Capítulo 14

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Me quedé allí con las emociones en lo alto viendo a Draco siendo atendido cuidadosamente en las sábanas blancas. Su sangre se volvió carmesí como la ropa, todavía estaba inconsciente, sin darse cuenta de los eventos que acababan de suceder.

-¿Qué te gustaría querida?. -Preguntó una dama de rostro amable.

-Oh, bueno, solo estaba de visita. -Le dije, tropezando con las palabras fuera de mi boca.

-Debes ser nueva, soy Madame Pomfrey. -Se levantó y se acercó a mí. -¿Supongo que has venido a ver a Draco ya que no hay nadie más aquí?.-

-Sí. -Dije suavemente moviendo mis ojos para mirar hacia el suelo sosteniendo mis brazos.

-Es una sorpresa que Draco nunca reciba visitas, en cualquier momento que haya estado aquí anteriormente. Aparte de esa chica, Parkinson. -Su voz se volvió molesta por las últimas cosas que dijo.

-Sí, soy una amiga suya.-

-Bueno, los dejo a ustedes dos, entonces tengo cosas con las que seguir. -Madame comentó por último, saliendo por la salida.

Corrí directamente hacia Draco para evaluar el daño que le habían hecho: un ojo morado, la sangre causada por las quemaduras por fricción, un moretón creciente en la parte superior de la frente y un labio cortado.

No me parece que el labio cortado esté caliente.

Tomando una silla de la esquina para sentarme a su lado, vi un poema durmiendo en el sello de la ventana, lo levanté y se leía.

Pablo Neruda

Amor Sonnet XI

Decidí leerlo en voz alta a Draco para ver si le ayudaba a ganar fuerza. Para que despertara de nuevo,

Anhelo tu boca, tu voz, tu cabello.

Silencioso y hambriento, merodeo por las calles.

El pan no me nutre, el amanecer me perturba, todo el día

Busco la medida líquida de tus pasos.

Tengo hambre de tu risa elegante

Tus manos del color de una cosecha salvaje,

hambre de las pálidas piedras de tus uñas,

Quiero comer tu piel como una almendra entera.

Mi mano se abrió camino automáticamente hacia la suya sin que yo registrara lo que estaba haciendo, deslizándose hacia su pie. El poema me hizo pensar en lo perfectamente que describía mi atracción por Draco, en cómo me dolía su toque, en la forma en que me influía, en cómo siempre pensaba en él cuando ni siquiera quería y cómo su risa era la más linda, sin mencionar su ternura por mí cuando estábamos solos.

Me aparté de la silla para agacharme a su lado, colocando mi pequeña mano en su mejilla, otras depositando singulares mechones de cabello hacia atrás en su lugar con gentileza rascándole la cabeza.

-Lo siento, te dije que quería que te lastimaras. Solo grité eso en el momento porque no querías que compitiera en el juego y estaba enojada contigo. Solo terminó causándome lo mismo. cantidad de dolor para mí que te causó a ti, es mi culpa que estés aquí con cicatrices crecientes, te infligí esto. Te prometo que no lo dije en serio Draco, lo prometo. -

Inclinándome para depositar un beso amoroso en su frente donde estaba su moretón, apoyé mi cabeza en la suya, aferrándome al hecho de que ciertamente estaba cayendo por un retorcido camino de pasión por Draco Malfoy.

-¡Uh, qué estás haciendo aquí!. -Un sonido chirriante resonó frente a mí.

-Podría preguntarte lo mismo pelo de rata, ¡ese cepillo no funcionó!. -Respondiendo con los dientes apretados.

Eventually Malfoy's Girl |Draco Malfoy |TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora