeongguk y viceversa. no iba a negarlo, era bastante reconfortante y se sentía cómodo con jeon.

—gracias por no juzgarme. —murmuró.

—no tienes nada que agradecer, bobo. —rió despeinando el cabello de Yoongi con delicadeza.

el cuerpo de Yoongi era más delgado y menudo que el suyo. era tierno abrazarlo en esa postura.

—por cierto, ¿sabes tocar el piano? —preguntó al visualizar de nuevo el piano eléctrico en una esquina de la habitación del peliblanco

—bueno, algo así. —se encogió de hombros tras separarse unos centímetros de Jeongguk— hace años que no voy a clases pero sé tocar algunas canciones...

—¡yoongi, baja a poner la mesa! —llamó la señora Min desde el salón ocasionando que se alejaran el uno del otro rompiendo el abrazo— tu hermano estará aquí en media hora.

bajaron sin prisa alguna hasta la sala. colocaron los cubiertos, platos y vasos sobre la mesa. tras eso, jeongguk le pidió a yoongi que probara la comida que había preparado. tomó una cucharada pequeña de la sopa, que se encontraba hirviendo, y esperó hasta que se enfriara un poco para dársela al mayor. yoongi complementó que sabía muy bien y que era buen cocinero ganándose una sonrisa avergonzada de jeon.

—tampoco es para tanto... —le restó importancia vergonzosamente— cualquiera podría hacer este plato.

la señora min observaba la escena disimuladamente al mismo tiempo que fregaba los platos.

jeongguk y yoongi siguieron dentro de su burbuja hablando y riendo de cualquier cosa mientras el menor terminaba de preparar la cena. yoongi insistió en ayudar a jeongguk sirviendo la comida en cada plato porque sentía que no cooperó con nada de la cena. jeon aceptó, tomando la diestra de yoongi entre la suya para ayudarlo a verter las raciones en los platos correspondientes.

yoongi comenzó a inquietarse ante la cercanía de jeongguk. sí, hasta hace unos minutos se encontraban abrazados, pero esta vez era distinto porque no podía predecir las acciones del más alto.

—vaya, yoon, no sabía que traías a tu novio a cenar. —habló Jaebeom desde el umbral de la puerta causando que, sobresaltados, se separaran.

—no es mi... —miró a Jeongguk, el cual le devolvió la mirada— novio.

—así que tú eres Jeongguk. —Jaebeom ignoró a Yoongi y continuó hablando— mi hermano me habló mucho de ti. —estrechó sus manos amablemente.

—¿de verdad? —preguntó el de cabellos oscuros, curioso.

—no. —intervino Yoongi separando a jeongguk de jaebeom al mismo tiempo que la novia de éste último entraba a la cocina saludando a los allí presentes.

la cena dio comienzo unos minutos más tarde. se sentaron alrededor de la mesa del salón y conversaron mientras cenaban tranquilamente. jaebeom contó anécdotas sobre su nuevo trabajo, pues terminó la universidad hacía pocos meses. también mencionó como conoció a su novia, jeongyeon, y que se habían no muy lejos de la zona para comenzar a vivir juntos.

conforme el tiempo pasaba en la mesa, jeongguk desconectó algunos minutos de la conversación pensando en el comentario de jaebeom y la respuesta de yoongi. novio. esa idea no habría pasado por su cabeza nunca. hasta ahora. él era ¿heterosexual? además no era como si yoongi le gustara. osea, se conocían desde hacía varias semanas y se habían hecho cercanos en poco tiempo, conocía a la familia de yoongi, pasaban casi todos los días juntos desde que se conocieron, pero no es como si a él le gustara yoongi...

—gguk. —lo llamó el de cabellos blancos, a lo que volteó en su dirección encontrándose con su mirada posada en él— ¿me ayudas a recoger la mesa?

asintió cayendo en cuenta de que ya había terminado de cenar y los adultos se habían retirado a sentarse en el salón para seguir conversando.

llevaron los platos sucios hasta el fregadero y aunque yoongi insistió en que fregaría él, jeongguk quiso ayudarlo. acordaron que min los lavaba y jeon los secaba y guardaba en sus lugares correspondientes.

—¿en qué piensas? —preguntó Yoongi al notar como el contrario parecía estar ensimismado en algo.

—nada en concreto... —respondió dándole una breve mirada acompañada de una sonrisa.

cada vez que yoongi le entregaba los platos a jeon, sus manos se rozaban. era algo inevitable ya que tenía que pasarle la vajilla, pero el más alto se alarmaba cuando eso sucedía, aunque conseguía disimularlo.

estaba inquieto porque no podía parar de darle vueltas al asunto de antes, y yoongi notaba su incomodidad desconociendo el motivo, preocupándose.

—¡chicos, las campanadas son en cinco minutos! —avisó su madre desde el salón

—vamos. —dijo Jeongguk tras secar sus manos y tomar la de Yoongi para llegar más rápido a la sala.

tomaron asiento en el sofá que quedaba libre, sentándose el uno cerca del otro inconscientemente por las prisas. tomaron cada uno su bol con las doce uvas preparados para las campanadas sonaran. una vez llegado el momento, los presentadores de la televisión contaron una a una las campanadas hasta que sonó la última anunciando el comienzo de año nuevo.

entre los aplausos tanto de dentro del hogar como de fuera, debido a que todo el vecindario salió a celebrarlo a sus balcones, los dos jóvenes se miraron entre ellos con sonrisas en sus rostros felices por haber iniciado el nuevo año juntos.

entre los aplausos tanto de dentro del hogar como de fuera, debido a que todo el vecindario salió a celebrarlo a sus balcones, los dos jóvenes se miraron entre ellos con sonrisas en sus rostros felices por haber iniciado el nuevo año juntos

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gracias por leer <3

classmates ✦ kookgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora