CAPÍTULO DOS

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Para aquel día ya me había visto el video de ella tocando el oboe unas quince veces, lo único que me jugaba en contra era que no se le veía la cara en aquel vídeo, así que eso or un lado me ponía algo triste el no poder verle el rostro nuevamente. Aún así me conformaba con oírla haciendo música, no era solfeo pero era música, era arte, como ella, y cada cosa que ella hacía, era solamente perfecto.

El catorce de Febrero, por más que lo intenté, no pude comunicarme con ella pues no tenía saldo ni Internet, por lo que no felicité a ninguno de mis amigos por el día del amor y la amistad. Travis incluso me escribió felicitandome pero ni a él pude responderle, y para serles sincera, tampoco quería. Era cierto que había ido perdiendo el interés en él desde incluso antes de conocer a Vanessa, pero ahora era mucho menos para prestarle atención pues vivía y moría pensando en ella. Verónica (quién es una prima lejada que vive cerca de casa y es como mi mejor amiga) era la otra única persona en el mundo qué sabía acerca de mí flechazo con Vanessa Morgan. Le había comentado a ella al respecto e incluso creamos un código secreto para hablar de Vanessa sin que se enterara mi madre en casa que estaba hablando de una tal Vanessa. Nos habíamos visto en casa una serie llamada ‘Madre solo hay dos’ y yo me había quedado enganchada con la pareja de Mariana y Elena, y sin contar el hecho de que existe una red social llamada Wattpad donde puedes leer historias, en especial, fanfics de tus series y películas favoritas, entonces nosotras hablábamos de Vanessa como si fuera Mariana, y así mi madre y mi hermana menor creían que hablábamos de alguna novela de la red social del logo anaranjado. En fin, continuando con mi relato. El catorce no la pude felicitar pero apenas llegó el quince pude escribirle al WhatsApp.

Eran las siete y once de la mañana, una muy buena hora para enviar un mensaje pues podría tener todo el día para esperar una respuesta.

Tú:
Holaaaaaa.
Feliz día del amor y la amistad.
Tarde pero seguro xd.

~^~

Su respuesta no llegó, ni en ese momento, ni más tarde, ni al día siguiente. Mientras tanto yo no hacía más que pensar en ella siempre que tuviese un minuto libre, y a veces incluso mientras estaba ocupada en cualquier otra cosa, ella llegaba flotando a mí mente así como si nada. Su nombre se mantenía de manera perpetua en mi cabeza, sin darme chance de concentrarme en cualquier otra cosa que no fuera ella, su voz, sus ojos, su cabello. Que bueno que no podía desgastar el video que tenía de ella en mi celular porque estoy cien por ciento segura de que si lo tuviese en DVD ya lo hubiese rayado de tanto reproducirlo, en serio. Lo veía y lo veía una una otra vez, preguntandome en qué estaría pensando mientras lo grababa y tocaba su música para mí, quién no figuraba nada en su vida. ¿Llevaría puestos los lentes que le vi el día de la presentación? Eran muy bonitos y la hacían lucir realmente tierna. ¿Sabrían sus padres o sus familiares que ella estaba grabando un video para una desconocida a la que había visto solo una vez y con la que había tenido solo una efímera platica en persona? Estaba volviéndome loca por ella y no sabía cómo controlarlo.

Tampoco cómo detenerlo.

~^~

Vanessa:
Holaaaaaaaa 🥺

Diecinueve de febrero a las siete y cincuenta y cinco de la noche.

No vi el mensaje a esa hora.

Ni ese día.

~^~

‘Dicen que cuántos más a’s tenga la palabra “Hola” más le gustas a la persona que la escribe’.

Eso había leído yo en alguna página random de instagram, y no había podido dejar de pensar en ello, menos después de haber visto el mensaje de Vanessa esa mañana. Lo único malo fue que pude responderlo ya a la tarde. A la una y cinco para ser más específica.

Tú:
Holaaaaaaa.

No me resistí a responderle con muchas a’s también, sí aquello era cierto entonces quería demostrarlo al menos yo.

Tú:
¿Cómo has estado?
Te estaba por preguntar si tenías instagram o facebook... No sé, como te busco...
Para añadirte, ya sabes…

Quería que sonara algo casual, no forzado y realmente no tengo idea de si lo logré o no pero lo hecho, hecho está. Además, quería hacerlo porque de esa manera podría no sólo ver sus fotos sino también tener más chance de hablar con ella. Era un plan infalible.

Ni tanto…

¿Cómo has dicho?

Nada..

Más te vale…

La respuesta de Vanessa vino aterrizando en mí celular a eso de las cinco y cincuenta.

Pero el mensaje fue un poco decepcionante.

Vanessa:
Holi 🥺 ¿Cómo estás?

No hubo ningún ‘Holaaaaaaaaaaa’ esta vez. Tampoco hubo una respuesta de mí parte ya que no tenía cómo hacerlo, y con todo el dolor de mí alma tuve que dejarla en visto. Sin dejar de pensar en ella. En el imposible hecho de que poco a poco ya me iba olvidando inconscientemente del sonido de su voz, tanto al hablar como al cantar. Por suerte, el único consuelo que me quedaba era aferrarme a su cabello negro azabache y a los lentes que hacían ver sus ojitos más grandes, esos eran los detalles sobre ella que recordaba mejor.

~^~

Al tener saldo nuevamente lo primero que hice fue escribirle, solo en ese momento me fijé que era ya veintidós de febrero, ¿Tanto tiempo había pasado yo pensando en ella? ¿De verdad? Me había ido sumergiendo lentamente en un huracán de emociones y el epicentro era ella. Y el mes había corrido y estaba por terminar y yo seguía pendiente de cada cosa que hiciera, de poder hablar con ella.

Tú:
Hola, he estado bien ¿y tú?

Tampoco hubo un hola con muchas a’s por mí parte, me sentía un poco triste pues aquel último mensaje solo me hizo estamparme de cara contra la realidad.

Tú:
Bueno, ayer mi mamá me llevó a la playa y no me bañé pero aún así estoy quemada y me duele mucho el cuerpo.

Era cierto, había estado en la playa el día anterior pero ando en mis días todavía por lo que no toqué el agua y aún con eso, el sol estaba tan fuerte que conseguí broncearme de una manera dolorosa, mi piel era extremadamente blanca y sensible ante la insolación, y también podemos añadir que yo soy toda una Drama Queen.

Vanessa:
Super bien amiga, me alegro ~
Whaaaaaat, que locura ¿Cómo es eso? ¿Eres sensible a los rayos solares?
Tengo facebook e Instagram, solo que no me acuerdo cuáles son mis usuarios ahí ^^ Ya los busco y te los paso.

Ouch. Me dolió.

Tú:
Sip, super mega sensible.
Y de paso soy una dramática empedernida y re llorona.
Okisss.

Vanessa:
Uyyyy, como mi mamita 🥺
JAJAJJAA ¿Empedernida?

No tuve más chance de responderle, la señal en mí casa era terrible y ya que no tenía Wifi se me hizo imposible. Y no me gustaba dejarla a ella en visto por más que ella lo hiciese a veces conmigo, aunque mayormente me dejaba era en recibido y ya.

~^~

Tú:
Tú mamá también es sensible al sol?
Jajajajaja sí

Era ya veintitrés de febrero, la última semana del mes. Y nuestra semana de inscripción para la VCCOA. Me centré en eso esa semana, o lo intenté. Porque ella seguía sin salir de mi mente.

LA CHICA DEL SOLFEO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora