※Capítulo 45※

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Habia llamado a Kendall muchas veces por la mañana y el día anterior. Pero no había recibido respuesta.

Estaba comenzando a desesperarse. No quería perder a la única persona que le hacía bien. Se había aferrado demasiado a Kendall, a sus chistes malos, a su sonrisa, a su compañía. Si ella se alejaba él no iba a poder cargar solo con todo lo que estaba pasando. Necesitaba arreglar las cosas con ella.

Después de haber manejado hasta su casa ahora se encuentra en la puerta tocando timbre.

La puerta se abre descubriendo a una señora de contextura pequeña, morena y regordeta con un uniforme negro y blanco

"¿Señor?"

"Buenas tardes... Mi nombre es Harry, estoy buscando a Kendall. ¿Se encuentra?"

La señora se gira hacia su espalda y regresa su mirada al rizado "Un momento por favor" Cierra la puerta.

Harry comienza a dar pequeños pasos nervioso mientras se observa las botas. Tiene miedo de que tampoco quiera recibirlo. Está nervioso. Sus manos le sudan.

La puerta se abre, el se gira en cuanto escucha el sonido y la ve allí parada.

"Princesa" permanece inmóvil mientras que sus ojos se iluminan al ver a su amiga frente a él otra vez. "Escúchame... Sé que tal vez no quieras verme o escucharme, pero lo siento, de verdad lo siento mucho, sé que no estuvo para nada bien, para nada. Pero por favor... No te alejes de mí Ken" Sus palabras fueron atropelladas y nerviosas.

La morena lo observa por unos instantes para luego correr a abrazarlo.

"Hazz... Yo lo siento mucho. No debería haberme enojado contigo. Perdón"

Harry la abraza fuertemente. "Está bien, estabas en todo tu derecho de enojarte" Acaricia sus cabellos en medio del abrazo. "No estuvo bien lo que sucedió"

"Ya pasó" Se deshace del abrazo y lo toma por los brazos "¿Estás bien?"

Harry afirma con su cabeza.

"¿Quieres pasar?" Le señala el interior de la casa con la cabeza. "Podemos almorzar y luego ir a la piscina... Si quieres" Se sorprendió por notarse tan nerviosa esperando la respuesta del rizado.

"No tengo mi traje de baño, puedo ir a casa a buscarlo y regreso, no estoy lejos"

"¿Seguro que regresarás?"

Harry frunce el ceño ante esa pregunta.

"Claro que lo haré" Se deshace de su agarre en la cintura de la más pequeña. "Regreso enseguida" Besa su frente y mientras camina hacia la camioneta se gira sobre su hombro "Espero que me abras la puerta" Le saca la lengua.

En respuesta la morena levanta su dedo medio y le regala una sonrisa fingida. Pero por dentro, aunque no lo demostraría se estaba derritiendo por las actitudes que el rizado tiene hacia ella.

Harry se sube a la camioneta y emprende la marcha hacia su casa.

Kendall permanece unos instantes observando la camioneta hasta que la pierde de vista.

Por su cabeza pasan demasiadas cosas.

Le gusta Harry.

Si. Está absolutamente atrapada en Harry, en quien es él, en su dulzura, en su caballerosidad.

Está completamente jodida porque se está enamorando de un hombre casado y absolutamente enamorado de su esposo.

Louis. Louis. Pedazo de hijo de ... 

Tranquila Kendall.

Él básicamente es el motivo por el cual Harry la está pasando demasiado mal, no puede odiarlo por eso (aunque bastante mal le cae), porque también Harry es el que decide cada día permanecer con él.

Just A Little Bit Of Your Heart [I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora