Era una noche fría y oscura, donde en las penumbras se podían apreciar dos figuras, las cuales se encontraban abrazados de una forma tan especial que se podía sentir calor emanando de sus cuerpos. La luz de la luna se vio reflejada en sus miradas, unas miradas que expresaban todos sus más profundos sentimientos.
——No me quiero alejar de ti.
——No lo harás, vive plenamente Druella, yo tengo que buscarle y cuando sea la hora volveré por ti.
——¿Lo prometes? ——Su brillosa mirada descendió y sobre sus mejillas las lágrimas comenzaron a caer mientras brillaban con la luz de la noche.
——Lo prometo. ——Beso su mejilla con dulzura aún con las lágrimas cayendo por ésta.
El canto de los búhos hacia juego con la danza de las estrellas al rededor de la luna, la noche era una gran ceremonia, una ceremonia que honraba el amor entre dos jóvenes quienes nunca tuvieron la oportunidad de estar juntos, dos jóvenes que siempre sintieron el cariño el uno del otro, dos jóvenes atados que sólo buscaban su felicidad.
——Barty...
——Druella. ——Beso levemente sus labios, ella sonrió y se lanzó hacia él, colocando sus brazos al rededor de su cuello.
——No me dejes por favor.
——No lo haré.
De pronto ambos comenzaron a moverse en una especie de vals que no tenía ni sentido ni ritmo, pero esas características siempre las tenía todo aquello que tuviera que ver con ellos, sonrieron mutuamente y siguieron con su alegre danza, cualquier persona cuerda que los viera pensaría que son jóvenes enamorados con una gran felicidad, aunque claramente esta que no es así.
——Desde que despierto hasta que duermo, siempre estás en mi mente, tal vez sólo sea el capricho de una niña, pero tu eres todo lo que nescecito para ser feliz.
——Druella, cuando todo esto termine, incluso si nunca sucede, yo estaré contigo, porque ese capricho, también es capricho mío.
Y entonces la luna brilló con más intensidad, sus labios estaban cada vez más cerca, hasta que finalmente se unieron, tal vez a los ojos de otras personas eso sólo era un beso, pero para ellos era un símbolo de unión, una promesa que se hacían y sellaban de esa forma.
——Supongo que esto es un adiós.
——Nunca te diré adiós Druella, estoy tan demente como para aceptar perderte.
——Claro que estás demente, pero así te amo.
Un pequeño canto se hizo presente y la joven bruja agitó los brazos que pronto se convirtieron en alas, un hermoso búho nevado apareció y salió volando hacia la noche. Por su parte un resignado muchacho veía el ave partir y con la mente fría comenzó a vagar hacia un antiguo cementerio, donde el señor tenebroso lo esperaba con ansias. A partir de ese momento cada quien buscaría su lado, eso hasta que Barty cumpliera su deber y luego huiria con Druella.
——¡Oh pero si es mi muchacho!
La voz horrorosa y casi muerta de Voldemort invadió sus oídos, y eso lo hacía sentir orgulloso y de alguna forma alegre, aunque admitía que prefería oír la voz de su Druella antes que la de su lord.
——Es un honor verlo amo Voldemort.
...
Y la historia ya comenzó medio mal, es que esos dos no pueden estar juntos casi nunca, la mera verdad todo es culpa de Barty, ¿quién lo mandó a torturar a los papás del pobre Neville?
Pero en fin, comenzamos con su pequeña despedida, ya luego veremos si se casan o ambos se matan jahsjs.
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