caminaron alrededor de un cuarto de hora hasta llegar a la casa —la cuál era bastante grande y de apariencia moderna— del más bajo. no habían sacado ningún tema de conversación, bueno, jeongguk lo intentó, pero las respuestas por parte del pelinegro eran cortas y monosilábicas, por lo que decidió mantenerse en silencio.yoongi por su parte, no sabía cómo actuar. no era tan antisocial como parecía, él tenía algún amigo más allá del instituto y si quería podía socializar. lo que pasaba era que no conocía a jeongguk lo suficientemente ni quería parecer raro. ¿desde cuándo le importaba lo que pensaran de él? qué más daba.
el peliblanco sacó las llaves de su mochila bajo la mirada del azabache: —¿vives solo?
—no, vivo con mi madr-
—¡yoongi, cielo! te estaba esperando. —una mujer similar al peliblanco apareció por una de las tantas puertas del pasillo. el más alto pudo deducir que se trataba de su madre por la forma de sus ojos y rostro— ¡oh! ¿traes un amigo a casa? —yoongi quiso responder, pero fue interrumpido de nuevo— no traías a ninguno desde que nos mudamos, ¡qué alegría!
yoongi volteó mirando a jeongguk. esperaba un gesto de incomodidad por su parte, ya que su madre era bastante estridente y por los comentarios que acababa de hacer no solía agradar a gente de la edad de jeongguk. en cambio, vio una sonrisa cálida reflejarse en su rostro.
—buenas tardes, soy Jeon Jeongguk, el amig-
—mi compañero de clase. —cortó sus palabras mientras sacaba sus propios zapatos— si no te importa, mamá, estaremos arriba estudiando.
antes de que jeongguk dijera otra palabra o siquiera pensara en que responder, la tibia mano del más bajo tiró de él escaleras arriba.
—si hubieras estado un minuto más ahí, mi madre te habría adoptado. —habló una vez que se encontraban en su cuarto
jeongguk rió y dejó su mochila una silla. echó un vistazo rápido a su cuarto: paredes blancas y muebles con tonos oscuros y claros combinados perfectamente, dando un ambiente espacioso también gracias al gran ventanal que daba al jardín. no habían cuadros ni fotos colgados en las paredes, pero sí había alguna estantería en la que reposaban libros —de esos largos que él no leería nunca—, alguna maceta con planta artificial, y al final del armario pudo distinguir un piano electrónico.
—tu madre parece agradable, no te preocupes. —lo tranquilizó.
—ah, ya. —asintió— no suelo traer a nadie a mi casa, así que a mi madre le sorprende cuando alguien que no sea yo o mi hermano entra por la puerta.
—¿no tienes más amigos? —inquirió alzando una ceja. aunque luego se abofeteó mentalmente: es obvio que no, siempre anda sólo y acaba de decir que no trae amigos a casa, estúpido.
—tengo uno. va a otro instituto, pero no necesito más. las amistades son una pérdida de tiempo. —comentó mientras abría su closet para sacarle una silla de repuesto al más alto.
antes de que yoongi cerrara el armario, jeongguk pudo visualizar rápidamente una bandera colgando en el interior de la puerta de éste. no estaba seguro de dónde la había visto antes ni que representaba, pero jimin le había hablado de ella alguna vez. la tela tenía tres franjas de colores: rosa, una morada en medio y azul. ¿era por eso que yoongi no tenía amigos? ¿acaso escondía su sexualidad? sacudió su cabeza alejando tales pensamientos.
—bien, ¿por dónde empezamos? sacaré mi portátil.
después de una hora y media juntando apuntes —mayoritariamente los de yoongi porque era el más aplicado de los dos—, buscando información y contando anécdotas de la clase de biología por parte de jeongguk, consiguieron avanzar un poco en el proyecto. yoongi le aseguró que para dentro de dos semanas tendrían la materia organizada y aprendida para realizar la presentación lo antes posible.
durante ese corto periodo de tiempo, jeongguk pudo darse cuenta de que yoongi no era tan tímido ni aburrido cómo parecía. habían tenido alguna pequeña conversación mientras efectuaban el proyecto y yoongi se adaptaba a cualquier tema.
comenzaba a anochecer por lo que jeongguk avisó que debía marcharse a casa.
—te veo mañana, entonces. —se despidió el peli negro a lo que yoongi asintió despidiéndose con un suave movimiento de mano.
—¡vuelve a casa sano y salvo, cielo! —intervino la señora min desde la entrada.
—¡mamá!, ni que viviera tan lejos. —reprochó yoongi.
jeongguk bajó del porche sonriendo y se dirigió a paso tranquilo hacia su casa. "¿podría llegar a ganarme su amistad? nah, vaya tontería. sólo estamos haciendo un proyecto y cuando terminemos no creo que volvamos a hablar más."
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classmates ✦ kookgi
Fanfic学校 | jeongguk y yoongi deben realizar un proyecto de biología. ¿el problema? jeongguk debe buscarse un compañero para el proyecto y no tiene otra opción que recurrir a yoongi, el antisocial de clase. ⠀ ⠀ ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀﹏﹏﹏ 📝 : capítulos breves. 📝 : m...