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Rachel ya no podía determinar que hora, día, semana, mes o año era, se sentía una eternidad.

- Mierda...- aquel hombre que la había ayudado aquella vez se había esfumado, sin dejar rastro alguno, y de la Bestia...era la misma historia.

Se levantó de la cama con pesadez, sus piernas no respondían muy bien, y sus pensamientos eran un lío, caminó en dirección al baño y se observó en el espejo, su aspecto había cambiado considerablemente desde que había llegado a este lugar, su rostro con algunas cicatrices expresaba cansancio, esas bolsas bajo sus ojos eran cada vez más oscuras, su cuerpo estaba más firme y fuerte, esto se debía a todo lo que tuvo que superar sola en medio de la nada, aún no perdia la esperanza de volver con su familia. Todos los días era lo mismo, salía de la cabaña, caminaba a través del bosque, y cuando por fin creía que había encontrado una salida, volvía al punto de inicio.

- Ah...- suspiró resignada, a veces pensaba que lo mejor que podía hacer...era rendirse y aceptar que nunca saldría de ahí, sin embargo, cada vez que aquellos pensamientos la atormentaban, recordaba a su padre y tío, "¿cómo lograron salir de este condenado lugar?", no importaba cuánto tratara de recordar esa historia, su padre no le contaba muy a detalle lo que había pasado.

Se desvistió y tomó una ducha, recostó su cabeza en la bañera y se dejó llevar por la tibia y tranquila agua que la cubría. Estaba agotada, lo único que podía hacer bien era mantener encendida aquella linterna, hubo una vez que casi se apagaba, sin embargo, no le importó, a pesar de las advertencias de la Bestia, y se fue a la cocina, pero, de repente, todo se oscureció, y aquel objeto apareció frente a ésta. Sintió un profundo gruñido detrás de su oído provocándole un escalofrío, sin pensarlo dos veces inmediatamente se volteó, sin embargo, todo había vuelto a la claridad. No podía saber con certeza si aquella presencia era la Bestia o no, puesto que a visto todo tipo de criaturas en todo el tiempo que a estado sola.

Luego de haber estado un momento en paz, salió de aquel cuarto y procedió a vestirse, caminó escaleras abajo y se dirigió a la cocina con linterna en mano, y se preparó algo de comer.

- Hoy será un largo día...





"Sigues aquí" Bestia (Más allá del jardín) y tú - PARTE 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora