𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨.

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El sonido chirriante de un reloj de bolsillo interrumpió el Plácido sueño de una joven Druella, quien dormía sin ningún remordimiento y ninguna culpa dentro de la tan afamada madriguera, el hogar de los Weasley, quien la habían invitado a pasar unos días con ellos, lo cual aceptó gustosa, pues amaba pasar tiempo con sus pelirrojos favoritos, eso sí sobrevivía a Fred y George.

  Miro a su lado y un reloj con el logo de los gemelos Weasley comenzaba a correr por toda la habitación causando un gran escándalo y obligándola a levantarse.

——¡Weasley!

——¡Hey Druella! ¿Qué tal tu mañana? --Dijeron ambos al unísono y luego continuaron. ——Mamá dice que el desayuno está listo.

  Y sin más que decir ambos gemelos abandonaron la habitación junto con su molesto reloj, dejando a la mujer sola para que pudiera arreglarse, cosa que no hizo, pues bajo al comedor de los Weasley aún con el cabello desordenado y un poco de saliva seca en su rostro.

——¡Druella! ¡Oh niña! ¡Vamos come!

  La señora Weasley colocó un enorme plato con pollo frente a ella, y con una enorme sonrisa comenzó a comerlo. Si algo caracterizaba a Molly Weasley era su tan increíble comida, de la cual Druella estaba profundamente enamorada.

——Druella, es un gran honor tenerte aquí.

——El honor es mío, siempre es hermoso convivir con ustedes.

——Como quisiera que uno de mis hijos fuera el afortunado de tenerte como esposa.

  Ante ese comentario, Druella sonrió en una mueca incómoda, pues aunque los apreciara mucho, estaba completamente segura de que nunca se comprometería con algún pelirrojo.

——¡Madre! Lo siento Druella. ——Bill Weasley notó la incomodidad en el ambiente e intento reclamar a su madre, cosa que la mujer notó y simplemente caminó hacia la cocina.

  El señor Weasley anunció la partida, y así todos comenzaron a salir de la madriguera siguiendo su curso, Druella caminaba un poco por detrás de Hermione y Ginny, quienes se encontraban charlando sobre lo perezoso que resultó ser Ronald Weasley.

  De entre los árboles un hombre mayor corrió hacia el señor Weasley, seguido de alguien a quien Druella juzgaría como un joven muy apuesto, quien se presentó ante ella como "Cedric Diggory". Druella sonrió, nunca tuvo la oportunidad de conocer al tan afamado Cedric, el camino hacia el traslador fue muy breve, tomaron el objeto y pronto se vieron colocados en la final del campeonato mundial de quidditch.

——¿Te ayudo? --el joven Cedric tomó la mano de Druella ayudándola a levantarse, pues ella se encontraba en el suelo.

——Gracias.

  El señor Weasley guió hacia una pequeña tienda de acampar. Al adentrarse pudo mirar toda una casa dentro, era hermoso estar con los Weasley, sin duda una de las cosas que más amaba hacer.

——Wow, es increíble.

  Una conversación invadió sus oídos, se trataba de el señor Weasley y el mayor de sus hijos, quienes parecían tener una acalorada conversación pero en tonos tranquilos.

——Me parece una mujer increíble, pero mamá no deja de insistir en que la tome como esposa.

——Deberías hacerlo, claro si tu quieres.

——Papá, es alguien de verdad increíble, pero mira sus manos, aún trae su anillo.

  Druella sintió como si el aire abandonara sus pulmones, claro que le gustaría ser parte de la familia Weasley, pues esta se caracterizaba por ser una familia muy unida, sin embargo, su corazón tenía alguien por quien latir, y a pesar de no tener la oportunidad de estar en una hermosa y unida familia, se sentía feliz y plena con la persona a la que eligió.

𝐋𝐚 𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐃𝐞𝐭𝐫𝐚́𝐬 𝐃𝐞𝐥 𝐕𝐚𝐬𝐚𝐥𝐥𝐨|| sᴇɢᴜɴᴅᴀ ᴛᴇᴍᴘᴏʀᴀᴅᴀ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora