𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞.

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La sangre se le subía a la cabeza de la forma más ilógica posible, su mirada vagaba por todo el lugar evadiendo la figura de Druella, quien se encontraba a su lado sin poder dejar de llorar.

——Dime, ¿Qué es lo que te sucede? ¿Por qué lloras a cada minuto? ——Su tono de voz era cruel. Se sentía desesperado al no poder hacer nada por la mujer que amaba.

Druella en cambio no mencionó nada, se quedó en un silencio sepulcral, como si se encontrara fuera de su cuerpo. Barty suspiró con fastidio tomando una de las manos contrarias con más fuerza de la necesaria.

——¡Sólo deja de llorar! ——Gritó. Su rostro se veía contraído en una expresión de furia pero ni siquiera eso hizo que Druella saliera de su trance.

Los brillantes ojos de la mujer no eran más que montones de lágrimas. En otras circunstancias Barty hubiera pensado que sus lágrimas hacían brillar aún más sus ojos, sin embargo ahora sólo se veían dos marcas rojas que no cambiaban para nada.

——Barty... quiero morir. ——Druella llevo la mano de Barty hasta su cuello. ——¿Podrías matarme? Quisiera que tu rostro sea lo último que vea.

El peso de su mentira la estaba destruyendo lentamente, de la manera más cruel e inhumana. Mentiría si dijera que no se sentía cansada, pues nunca pensó que su felicidad fuera tan costosa.

--Druella... lo siento, puedo verlo en tu cara, es difícil. Pero te he encontrado, te tengo conmigo, soy un maldito egoísta, y aún con todo eso... ¡Ahora nadie puede apartarte de mi! --Después de mucho tiempo los ojos del hombre se sintieron húmedos, no había llorado desde que dejó a Druella la primera vez, siempre era ella la causa de sus emociones.

--Harry. --Fue lo único que sus labios pudieron expulsar. ¿Cómo iba a poder ignorar al muchacho que tanto quería? Era sólo un niño, como ella alguna vez lo fue. Era un niño, que había perdido todo, como ella alguna vez lo perdió.

--Sólo déjame abandonarte, déjame perderlo todo otra vez, déjame de lado. Druella déjame irme y vuelve a tu vida, vuelve a ser feliz, ellos te perdonarán...

--No dejaré que te vayas, no lo haré ¡Me rehusó a perderte!

--¡Entonces yo lo haré! ¡Yo te dejaré! --Ambos se vieron confundidos al encontrarse tan cerca.

--No puedes... no puedes irte, no puedes dejarme... no quiero que lo hagas. --Sus ojos volvieron a escurrir lágrimas, levantó una de sus manos intentando limpiarlas.

--Ya lo hice una vez, lo cierto es que puedo sobrevivir sin ti, lo he hecho muchas veces. Vuelve a tu maldita vida Druella, serás mucho más feliz. --La mirada de Barty era penetrante tanto que hacía los labios de Druella temblar.

--No lo haré... puedo ser fuerte, puedo quedarme a tu lado. --Dijo casi en un susurro, su voz apenas y salía. --Tal vez tu puedas sobrevivir sin mi, pero yo no podría hacerlo.

La decisión de el hombre no cambiaría, ahora se sentía culpable, debió dejarla ser feliz desde un principio pues a su lado solamente sufría. Suspiró una y otra vez pasando sus manos por su propio cabello, estaba desesperado pero decidido, apretó con fuerza la mandíbula apartándose bruscamente de ella.

--¡Lo harás! --Soltó tan fuerte como pudo, sabía de sobra que si era suave Druella no lo dejaría.

--No hablas en serio...

--Lo hago, siempre lo hago, vuelve a ser la Druella que eras antes de que regresara a entrometerme en tu vida.

--¿¡Qué quieres decir!?

Barty sacó su varita susurrando unas palabras que no pudieron ser escuchadas. De pronto el dedo de Druella sintio un pequeño dolor aunque sólo duró unos segundos.

--Terminamos, todo ha terminado, Druella nunca serás mi esposa, nunca serás feliz a mi lado. Druella ya no te necesito.

Ante esas palabras los labios de Druella temblaron con más intensidad dejando escapar pequeños sollozos. Sintió su corazón romperse en millones de pedazos y por un impulso se lanzó hacia los brazos de Barty una última vez. Lloro y lloro sobre su pecho esperando que él la rodeará una vez más en un cálido abrazo pero eso no fue así.

Por su parte, Barty sentía su cuerpo temblar, odiaba con todo su ser ver a Druella llorar, y resulto ser peor cuando la causa había sido el mismo. Apretó los hombros de la mujer entre sus manos apartandola una vez más.

--Quiero que seas feliz Druelly, aunque eso será imposible si sigues a mi lado. Lo siento. --Pensó Barty mirando los ojos contrarios por última vez.

--No. ¡No lo hagas! ¡Yo si te necesito! --Gritó ella en una voz llena de desesperación.

--No tiene caso intentarlo. --Escupió sobre su rostro pálido a la vez que se acercaba tomando una de sus manos. --¿Cómo puedo dejarte ser infeliz, cuando ni siquiera te amo? --Arrancó con fuerza el anillo brillante que envolvía el dedo de la joven castaña.

Las miradas podían decir más que mil palabras, por lo tanto era esquivadas en todo momento. Éste era el fin, era el fin del reino de luz y oscuridad, era el fin del amor donde no importa nada, era el fin de todo lo que alguna vez pudieron llamar "felicidad".

--Lo siento. --Murmuró ella mientras acariciaba el dedo donde alguna vez tuvo un anillo. --Lamento haber sido tan estupida como para pensar que alguien como tú podía amarme. --Suspiró bajando la mirada, aumentando la culpa de él muchacho.

--Terminamos. --Recalcó dejándolo claro más para si mismo que para ella. Sacó una botella de su chaquta oscura bebiendo el líquido dentro de ella, se dio la vuelta dando por terminada la relación que alguna vez fue el motivo de su existencia.

Sus pasos eran tan estupidos como él mismo se sentía, Druella era joven, hermosa e inteligente, en cambio él estaba podrido y no tenía derecho de pudrir la belleza que emanaba de la mujer que que amaba y que sin duda amaría el resto de su vida. Por su parte Druella trató de asimilar todo lo que pasaba a su al rededor, pensó en Harry, sin embargo fue un intento inútil por querer evadir el sentimiento que la acechaba.

Ese sentimiento de perdición, como la primera vez que él se fue, la presión en el pecho era más intensa que en ese entonces. Las imágenes de aquel momento en él que era arrastrado lejos de ella no se comparaban con la de él, su amado Barty arrancando el anillo de su dedo, el cuál a diferencia de la primera vez, no se veía extraño. Suspiró dejando caer su espalda por la pared hasta quedar sentada en el frío suelo donde abrazo sus piernas con fuerza.

--En la luz y en la oscuridad, en la noche y en el día, ahora y en todo momento. Siempre para ti Barty.

...

¡Ya! Aquí se acabó la historia, gracias por leerlo. ♡

Fin.

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⏰ Última actualización: Aug 10 ⏰

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𝐋𝐚 𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐃𝐞𝐭𝐫𝐚́𝐬 𝐃𝐞𝐥 𝐕𝐚𝐬𝐚𝐥𝐥𝐨|| sᴇɢᴜɴᴅᴀ ᴛᴇᴍᴘᴏʀᴀᴅᴀ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora