blush, taekook

━ capítulo 20 ⊹

—De acuerdo, ¿qué te vas a poner? —pregunta Jimin después de entrar a la habitación del castaño y sentarse en su cama.

—Está aquí... espera. —Jungkook sacó de su closet un pantalón negro. Se los mostró a Jimin modelándolos por encima. —¿Te gusta?

—Se ve bien. —le sonríe el rubio y Jungkook se alegra.

—Además... tengo este. —saca después una polera de franjas rojas y negras, que combinaba con su pantalón. —¿Crees que sea demasiado?

—Para nada, ¡es lindo, de hecho! me gusta.

—Me lo regaló, Taehyung... —menciona con una sonrisita.

—Aww, eres una ternura. —Jungkook se avergüenza un poco y desvía la vista. —Taehyung tiene un novio adorable, es muy afortunado.

—¿Quién? —levanta la mirada como resorte al escuchar la palabra "novio", ¿Taehyung tenía novio?

Jimin le mira con una ceja alzada. —¿Pues, tú?... ¿quién más lo sería si no eres tú? —ríe y enciende su celular para revisar algunos mensajes.

—Ah... Taehyung no es mi novio. —suelta aliviado. Jimin gira la cabeza en su dirección como si estuviera poseído. Jungkook levanta una ceja. —¿Por qué me miras así? Me das miedo.

—¿No son... ¡¿aún no son novios?!

—N-no...

—¿Por qué?

—No... no sé, creo que aún no es el momento.

—No puedo creerlo...

Jimin se escucha realmente sorprendido, y Jungkook prefiere desviar el tema.

—M-me voy a duchar. —dice rápido y toma su ropa. —Espérame aquí.

—¿Me harás esperar más? tengo hambre, Jungkookie.

—Nadie te dijo que llegaras tan temprano, Jiminie.

—¡Tú me pediste que llegara temprano!

—Con temprano me refería a las cuatro de la tarde... llegaste a las ocho de la mañana.

—Uhm... de acuerdo. —el rubio se recuesta en la cama después de quejarse. —Aquí te espero.

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—¡Listo! —Jungkook salió del baño con su ropa puesta y su cabello peinado.

—Te ves muy lindo, Kook. —adula Jimin y el castaño sonríe. —Por cierto, Namjoon va a traer a Jin, a Yoongi y a Hoseok. Además me dijo que Jin va a traer unas botellas.

Jungkook le mira con los ojos bien abiertos. —¿Cómo que botellas?

—Ay, no te hagas el inocente. —Jimin ríe y el castaño rueda los ojos, sonriendo.

—Está bien... ¿no sabes si va a traer a Tae también?

—Ese era el plan, pero Taehyung no le contesta los mensajes, y a mí tampoco...

—Ah... le preguntaré también... aún es muy temprano, quizás sigue dormido. —Jimin asiente de acuerdo y Jungkook lo toma de la mano para sacarlo de la habitación.

—¿A dónde vamos?

—A la cocina, me vas a ayudar a decorar mi pastel.

—¿Lo hiciste tú?

—Uhum... con ayuda de mi mamá, la receta me la dio el papá de Taehyung. ¡El repostero! ¿lo recuerdas?

—Sí lo recuerdo, nos hacía galletas cuando íbamos a su casa. De acuerdo, te ayudaré.

Jimin celebra y se disponen lo que queda de la tarde a decorar el pastel y preparar todo para la fiesta de cumpleaños de Jungkook.

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Eran las ocho de la noche cuando todos sus invitados habían terminado de comer, incluso su papá había estado presente para la reunión, sin embargo sus padres decidieron salir para que pudiera divertirse con sus amigos, que ahora estaban jugando just dance mientras tomaban sus primeros tragos. 

Desafortunadamente el festejado no la estaba pasando tan bien, pues el pelinegro que tanto esperaba ver en su fiesta, no se había aparecido hasta el momento. Y por si fuera poco, tampoco le había contestado los mensajes y llamadas en todo el día.

Estaba sentado tomando de su vaso, ligeramente desanimado. Lo que no pasó desapercibido por Yoongi, quien se acercó a conversar con él para que olvidara lo de Taehyung. A esa conversación se terminaron uniendo todos los demás, con la intención de animar a Jungkook.

Terminaron lográndolo después de un par de malos chistes y uno que otro trago. El castaño se levantó del sillón y comenzó a bailar con sus amigos, jugaron videojuegos, pusieron música a todo volumen e incluso hicieron un pequeño karaoke, y después de todo, tuvo una buena noche, a pesar de que a ratos estuviera triste.

Eran las once de la noche cuando sus amigos comenzaron a despedirse de él uno a uno, para dirigirse cada quien a su casa. Fue entonces cuando la decepción cayó como un balde de agua fría sobre Jungkook. Porque claro que Taehyung nunca llegó a su fiesta, y ahora se quedaría solo, triste y medio ebrio en casa, porque su madre no regresaría hasta el día siguiente.

Ya estaban todos afuera, subiendo al auto de Namjoon, quien no había tomado para poder llevar a todos a casa. Jungkook estaba en la puerta de su hogar despidiéndose con la mano, hasta que Namjoon se acercó de nuevo a él.

—¡Kook! ¡Taehyung me contestó una llamada, dice que ya viene!

Los ojos del castaño brillaron al escuchar eso, aunque rápidamente trato de disimularlo. —¿A qué viene? ya acabó la fiesta.

—¡Recíbelo! y después nos cuentas que excusa rara inventó para no venir a tiempo, ¿sí? —dice dándole unas palmaditas en el hombro. Jungkook ríe y asiente.

—De acuerdo... gracias por venir, Nam. —le abraza con melancolía y el chico le corresponde un poco extrañado, aunque le atribuye su comportamiento a que se le habían pasado un poquito los tragos.

—Ya me voy, es tarde y tengo que llevar a todos esos borrachos a sus casas... adiós Kook, feliz cumpleaños. —le desea con una sonrisa y regresa al auto, el castaño le ve irse y cierra la puerta de su casa.

Jungkook se dispone a esperar una vez más a Taehyung, escéptico, pues era tardísimo.