Extrañeme (IV)

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Extrañeme, señor,

mientras se pudre escondido entre los barrotes,

donde el sufrimiento y el dolor aúlla en la prisión,

y los criminales aclaman por piedad cuando extrañan besar a niñas pequeñas,

apenas entonan condenas de por vida, a la espera del verdugo…

Y ahí, señor, usted podrá extrañarme… para siempre.

Veintitrés cervezas y una botella de ginebra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora