━ capítulo 13 ⊹

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Jungkook comenzaba a acostumbrarse a los ocasionales toques de labios que compartía con Taehyung, desde aquel día del incidente de los brownies.

No le habría gustado admitir que le gustaba compartir pequeños besos con el pelinegro, pero no podía negar que le hacían sonreír inevitablemente.

Pero ese día era diferente.

Tal vez debió sospecharlo desde que Taehyung tomó su mano y lo llevó a la parte trasera de la escuela, donde nadie pudiera molestarlos.

Pero no pudo evitar sorprenderse cuando el azabache presionó sus manos detrás de su espalda solo para acercarlo más, justo al mismo tiempo que atrapaba su labio inferior entre los suyos.

Jungkook se sostenía de sus hombros, con una mezcla de sentimientos encontrados, porque ese contacto no era igual a los cortos besitos que compartían algunas veces. Su corazón se aceleró, sintió cosquillas en el estómago y no sabía como reaccionar.

Apretó sus manos sobre los hombros del pelinegro, buscando un poco de estabilidad en su nerviosismo. Cerró los ojos fuertemente sin saber exactamente cómo debía corresponder.

Estaba rígido, y muchas preguntas comenzaron a llegar a su cabeza.

¿Y si besaba mal?

¿Y si tenía mal aliento?

¿Y si le daba asco?

¿Y si respondía el beso y lo hacía mal?

¿Y si-

—Kook... —por otro lado, Taehyung había notado lo tenso que estaba el castaño, por lo que decidió separarse. —No quiero que te sientas obligado a hacer esto, ¿sí? si no te gusta solo tienes que decirme. —le sonrió con calma y apartó sus manos de su torso, para que no se sintiera acorralado. Prefiriendo acariciar un poco una de sus mejillas.

Jungkook cada vez caía un poco más por lo considerado que era Kim con él, siempre había sido así, pero ahora lo veía de una manera distinta.

—Tae... yo... mm... —el castaño mantenía la mirada baja mientras jugaba un poco con el cuello de la camisa del pelinegro.—Es solo que no... mh... n-no sé hacer esto...

Taehyung rió un poco mientras tomaba con ambas manos el rostro del castaño para verlo a los ojos.

—No es como si yo fuera experto, Kook.

Jungkook giró los ojos y se cruzó de brazos. —Tonto... no te burles.

—No me estoy burlando, Kook, no te enojes. —sonrió, buscando su mirada de nuevo. —Me gusta besarte, lo hago por eso. No espero un beso de película, me gustas, y el hecho de poder besar a la persona que me gusta es suficiente para que sea el beso perfecto.

Y sí, Jungkook se sonrojó.

Y sí, Jungkook se sonrojó

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