Harry.
La idea a de pedirle un favor le parecía atrevida, la intriga de resivir una respuesta lo recorría, causándole al igual que Louis, escalofríos.
El pequeño e inocente Louis, ¿aceptaría?
Louis miró aquella nota arrugada debido a que estaba mal doblada y metida en el bolsillo, lo uníco que leyó, "Esta noche, en mi casa, las chicas dicen que soy un maricón, ¿porqué no probarlo?.
La idea de que me digan maricón es extraña, ¿no?, tantas sombras que tengo, y, no sólo son por que les atraigo, los rumores también las llenan de estupideces".A la vuelta su dirección y número de teléfono, Louis jadeó. Sabía a lo que se refería cuando escribió "¿Porqué no probarlo?". Fue a una hora considerable a la dirección que citaba la nota, nada extraño, sólo una casa, un jardín, tranquilo Louis. Se murmurmó para si mismo al entrar, dio varios golpes en la puerta hasta que por fin abrieron.
En..—Sabía que esa frase se completaría con un "enano", pensó dos veces para después cambiar aquella frase. H-hola Louis.
Este esbozó una sonrisa en forma de respuesta, miró los ojos de el rizado, esos ojos esmeralda que lo traían vuelo loco.
-¿Dónde están mis modales?, pasa, pasa. ¿Modales había dicho? Uh.
Louis se dispuso a entrar, algo tímido, miró cada esquina de aquella casa, acogedora, volvió a murmurarse para si mismo.
Y, l-a nota..Louis sabía que debía contestar, pero, no estaba en el mundo, literalmente, en ese momento, reaccionó al sentir una mamo rodeando su cintura, era de él, su mano, en su cintura, que manera más torpe de hacer que Louis volviera al mundo.
¿Ah? Cierto, la nota, ¿que quieres probrar, por cierto? Era obvio que Louis ya lo sabía, sólo para confirmar si sus afirmaciones eran ciertas.
-S-exo con hombres, bueno.-Rascó su nuca nervioso- Relaciones con hombres, no sólo de ese tipo.
¿Qué tratas de decir? El rizado maldijo en voz baja y bajó la mirada, estaba sonrojado.
Quiero tener sexo contigo. Simple, una sola oración salió de los labios de Harry, ningún tartamudeo, la petición de sexo más directa. Louis sintió un cosquilleo en su polla, no tardaría en ser una erección.
Louis masculló.
¿Sexo?-El rizado asintió. La erección de Louis, joder, no había manera de ocultarla.
Harry no esperaba respuesta a aquella acción, se dispuso a levantarse y, en cuestión de segundos, tenía a Louis debajo de él. Tiró de un extremo de la camiseta del oji-azul, este levanto los brazos, facilitándole al rizado que la quitara.
Después de unos minutos quedaron únicamente en bóxer.
Está vez yo tendré el control.—Murmuró Harry en el oído de Louis, haciendo que la piel de este se erizara. Harry bajó ágilmente su bóxer quitándolo, dejando su erección expuesta a la mirada de Louis, apuntaba a su estómago, bajó los bóxer de Louis también y los quitó, rozó su dedo contra su entrada suavemente y lo metió, invadiendo a Louis haciendo que se acostumbrara a la invasión, después de unos segundos, metió otro dedo, después otro, moviéndolos lentamente dentro de la apretada entrada del chico. Un follame salió de los labios del oji-azul, Harry gimió en respuesta y tomó su miembro rozandolo una sola vez haciendo que Louis gimiera suavemente, después lo penetro, comenzó con pequeñas embestidas, haciendo que Louis jadeara, eso no lo complacía, el quería oír gritar al oji-azul, movió un poco sus caderas penetrándolo más profundo, tocando su próstata, haciendo que Louis no jadeara, ni gimiera del placer, ahora gritaba, justo lo que el rizado quería, los músculos de su miembro se comprimieron, tardaría poco en venirse, y por lo que veía, Louis lo estaba disfrutando demasiado que dentro de poco alcanzaría un orgasmo, un vaivén para los oídos de Harry. Dio las últimas embestidas y se corrió, llenando la entrada de Louis, pasó su dedo suavemente por esta, manchándolo de semen, lo acercó a la boca de Louis y lo metió haciendo que este lo lamiera gimiendo, pidiendo más, y así hizo el rizado, llenó otro de sus dedos y lo llevó a la boca de Louis, este lo lamió de inmediato, dejando ningún rastro de él.
Louis llegó al orgasmo, haciendo que Harry gimiera al oírlo, era un banquete para sus oídos.
Le había causado placer al chico que le gustó por años, esto lo hacia dudar si se repetiría, ya que el lo había dejado sólo como un favor.
Louis no lo había tomado como tal.