No todos creen en Dios

57 7 0
                                    


Advertencia: este capítulo contiene escenas ... asquerosas. No lo leas si estas comiendo.

0 ~ 0 ~ 0 ~ 0 ~ 0 ~ 0

Impresionantemente, Toshiro iba a la delantera, guiando el grupo. Era natural en el tener ese comportamiento centrado y poco conversador. Ahora mismo miraba fijamente su siguiente posición. Cada paso, cada movimiento. Conforme se desplazaba, trataba de hacer un reconocimiento rápido del área.

Ichigo no tenía como o porque dudar de las capacidades del peliblanco. Confiaba en él. No tan ciegamente como lo haría con Rukia o con Renji, pero sabía que el chico era bastante competente en su trabajo. Sin embargo, las apariencias no lo eran todo e Ichigo se negaba a aceptar cualquier tipo de relación entre ese estúpido capitán y su hermana menor. Sus instintos de hermano sobreprotector no se lo permitirían. Era muy celoso con sus hermanas. No haría la vista gorda ante el hecho de que, cada vez que el peliblanco detenía al grupo para planear su siguiente movimiento, enviaba miradas directas pero silenciosas en dirección a su hermana.

Fuera de las quejas de Karin, Ichigo –de una manera extrañamente funcional- la mantuvo en medio de un círculo protector creado por su padre y él. No se sintió conforme con la extraña familiaridad que tenía su padre con Toshiro. Nunca trato de profundizar en su pasado como shinigami y tampoco parecía conveniente discutir esas cosas en estos momentos. Una discusión familiar más le quitaría los pocos puntos que recién había obtenido ante la mirada de su hermana como el hermano mayor que antes admiraba tanto. Un paso en falso lo haría quedar como idiota.

En esta situación, debería pensar muy bien sus maniobras antes de dar un paso en falso: Karin estaba abriéndose nuevamente, sería absurdo arruinar algo tan favorecedor entre ambos por simples infantilidades ...

Finalmente se hallaron envueltos en la mitad de una batalla feroz. Decenas de personas, con habilidad exótica e incluso irregularidades bastante curiosas combatían incesantemente contra lo que parecía ser una fortaleza improvisa. Seres de distintas formas y apariencias humanoides, claramente distintivas por la variedad de Reiatsu que se esparcía en el aire. La presión era aplastante, pero nada con lo que no hubiera tratado antes.

El grupo enemigo parecía estar protegiendo un extraño cumulo de escombros paredes y cuerpos metálicos. Como si hubiesen extraído una gran batería del fondo de la tierra.

- ¡¿pero qué carajo?! - Karin respondió con un resoplido y se detuvo súbitamente. Los demás siguieron su movimiento e incluso parte de la tierra bajo sus pies fue lanzada bruscamente por las pequeñas hondas de aire generadas por aquel abrupto cambio de velocidad.

- ¿Reconoces esa cosa? —Le preguntó Ichigo. Karin asintió un par de veces sin dejar de mirar confundida la estructura.

—Bueno, eso creo ... Pero se supone que debería estar en un tubo de hormigón bajo el suelo ... Esos imbéciles ... Harán que nos maten a todos. Es increíble lo imprudentes que son .... Ese, es el colisionador ...—

La figura humeante, que antes parecía una batería enorme y desgastada ahora se veía extrañamente imponente. Para empezar era enorme, sacada a la fuerza del suelo en lo que parecía un movimiento limpio. Como si una mano enorme lo hubiera sacado. Parecía como si huevasen extraído toda el área en un solo movimiento.

Conectada a varios tubos enormes. Plantados en la tierra de forma irregular, con un cableado grueso y mal posicionado. Estaban siendo iluminados por un grupo de cables que rodeaban el tubo mayor, por el que fluía un líquido espeso y extrañamente verdoso.

—Es una estructura inestable— Reconoció Isshin. Su tono de voz estaba tenso.

—Tenemos que tener cuidado. Está encendido, será voluble a cualquier cambio lo suficientemente brusco como para alterar el interior. Los conductores alrededor deben de transportar algún fluido refrigerante o conductor. Pase lo que pase, no se puede derramar.

Guerra a contratiempo (Hitsukarin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora