-"...Y ojalá los dioses sean piadosos contigo, hijo mío, que te dejen seguir tu camino hasta la nueva vida y te den la fuerza para no regresar..."
Louis no tenía ni idea de que la piedad vendría en forma de un ángel de rizos y ojos verdes con toda u...
“...sabía que no había nadie más especial para su hermano, nadie le cuidaría como demostraba que haría...”
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por mucho tiempo creyó que nunca encontraría el verdadero amor, que jamás sentiría ese tan nombrado sentimiento atrapante en su pecho hacía alguien hasta que encontró a Harry, él llenó y pintó todos sus rincones oscuros con luz, sonrisas y alegría, ese ángel besó su alma y se dejó besar como si Louis se lo mereciera, pero siendo demasiado ambicioso como para aceptar la realidad y dar el paso para atrás que tanto temía dar, no se atrevía, seguiría adelante con lo que sea que pueda llegar a conseguir, derramaría todo el amor posible en su ángel y así dejar al menos un recuerdo dulce en él por si un día llegaba el destino y los obligaba a separarse.
No tenía explicación eso que le llenaba cuando estaba cerca, como sus emociones se incrementaban con el paso del tiempo en lugar de disminuir, estaba enamorado perdidamente del dueño de los mejores labios que había probado nadie jamás antes de su llegada, él arrebató algo tan noble como el primer beso de Harry y en lugar de rechazarlo, pidió volver a ser besado en cuanto tuvo la oportunidad, ¿Cómo podía un ser humano negarse a eso?
Tener la prioridad de probar una y otra vez algo tan sublime como lo era la boca de su ángel seguramente fue lo mejor que le pasó en la vida, aparte de haberle conocido.
Por más que el sol sea igual de frío que la estación que pasaban, Louis se sentía inmerso en una tarde de primavera cuando Harry y sus hoyuelos sonreían para él antes de estirarse sobre sus pies para besarle, era un segundo en el que todo lo que no sea su ángel se borraba o oscurecia hasta ser solo iluminado por sus ojos.
Estaba descubriendo un lado coqueto y cariñoso en él y realmente no podía amarlo más, adoraba como además aún era tímido, teñia su rostro cuando Louis susurraba halagos tontos en su oído, o mordía sus labios en una sonrisita por demás de tierna antes de mencionar lo bien que se veía ese día.
Claro que también seguía con sus misteriosos silencios de ojos perdidos, pero paso a paso iba abriéndose con él, en el fondo supuso que no sería del tipo con lengua fácil y eso le atraía, le gustaba un buen desafío y Harry era el mejor, el más único.
Aunque lo quisieran, no todo era color de rosas para ellos y esa extraña relación que estaban escribiendo, tardaron un par de días en notar que la gente observaba, murmuraba e incomodaba demasiado porque veían en sus miradas juzgadoras que no estaban diciendo cosas buenas sobre ellos, por lo que empezaron a esconderse; si paseaban por las calles, cosa que sucedía muy poco ya que no podían conversar por la multitud, procuraban que Zayn esté con ellos aunque el chico este con la mente en otra, si no era posible o simplemente no querian, se escondían en los callejones desiertos, en la cabaña de Louis, hasta descubrieron que el arroyo dónde hacía días habían ido a lavar era un lugar precioso si el clima acompañaba, el punto era que, fueran dónde sea, la pasaban bien, reían y sonreían tanto que las mejillas dolían al final de los días.
