CAPÍTULO SIETE

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En mí casa no tenía Internet, así que dependía del saldo para poder conectarme a WhatsApp y hablar con Vanessa, recibir y enviar mis asignaciones de la universidad de artes y las asignaciones del High School de mi hermana, escribirle a Caitlin, subir estados random y todo lo que usualmente se hace en la aplicación del ícono verde. Así que decidí no usar más los datos y escribirle a Vanessa por mensaje, a ver que tal va todo.

Primero que nada le avisé que era yo quién le había escrito pero me dejó en recibido, algo normal ya.

Tú:
Te escribí por mensaje porque me quedé sin saldo para megas, ahorita estoy conectada con wifi pero más tarde a lo que me vaya a mi casa ya me quedo nula.

~ Chat por mensajes ~

Tres y cuarenta y siete de la tarde.

Tú: Heyyyy.
Tú: Me quedé sin saldo para datos so…
: Here I am.
Tú: ¿Qué tal estuvieron las clases de piano?

No me sorprendió tampoco que no me respondiera inmediatamente, me quedé tranquila pues a lo mejor estaba algo ocupada y realmente no quería ser pesada o intensa, lo que más me preocupaba era que tuviera una mala impresión de mí.

A las cinco y cuarenta y ocho me llegó por fin una respuesta.

Vanessa: ¿Quién eres?

Esperen, ¿Qué? ¿Enserio esperé dos horas para esto? Me dediqué a responderle con el corazón arrugado.

: Cómo se nota que no tienes mi número registrado.
Tú: Es Madelaine.
Tú: ✌️

Me dolió de cierta forma el hecho de que ella no me hubiese guardado en su teléfono, yo sí lo había hecho, desde la primera vez que hablamos, pero supongo que no todos éramos así. Hablé con Vero, que todavía seguía en casa para ese momento, y me desahogué con ella, no me gustaba molestar a Camila y a Lili y Straight no había llegado aún de la playa, y aunque lo hubiese hecho, ella no era una buena ayuda cuando yo entraba en este tipo de crisis amorosas, nunca lo fue. Straight llegó y le conté que Vanessa no tenía mí número guardado, traté de no enloquecer pues no estaba sola, y además ella no hubiese sabido cómo llevar mi situación y menos cuando ella también había tenido un mal día. Me alteré luego otro poco pues estaba muy nerviosa por el día de mañana, quería obtener un buen papel en la obra y debía esforzarme mucho por ello. En fin, luego de relajarme un poco más tomé de nuevo mí celular ya que alguien me había escrito y al   abrir la aplicación de mensajes de texto releí los últimos que le había enviado a Vanessa antes de revisar el que ella me había enviado; me golpeé el rostro fuertemente y en un acto desesperado de borrar mi estupidez borré el mensaje que decía ‘Cómo se nota que no tienes mi número registrado’ ni siquiera sé bien por qué le envié eso, a fin de cuentas ¿Quién era yo cómo para reclamarle a ella ese tipo de cosas? Absolutamente nadie. Le escribí otros mensajes desesperados. A este punto, para lo único para lo que servía yo era para hacer el ridículo.

Vanessa: Ya lo guardé.
Vanessa: Tengo esa mala costumbre.

Tú: Jajajaja tranquila.
Tú: Lo que dije primero era echando broma.

Vanessa: Sorryyyy.
Vanessa: XDD.

Tú: Créeme, después que envié el menaje me sentí super mal y no quería ofenderte.
Tú: Por eso lo borré, no sé si a ti te llegó.
Tú: ¿Ya te vas a dormir?

No hubo respuesta, ya eran las nueve de la noche así que supuse que era tarde para ella, ya que en mi casa mi hermana y yo acostumbramos a dormir casi a la una de la madrugada, aunque nuestra madre nos regañase. Me dispuse luego con ayuda de Straight a practicar para la obra al día siguiente.

~^~

Verónica había querido acompañarme al ensayo ese día. Yo no me negué, y además ya le habíamos preguntado a Skeet y él nos dijo que no había problema. Durante el ensayo me di cuenta que el profesor Skeet ya tenía en mente qué personaje iba a ser cada quién, lo cuál fue algo decepcionante pues yo realmente quería tener un personaje y no pude, se lo dieron a otra chica; y lo bueno de ser actriz es que sabes mentir, así que pretendí frente a todos ellos que estaba bien pero al llegar a mí casa exploté en llanto.

Pero bueno, no hablaremos de esa tragedia aquí, sino de Vanessa.

Ocho y veinticinco de la mañana.

Tú:
Holaaaaaa, ¿Cómo has estado?

Nueve y cincuenta y cinco.

Vanessa:
Hola ~ Muy bien ¿Y tu?

Tú:
Todo bien.
¿Qué tal estuvieron las clases de piano?

Y no volvió a responder más.

Pero si les puedo decir que hubo algo bueno en ese ensayo. El profesor Skeet estaba hablando sobre tener música en vivo para esa presentación y ya que contábamos con dos músicos y algunas chicas que cantaban había que ponerse a trabajar en eso. Yo cantaba, pero como una foca dando a luz, así que reservé mí opinión, a parte, no estaba internamente de un muy bien humor que digamos. Claro, todo hasta que empezaron a hablar del profesor de Música, el profesor Luke, y luego…

—… Ah, también le podemos decir a Vanessa Morgan, que es una estudiante de música que canta bellísimo. — dijo el profesor Skeet.

OH MI DIOS ¿ENSERIO ACABA DE DECIR ESO?

Por un lado Cami y Lili clavaron sus miradas en mí, yo me sonrojé y escuché como mi querida Verónica hacía un sonido extraño a nuestras espaldas, cuando me giro a mirarla suelta una risita, yo la fulmino con la mirada y trato de seguir atendiendo a la explicación que nos está dando el pro3Skeet ya que mi mente se había puesto a pensar en los diversos escenarios con Vanessa viniendo a los ensayos y mi personaje siendo uno de los últimos en salir a escena.

Tanto así que en la tarde Vero, Lili y yo habíamos ido a comer al salir del ensayo y mientras yo esperaba en la mesa sola (ya que Lili no había querido Pizza y salieron a comprar otra cosa) empecé a escribir algo sobre Vanessa, otro intento de poema que no terminé pues llegaron ellas, y llegó nuestra comida también. El punto es que me puse a pensar en que todas las veces que he visto a Vanessa tiene una camisa negra, ¿Por qué será?

Rojo y Negro.

El negro es tu color predilecto.
El rojo a mí siempre me acompaña.
Tu mirada no se despega del suelo.
Y al cielo siempre ve mi alma.

Te sonrío alegre en el pasillo.
Siento que esquivas mi mirada.
Con la cabeza baja sigues tu camino.
Me quedo quieta, no pasa nada.

Tu indiferencia en persona es casi palpable.
Más tus mensajes me envían disculpas.
Mi interés en ti es algo constante.
Quizá lo ignoras, quizá lo notas.

—Ella escribe muy bonito… — dijo Lili después de leer lo poco que llevaba.

—Gracias… — dije tímidamente.

Ojalá y Vanessa pudiera leerlos y pensar lo mismo…

~^~

Era lunes nuevamente, había pasado una semana desde la última vez que hablé con Vanessa, decidí no escribirle esa semana, y hacerle un poco de caso a lo que los demás me aconsejaban. Siento que a pesar de estar siempre ahí, ella no termina de acostumbrarse a mi presencia en su vida. Ya era la una y seis de la tarde, acabábamos de terminar un ensayo cuando el profesor nos dijo la fecha de la presentación.

Tú:
Holaaaaaa 💕
Ya tenemos fecha tentativa para la obra.
Probablemente sea el 19 de Abril o sino el 20 o esa misma semana.

Recibido, como siempre, la historia de mí vida.

Había estado pensando últimamente en que tal vez ella solo llevase un estilo de vida agitado, con todo lo que me había dicho, y no tenga suficiente tiempo, y no la culpo, pero mi mente no puede evitar pensar ciertas cosas.

Si tan solo ella pudiera aclararlas.

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⏰ Última actualización: Jun 24, 2021 ⏰

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