El sol molestaba sus ojos, la noche anterior habia sido pesada y eso que no habia bebido tanto, aun asi sentia que su cabeza estaba a punto de reventar, la razon... Abrio un poco los ojos a pesar de la molestia que generaba la luz, por la intensidad podia notar que ya era algo tarde, quizas las diez de la mañana o mas tarde, con un poco mas de esfuerzo tallo sus ojos para poder ver completamente y todo iba bien, iba a ser como una mañana cualquiera, de no ser porque sintio que algo apretaba su cintura, esa madre no era una cuerda, era un brazo, muy fornido a decir verdad, siguio el camino del brazo con su mirada hasta encontrarse con el rostro del hombre que la habia hecho tocar el cielo la noche anterior.
Intento salir del fuerte abrazo pero todos sus esfuerzos eran en vano, el era demasiado fuerte por lo que se limito a seguir entre sus brazos, tenia que admtir el toque romantico que bañaba la escena, todo desde la noche anterior habia sido perfecto y ahora era como esas peliculas romanticas donde ahora ella se levanta y se pone la camisa de su amante para traerle un desayuno y cerrar con broche de oro, mientras que el despierta con su sonrisa iluminando todo y haciendo que el momento se convierta en todo un sueño, todo lo que siempre habia soñado estaba a su lado, alguien que la respetara y la viera como un ser humano normal, muy exagerado siendo que acaba de conicerlo, pero algo la hace sentir tan comoda, tan deseada y valorada, esta vez no era una huerfana o la prostituta de la esquina.
Pero la vida no es una pelicula, lo cierto es que el no la conocia, el habia hablado un poco de su vida, su familia, su trabajo constante para sacarlos adelante, a lado de el se sentia tan impura, no sentia merecer a un hombre tan devoto, un hombre asi tendria que estar a lado de una buena mujer, de buenas costumbres. No se avergozaba de lo que era, de eso no habia duda despues de todo era trabajo, mejor que ser una ladrona y quitarle la tranquilidad a la demas gente que no tiene la culpa de sus desgracias. Y ahora tenia que lidiar con este problema y lo cierto es que no quiere dejarlo ir, es ridiculo porque lo acaba de conocer, pero a la vez es justificado porque en serio quiere saber mas de el, como se ve cuando esta molesto, cuando esta triste, que lo hace feliz o sentirse encantado, hasta ahora visualizo las miradas placenteras y encantadoras, entonces ¿como se veria enamorado?
Lamentablemente es algo que jamas iba a descubrir, escucho un ligero gruñido del burdeo que estaba despertando lentamente, comenzaba a temblar, es que en verdad no queria que se fuera, pero no era una opcion, la vida le habia dado un pequeño momento de felicidad y tenia que conformarse con ello, tenia que atesorarlo para siempre, guardarlo como un precioso recuerdo, por mucho que su sonrisa ahora la este derritiendo, por muchas ganas que tenga de besar esa amplia frente y abrazarlo por mas y mas tiempo, por mucho que quiera esa no es su vida, el no merece una mujer como ella, merece a alguien mejor.
-Buenos dias Zenko...- Y ahi estaba esa sonrisa de la que hablaba, pero tenia que mantenerse fuerte y fria ante cualquier afecto.
-¿Crei que ya te habias ido? - Procedio a levantarse rapidamente de la cama sin mirar al moreno a los ojos, solo se dedico a buscar alguna prenda que cubriera su desnudez.
- !Lo lamento demasiado, fui muy descortez¡ Pero permiteme compensarte preparando el desayuno quizas podriamos salir a un lugar, tambien podriamos ir a mi panaderia mama hace unos panqueques relamente deliciosos.
Respiro ondo, tenia que deshacerse de cualquier tonto sentimentalismo que se estuviera formando, ella lo decidio y por mucho que quisiera no tenia que seder, aun con el rostro insexpresivo comenzo a levantar la ropa del burdeo, apretando fuertemente sus temblorosas manos evitando cualquier rastro de lagrimas que sus ojos quisieran derramar.
-Lo unico que deseo ahora es que te vayas de mi casa y que nunca mas vuelvas a buscarme. Si, asi es como tenia que ser, por mucho que los sonidos de confusion y tristeza abundaran en el eco de la habitacion tenia que seguir -Quiero que te vistas y te vayas de mi casa y te olvides de lo que sea que paso ayer-
- Zenko... ¿Que sucede? ¿hice algo que te ofendiera? Si es asi perdoname por favor, si me he comportado como un cretino te pido que me perdones.
El se encontraba arrodillado con la cabeza pegada al suelo, no se justifico, no busco excusas, el solamente se estaba disculpando al creer que la habia obligado, al creer que no era con su total consentimiento. Sus labios volvieron a temblar, ahora estaba mas que segura que ese hombre no era para ella, no con el sufrimiento que le estaba provocando al hacerlo pensar que se aprovecho de ella, no fue asi, en realidad lo disfruto muchisimo, tanto que casi era increible.
- No creas que te has aprovechado de mi, yo estuve de acuerdo, pero ya paso lo unico que ahora me place es no verte nunca mas, si haces solo esa simple tarea no te odiare.
El burdeo continuo mirando al suelo confundido, el creia que en verdad estaban en el mismo hechizo, que ambos lo habian disfrutado, pero no fue asi, solo se utilizaron mutuamente para satisfacerse, nunca existio esa magia, ese "click" jamas se creo. Descepcionado por dejarse llevar por sus primitivos instintos comenzo a vestirse, mirando de vez en cuando a la rubia con la que creyo congeniar anoche, una mujer que realmente queria conocer poco a poco, el en verdad no queria solo tener sexo con ella, quieria verla mas, salir con ella, conocer mas sus expresiones, sus sueños, conocer cual era su razon para vivir. Toda esa fantasia se quebro en pedazos afilados de vidrio que cortaban tan dolorosamente.
Una vez vestido se acerco frente a la ojimiel, si es que acaso no queria verlo de nuevo por su groseria, el si queria ver aunque sea por ultima vez esos ojos en los que se habia perdido anoche, tomo su delicado menton y su rostro sedio ante su suplica y minusiosamente memorizo cada centimetro de su rostro, observo las pecas incrustadas en sus mejillas y el rubor adornando su fino y delicado rostro, comenzo a acercarla poco a poco, tocar de nuevo sus atercipelados labios, pasando sus dedos callosos por todo su rostro, seguia cada vez mas cerca hasta que junto sus frentes y con un susurro casi inaudible para una persona normal tomo sus cosas y salio de la habitacion, lo unico que pudo susurrar fue un simple Adios...